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La ola verde cartel reducidoLa ola verde(Que sea ley)
Dirigida por Juan Solanas
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LA OLA VERDE (Que sea ley), de Juan Solanas, participa fuera de concurso en la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián. SECCIÓN OFICIAL - Sesiones especiales en CANNES 2019.

Cada día muere una mujer en Argentina por culpa de los inseguros abortos clandestinos. 'LA OLA VERDE' (Que sea ley) cuenta la lucha de gran parte de la población argentina por acabar con esta falta legal. En 2018 se debatió un proyecto de ley de aborto legal que dividió al país. Tras una victoria en la Cámara de Diputados, pero antes del voto definitivo en el Senado, la película retrata la batalla final con los valientes testimonios de las víctimas y fuertes voces claves femeninas que lidiaron esta travesía memorable.


Declaraciones del director (Juan Solanas, 2019)
En Argentina, una mujer muere cada semana después de sufrir un aborto ilegal -más de una al día América Latina- donde viven 300 millones de mujeres sin derecho a interrumpir sus embarazos. En 2018 y por séptima vez, un colectivo de mujeres que defienden el derecho a un aborto legal presentó un proyecto de ley en un contexto particularmente tenso: Argentina vuelve a estar al borde del precipicio ya que el 36% de la población y el 48% de los menores viven por debajo del umbral de pobreza.

Y dentro de ese contexto y por primera vez, se formó un grupo de representantes de varios partidos dispuestos a apoyar esa ley. Después de un debate histórico que duró 24 horas, la ley se aprobó en la Cámara de Diputados.

El derecho al aborto es un tema muy controvertido en Argentina, donde la influencia de la iglesia sigue siendo muy fuerte. Es un debate que literalmente divide al país en dos, independientemente de la clase social o la ideología política.

QUE SEA LEY recoge las vivencias de varias mujeres que luchan por estos derechos fundamentales, y aborda de forma más en general la posición del feminismo y de las mujeres argentinas en un país en declive.

La idea de la película me vino la mañana en la que se aprobó la ley en la Cámara de Diputados. Tres días después, mientras esperaba el voto decisivo del Senado, rodé las primeras imágenes en las calles de Buenos Aires siguiendo dos criterios. El primero era reproducir la realidad tal como era, sin intervenir y filmando de forma cruda e instintiva lo que sucedía ante la cámara. Sin forzar nada, la cámara se convertiría en una ventana a través de la cual los participantes podrían decir la verdad. Y por encima de todo no se trataba de hacer un panfleto ni un folleto. Sólo la verdad y nada más que la verdad y sin caer en la trampa de caricaturizar a la posición contraria.

Y de esta primera idea surgió la segunda: adoptar el método más sencillo que consiste en capturar la realidad alterándola lo menos posible utilizando una única persona con una cámara. Esto me permitió que las personas a las que filmaba dispusieran de intimidad para interactuar plenamente con la cámara. Todo se hizo a través de WhatsApp. Las reuniones se organizaron en una hora o en unos pocos días. Después, cogía un taxi con el equipo que pudiera llevar: una mochila, un trípode y un foco con pilas.

Este enfoque directo y espontáneo también fue una salvaguardia para mí. No me daba tiempo para intervenir y me obligaba a adaptarme a lo que surgiera, rodando con la urgencia que refleja tan bien esa realidad en la que una mujer muere cada semana víctima de un aborto clandestino.

La película arranca con el voto de los representantes a favor del proyecto de ley y sigue con el proceso legislativo que acaba en el voto negativo del Senado. Recorrimos 4.000 kilómetros en coche, abarcando cinco provincias y cientos de testigos para crear un retrato de esas mujeres fuertes que comparten esta lucha, sin darse nunca por vencidas. Es cierto que la posición antiabortista ha ganado una batalla pero, al igual que sucede con las Madres de la Plaza de Mayo, las mujeres argentinas no se han rendido. Su determinación inquebrantable y su espíritu de lucha nos llenan de esperanza.

