Victor (Leopold Witte), un reconocido novelista criminal en Holanda y su hijo Zack (Tim Linde), un chelista de veinte años, se acaban de quedar ambos sin pareja. Un viaje de Ámsterdam a Escocia para promocionar el nuevo libro de Victor, les obliga a entenderse entre ellos y también a sí mismos. Influenciados por las mujeres que encuentran durante el viaje y por la música del grupo The Waterboys, la suya se convierte en una historia de padres que aún tienen que madurar y de hijos que deberían tomarse la vida más a la ligera.


Sinopsis larga
WATERBOYS es una historia cálida y divertida de un padre e hijo distanciados que se vuelven a acercar durante un viaje de Ámsterdam a Edimburgo. Influenciados por las mujeres que conocen en el camino y por la música de la banda The Waterboys, esta es una historia sobre los padres que necesitan crecer y los hijos que deberían tomar la vida más a la ligera.

Victor Mullock Brouwer es un novelista criminal a quién su mujer, Elsbeth, le acaba de echar de casa. Al mismo tiempo, Zack, su hijo de 20 años, chelista de profesión, ha sido abandonado por Amisha, su novia. Para animarlo, Victor decide llevarlo con él a Escocia, donde tiene que participar en la promoción de su nuevo libro.

En Edimburgo, conocen a la estricta Rhona Greely, la directora de relaciones públicas de la editorial escocesa, que pone en su sitio al inmaduro de Victor. A su vez, Zack forja un vínculo muy especial con Lindsay, la recepcionista del hotel donde él y Víctor comparten habitación.

La promoción del libro implica todo tipo de actividades tradicionales de las Highlands Escocesas: comidas opulentas, situaciones embarazosas y algunos intentos para conseguir entradas para el concierto que darán The Waterboys en Edimburgo, totalmente agotadas desde hace días. La afición por su música resulta lo único que une a padre e hijo y, con el tiempo, se convierte en la banda sonora del viaje.

Durante su estancia, Zack va recibiendo mensajes instigadores de su ex-novia Amisha, y Víctor, en un intento fallido de ayudarle, se mete en la conversación. Zack, enfadado y harto de la actitud infantil y las mentiras de su padre, le hace abrir la carta de su madre, que Víctor no se había atrevido a abrir en todo el viaje. Víctor, consternado por la carta, le confiesa a Zack que ha cometido muchas infidelidades durante su matrimonio y que entiende que Elsbeth le haya dejado.

El editor del libro de Víctor, Horatio, finalmente consigue entradas para el concierto de los Waterboys, donde padre e hijo asisten por separado. Víctor con Rhona y Zack con Lindsay. Después de algunas canciones que traen demasiados recuerdos y emociones fuertes, Zack y Lindsay acaban pasando la noche juntos y Víctor acaba en casa de Rhona pero se retira antes de hacer nada con ella, confesándole sus demonios.

El día después, padre e hijo vuelven a casa a bordo del ferry, Zack con las cosas más claras y Víctor ya consciente que tendrá madurar y esforzarse para salvar su matrimonio. Con el mar en el horizonte, Víctor pone su brazo sobre la espalda de Zack y su hijo, por primera vez, no se aparta. Sonríen. Algo les ha cambiado.