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La corresponsal cartel reducidoLa corresponsal(A private war)
Dirigida por Matthew Heineman
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Marie Colvin (Rosamund Pike), una de las corresponsales de guerra más famosas de nuestra historia reciente, no le tiene miedo a nada y arriesga su vida a diario para dar voz a las víctimas de la guerra desde primera línea de batalla. Durante los primeros años se siente cómoda compartiendo martinis con la élite de Londres mientras combate dictadores en todo el mundo. Pero los distintos traumas que va acumulando en cada nueva misión acaban tomando el control de su vida personal, que poco a poco se va desmoronando. Aun así, su empeño en mostrar el lado más cruel de la guerra le lleva a embarcarse en la misión más peligrosa de toda su carrera en la ciudad sitiada de Homs, Siria.


Sinopsis larga
Marie Colvin (Rosamund Pike) es una corresponsal de guerra estadounidense que trabaja en Londres para el periódico The Sunday Times y es la primera periodista extranjera que consigue entrar en las regiones tamil de Sri Lanka en seis años. A pesar de que los periodistas tienen prohibido el acceso a la zona desde hace mucho tiempo, Colvin consigue cruzar a la península de Jaffna donde descubre que 500.000 civiles viven en condiciones infrahumanas en la zona. Tras enviar su crónica de la crisis humanitaria desde la primera línea, Colvin emprende el viaje de vuelta y queda atrapada en el fuego cruzado entre las tropas cingalesas y los Tigres Tamiles. A pesar de identificarse como periodista estadounidense, o quizá por eso mismo, es herida por metralla de un lanzacohetes y pierde la vista en el ojo izquierdo.

En lugar de colgar el chaleco antibalas, Colvin se pone un parche negro en el ojo y se prepara para recibir el galardón a Mejor Periodista Extranjera. Durante la gala mantiene una tensa conversación con su editor de The Sunday Times, Sean Ryan (Tom Hollander), durante la que queda clara una cosa: la reportera no tiene ninguna intención de abandonar su trabajo.

Meses después, Colvin está en Irak investigando un rumor sobre una fosa común, muy alejada de las tropas estadounidenses. En Bagdad contrata al fotógrafo freelance Paul Conroy (Jamie Dornan) para documentar los hechos. De camino a Faluya les para la milicia de Saddam, que va fuertemente armada. Colvin reacciona al vuelo y convence a los militares de que son cooperantes que van a ayudar a los médicos voluntarios. Una vez allí, consigue reunir a un equipo de trabajadores y al excavar la fosa encuentran cientos de cadáveres de kuwaitíes asesinados por el régimen de Saddam. La información de Colvin era correcta, y una sensación de desesperación invade a la multitud que se agolpa en la zona con la esperanza de encontrar restos de sus seres queridos. Su dolor es palpable y durísimo.

De vuelta en casa, los conflictos van haciendo mella en Colvin. Sufre un claro síndrome de estrés postraumático y le da un ataque de pánico en Londres. Después de una conversación íntima con una amiga, accede a buscar ayuda profesional en un hospital local. Si bien parece que va encontrando algo de estabilidad, Marie se agobia en el hospital y está ansiosa por volver al trabajo que tanto le apasiona: ponerles cara a los conflictos armados internacionales.

Los años van pasando y Colvin sigue cubriendo los conflictos más peligrosos, viajando incluso hasta Afganistán para cubrir los ataques de los talibanes a la población local y a los convoyes de ayuda humanitaria enviados por EE. UU. De vuelta en Londres, se enamora de Tony Shaw (Stanley Tucci), un excéntrico empresario que ha conocido en una fiesta, pero es incapaz de adaptarse a la vida normal. Al poco tiempo está de nuevo al pie de la noticia, esta vez en Libia, en plena Primavera Árabe, mientras los rebeldes amenazan con acabar con el régimen de Gadafi.

En Libia se lleva un duro golpe cuando Norm Coburn, uno de sus mejores amigos y compañero periodista, muere en un ataque con lanzacohetes. A pesar de sentirse totalmente destrozada por el fallecimiento de Coburn, Marie consigue una entrevista personal con Gadafi y le planta cara al dictador.

La Primavera Árabe va cogiendo fuerza, pero Colvin empieza a perder fuelle: ha empezado a pensar en cómo sería su vida sin el trauma de ser reportera de guerra. Su relación con Shaw le hace plantearse un futuro alternativo, una vida convencional, alejada del peligro de los conflictos.

Aunque parece decidida a abandonar el frente, decide trasladarse con Conroy a la ciudad sitiada de Homs (Siria), donde 28.000 civiles inocentes están atrapados en condiciones terribles. El viaje resulta ser el más fatídico de su vida.