Por último, la película habla no solo de Argentina y América Latina, sino que se dirige al mundo entero. En Europa, se cuestiona ahora el derecho al aborto que lleva 40 años en vigor. En Italia, pero también en España, donde el partido Vox de extrema derecha es explícitamente pro-vida, se han elegido representantes para el Congreso y el Senado que defienden esta posición y en Polonia, el gobierno quiere suprimir este derecho. Y en Estados Unidos, Trump nominó a un juez 'Anti-Choice' para el Tribunal Supremo con el objetivo de socavar la jurisprudencia 'Pro-Choice' y prohibir el aborto...


Juan Solanas (biografía)
Juan Solanas nació en Argentina en 1966 y abandonó su país a los diez años, huyendo de la dictadura. Se instaló en Francia, donde vivió los siguientes 37 años.

No tardó en descubrir su pasión por la fotografía y el cine gracias a su padre, Fernando Solanas, un realizador conocido por su activismo social. En el año 2000, Juan Solanas escribió, produjo y rodó su primer cortometraje, L'homme sans tête (El hombre sin cabeza), que le valió el Premio del Jurado en Cannes, así como el César al Mejor Cortometraje y unos 50 premios más en todo el mundo.

En 2005, escribió, produjo y dirigió su primer largometraje, Nordeste, que se proyectó en Cannes en la sección Un Certain Regard. Después, codirigió el documental Jack Waltzer: On the Craft of Acting, un retrato de uno de los últimos grandes maestros del Actors Studio, donde estudió Solanas.

En 2012, escribió y dirigió Upside Down, protagonizada por Kirsten Dunst y Jim Sturgess.

En 2019, escribió, produjo y dirigió su tercer largometraje, Que Sea Ley, sobre la lucha por la legalización del aborto en Argentina, que fue seleccionada para proyectarse Fuera de Competición en Cannes. Entre los colaboradores de Solanas están Santiago Otheguy La León que también co-escribió, y Liliana Paolinelli Por sus propios ojos. Actualmente está produciendo el largometraje documental de Christophe Reveille, Les supervivientes del Che.


Cifras y datos sobre el aborto
- Más del 97% de las mujeres en edad fértil de América Latina y el Caribe viven en países con leyes restrictivas sobre el aborto.

- En Argentina, se estima que se producen350.000 - 500.000 abortos clandestinos al año: más de un aborto por cada dos nacimientos.

- Según datos oficiales, se llevan a cabo 354.627 abortos al año. En otras palabras: 29.000 al mes, 970 al día, 40 cada hora.

- En Argentina, se calcula que unas 50.000 hospitalizaciones en centros públicos se deben a complicaciones de abortos ilegales.

- 3.030 mujeres han muerto por abortos clandestinos desde la reinstauración de la democracia en el país.

- En todo el mundo, 11% de la mortalidad materna se debe al aborto. En Argentina, esta cifra se eleva al 20%.

- Uruguay ha logrado reducir la mortalidad materna a 0% legalizando el aborto.


Casos que han catalizado la lucha por el derecho al aborto en Argentina
ANA MARIA ACEVEDO
Ana María Acevedo tenía 19 años y tres hijos cuando le diagnosticaron cáncer de mandíbula. Los médicos se negaron a tratarla porque estaba embarazada de unas pocas semanas. La quimioterapia podría haber dañado al feto pero le salvó la vida. Una comisión de ética dictaminó que debía darse prioridad a la vida del feto. En Argentina, el 'aborto para proteger la salud de la madre' es legal desde 1921, pero los profesionales de la salud y los representantes de la Iglesia lo impiden por razones morales. Ana María tenía derecho a interrumpir su embarazo porque su vida estaba en peligro. Su madre, Norma, exige justicia. Según ella, su hija no murió, fue asesinada. Ha viajado a Cannes con su abogada, Lucila Puyol, Una activista feminista que abandera la campaña por el derecho al aborto legal.

