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PJ Harvey: A dog called money cartel reducidoPJ Harvey: A dog called moneyDirigida por Seamus Murphy
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Es tan imaginativa como el proceso creativo que documenta. A Dog Called Money es un viaje excepcionalmente íntimo a la inspiración, la composición y la grabación de un disco de PJ Harvey. La escritora y música Harvey y el galardonado fotógrafo Seamus Murphy fraguaron esta colaboración.

En busca de experiencias de primera mano en los países sobre los que quería escribir, Harvey acompañó a Murphy por varios de sus viajes de cobertura internacional. Estuvo con él en Afganistán, Kosovo y Washington D. C. Harvey coleccionó palabras, Murphy recopiló imágenes.

Cuando volvió, convirtió las palabras en poemas, en canciones y, finalmente, en un disco, cuya grabación fue un experimento artístico sin precedentes en el Somerset House de Londres. En una sala específicamente diseñada con una ventana unidireccional, el público, desprovisto de cámaras, estaba invitado a presenciar las cinco semanas de proceso de escultura del sonido en directo. Murphy documenta en exclusiva el experimento con el mismo enfoque pericial e íntimo que en sus viajes.

Murphy plasma la inmediatez de los encuentros con la gente y los lugares que visitaron, y muestra a la humanidad como el centro del trabajo. Acuden al origen de las canciones, su peculiar metamorfosis en música grabada y, después, en película.


Biografía PJ Harvey
PJ Harvey es una de las artistas más respetadas y galardonadas del mundo. Desde el inicio de su carrera, ha suscitado la atención internacional como compositora, multinstrumentista, letrista y poeta consumada.

Harvey ha publicado nueve discos aclamados por la crítica, ha estado nominada a seis Premios Grammy y es la única artista que ha recibido dos veces el prestigioso premio británico Mercury Music. En 2013 fue nombrada Miembro de la Orden del Imperio Británico por su aportación a la música.

Harvey empezó a colaborar con su amigo, el reportero gráfico, Seamus Murphy en 2011 en su octavo disco de estudio Let England Shake, para el cual Murphy dirigió 12 cortos. Murphy y Harvey volvieron a colaborar, esta vez viajando a Kosovo, Afganistán y Washington D. C., donde Harvey coleccionó palabras y Murphy recopiló imágenes. El resultado fue el noveno álbum de estudio de Harvey, The Hope Six Demolition Project: su primera colección de poesía, acompañada por las fotografías de Murphy bajo el título The Hollow Of the Hand (Bloomsbury, 2015) y, ahora, la película documental de Murphy, A Dog Called Money, estrenada mundialmente en la edición de 2019 de la Berlinale.

Harvey ha contribuido musicalmente en diversos proyectos de cine, televisión y radio, entre ellos, la segunda temporada de Peaky Blinders, protagonizada por Cillian Murphy; las producciones de BBC Radio 4 Eurydice and Orpheus, de Simon Armitage y Orpheus y Eurydice de Linda Marshall Griffiths; Basquiat de Julian Schnabel; Abajo el telón de Tim Robbins y, más recientemente, la miniserie dramática de cuatro entregas de Shane Meadows The Virtues.

También ha escrito partituras para producciones teatrales del director Ian Rickson, entre ellas The Goat, The Nest y Electra, y, más recientemente, la producción de Ivo van Hove de Eva al desnudo, protagonizada por Gillian Anderson y Lily James.


Nota del director
"Me dijeron que, hace veinte años, se podía comprar una entrada de cine con balas".

Esta curiosa información es el epítome de lo que uno oye en el febril escenario de una guerra. Estas palabras, pronunciadas por PJ Harvey, o Polly como yo la conozco, son las primeras que suenan en A Dog Called Money. Es algo que escuché en mi primer viaje a Afganistán como reportero gráfico en 1994 en medio de una terrible guerra civil. Debí habérselo contado cuando estuvimos juntos en Kabul en 2012. Cuando escucho a Polly leer esa frase ahora, con la distancia que dan los años, es como una antigua leyenda mitificada que vuelve a cobrar vida.

Era una nota entre muchas en las libretas que llevaba consigo cuando viajamos juntos a Kosovo, Afganistán y Washington D. C. para nuestro proyecto colaborativo. Las libretas contenían notas, garabatos y marginalia sobre sus impresiones inmediatas de primera mano, y también pautas para sí misma sobre cómo cantar las canciones que iba invocando en las páginas mientras viajábamos.

Decidí usar el recurso de Polly leyendo extractos de sus libretas como hilo para conectar los elementos dispersos del proyecto para el que viajamos a tres lugares distintos, diferentes, para ver, escuchar y grabar las historias que allí encontráramos. Con el tiempo esas notas se convirtieron en canciones para el disco que grabó en el sótano del Somerset House de Londres. El proceso de grabación en sí fue una instalación artística de 5 semanas de duración, donde el público estaba invitado a presenciar el nacimiento del álbum a través de ventanas unidireccionales. La procedencia de las canciones y el viaje que recorren es el arco de la película.