LILIANA HERRERA
Cuatro días antes de la histórica sesión del 8 de agosto de 2018, durante la cual el Senado rechazó el proyecto de ley para legalizar el aborto, Liliana Herrera, de 22 años, murió después de sufrir un aborto ilegal realizado en condiciones precarias. Dejó dos hijas huérfanas porque estaba aterrorizada: aterrorizada de ir al hospital. Su hermana también había muerto después de someterse a un aborto clandestino.

BELÉN
Belén sufría un sangrado vaginal grave y fue a un hospital público de la provincia de Tucumán donde le diagnosticaron un aborto espontáneo. No sabía que estaba embarazada; pero la acusaron de haber provocado un aborto ilegal. Belén fue arrestada y condenada por el tribunal local a siete años de prisión por "asesinato agravado por el asesinato premeditado de un pariente cercano" durante un proceso judicial plagado de irregularidades. Se organizó una gran movilización social para liberarla que obligó al Tribunal Supremo local a ponerla en libertad.


Activistas argentinas que defienden el derecho a un aborto legal, gratuito y seguro
CECILIA OUSSET, GINECÓLOGA
Cecilia, católica practicante, se oponía categóricamente al aborto. Como médico, su deber era denunciar a las mujeres que acudían a su hospital porque se habían sometido a abortos clandestinos. Las muertes y el aislamiento de esas mujeres, así como el daño irreversible causado a sus cuerpos, la han llevado a cambiar de opinión: hoy, Cecilia hace campaña por el aborto legal. Viaja con su marido, José Gijena, cirujano y activista por los derechos al aborto legal. Recientemente, pusieron fin al embarazo de una niña de la provincia de Tucumán que había sido violada por el compañero de su abuela.

MARTA ALANIS, ACTIVISTA
Marta es la fundadora, presidenta y organizadora de "Católicos por el derecho a decidir" (CDD), que desenmascara ciertos mitos peligros además de defender que los católicos tienen el mismo derecho al aborto. Hace poco fue premiada por la "Coalición Internacional de Salud de la Mujer" (IWHC) por su "incansable compromiso con la salud y los derechos sexuales y reproductivos y por su batalla por la justicia social" y por su papel en la vanguardia de la "Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito".

TERESITA VILLAVICENCIO, MIEMBRO DEL CONGRESO DE DIPUTADOS ARGENTINO
Teresita era policía. Tuvo que investigar muchos casos e incriminar a mujeres que se vieron obligadas a recurrir a abortos ilegales. Hoy se pregunta cómo no comprendía y no se preocupaba de esas mujeres como lo hace ahora como parte de su función de parlamentaria. Se define como una policía feminista.

NELLY MINYERSKY, ABOGADA
Nelly Minyersky es una abogada de 89 años que dirige un bufete de abogados y que lleva luchando por los derechos humanos y la causa feminista desde su juventud. Es una referencia histórica para el feminismo y para la campaña por el derecho a abortar legalmente. "Lo he considerado un derechos toda mi vida; tuve que abortar cuando era joven y lo entiendo como la expresión de la voluntad de las mujeres de ejercer sus derechos sobre su propio cuerpo".

ANA, ACTIVISTA FEMINISTA
Ana siempre lleva un pañuelo verde atado a su muñeca. Sabe que muchas mujeres que tienen que abortar están asustadas y solas. El pañuelo es la señal silenciosa que siempre lleva para que las mujeres sepan que pueden abortar, que estará con ellas para que no pongan en peligro sus vidas.

PADRE PACO
El Padre Paco es un sacerdote que sigue el principio de la 'opción preferencial por los pobres', y también es enfermero de profesión. Por eso entiende que "el aborto es un asunto de salud pública y los asuntos públicos son responsabilidad del Estado." Él ve esta realidad todos los días en los barrios más pobres, donde se realizan los abortos más primitivos, y donde impera el concepto idealizado de que "para mujer hay que ser madre" y es el único camino de realización personal para las niñas.