Polly y yo decidimos colaborar y emprender un proyecto juntos. Queríamos que fuera un libro (su poesía, mi fotografía), un disco que grabaría ella y una película que haría yo. Queríamos ir a sitios que nos interesaran, que tuviesen relevancia para nosotros por un motivo u otro, compartiendo la experiencia pero trabajando de forma individual. Escribir y fotografiar son prácticas muy diferentes, así que yo tendría que volver para ampliar el trabajo. Serían viajes informativos, la clásica combinación de escritor y fotógrafo. Seríamos periodísticos, pero no periodistas.

Yo había cubierto la guerra de Kosovo a finales de los noventa y había vuelto en 2004. Polly ya había escrito material sobre las fotos que hice allí. Nos cayó del cielo una invitación para visitar Kosovo. El Dokufest, un festival muy agradable y vivo que se celebra en la ciudad de Prizren, al sur, nos invitó a la proyección de mis 12 cortos para Let England Shake.

Después del festival, pasamos un par de días viajando por allí. En los distintos lugares, percibimos entre la gente el descontento con el presente, y la rabia y el lamento por el pasado. Kosovo fue el inicio de todo, y descubrimos que viajábamos bien juntos y que podíamos trabajar en compañía del otro.

En 2012 me puse en contacto con Polly para ver si quería venirse a Kabul. Después de pensárselo unos días (comprensible dado el destino), aceptó. Cuando llegó, yo seguí trabajando como siempre hacía en Afganistán. Nos encontramos con situaciones que nos inspiraron y nos emocionaron profundamente a los dos.

Escogimos Washington D. C., el núcleo del poder occidental, como destino final. Una ciudad donde se toman decisiones cruciales sobre el destino de países de todo el mundo, como Kosovo y Afganistán. ¿Cómo se comporta Washington D.C. en casa, con sus habitantes? Al otro lado del río, en el Southeast, hay zonas con tremendos problemas sociales. En 2014, fuimos a Anacostia, a solo un par de paradas de metro de la Casa Blanca y Capitol Hill. Paseamos por sus calles y nos encontramos a unas personas jugando a las cartas en un porche. Una joven llamada Paunie, rebosante de confianza y carisma, que parecía una líder natural. Estas personas y su situación aparecen en algunas canciones. Conocí mejor a Paunie y a su gente en posteriores visitas a D. C. En ese lapso, Estados Unidos eligió nuevo presidente.

El estudio de grabación del Somerset House fue diseñado como una sala dentro de una sala más grande con una ventana unidireccional que permitía que el público viese y escuchase la creación del álbum sin molestar a los músicos. Dentro del estudio, todos llevaban micro de solapa para que la gente afuera pudiera oír cada palabra, cada broma y cada nota.

Me convencí enseguida de que era una gran idea: una idea que exponía a Polly, a los dos productores y a todos los músicos al escrutinio público. Decidí que tenía que grabarlo. Hubo una grabación de prueba con público para decidir si era demasiado intrusivo con el proceso. Y se decidió que no lo era. Yo era una orquesta de un solo hombre, y creo que quedaba como una parte de la acción general.

Para conseguir las imágenes naturales e íntimas que quería, tenía que alejarme del proceso e, idealmente, volverme invisible para los músicos. Les pedí a todos que nos ignorasen a mí y a la cámara, que pasaran por delante o se quedasen ahí en medio sin sentir que me estaban fastidiando el plano, que todo eso tenía que formar parte. Desde muy al principio, dejé de ir a comer con ellos, porque la conexión que se establece en la comida continúa cuando vuelves a la sala.

En el interior de la sala, no eras consciente del público, no había interrupciones: los músicos hacían genuinamente su trabajo, intentando que las canciones salieran. Canciones con origen en una premisa borrosa, en viajes vividos en otro mundo que cobran vida en un viejo palacio junto al Támesis.


Biografía Seamus Murphy (director)
Seamus Murphy es un galardonado fotógrafo, cineasta y autor. Su trabajo se ha publicado y expuesto ampliamente y está incluido en las colecciones del Museo Getty de Los Ángeles, el Museo Imperial de la Guerra de Londres, la Universidad de Stanford o el FRAC Auvergne. Ha hecho películas para televisión, Channel 4 en el Reino Unido y The New Yorker en Estados Unidos.

A Darkness Visible (Una oscuridad visible), la película que hizo sobre su trabajo fotográfico en Afganistán, estuvo nominada al Emmy. Ha hecho vídeos para PJ Harvey dentro de sus álbumes Let England Shake y The Hope Six Demolition Project. Como continuación de su colaboración artística, Murphy y Harvey han trabajado juntos en el libro The Hollow of the Hand (El hueco de la mano) (Bloomsbury 2015). A Dog Called Money es el documental sobre el proceso creativo que hubo tras su proyecto con Harvey, su trabajo juntos en Kosovo, Afganistán y Washington D. C. y la crónica de la grabación del álbum inspirado en esos viajes.