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Idrissa, crónica de una muerte cualquiera cartel reducidoIdrissa, crónica de una muerte cualquieraDirigida por Xavier Artigas, Xapo Ortega
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El documental, dirigido por Xavier Artigas y Xapo Ortega, se centra en la investigación de la muerte de Idrissa Diallo cuando estaba detenido en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Barcelona.

Idrissa Diallo tenía 21 años cuando murió en una celda del polémico Centro de Internamiento de Extranjeros en Barcelona. Más allá del lirismo de su narración, el documental se desarrolla en un estilo de cine directo con elementos de road movie y está estructurado como un thriller. La fuerza impulsora de la película es descubrir quién era Idrissa. El objetivo es desvelar las circunstancias que rodearon su muerte y por qué nunca fueron aclaradas.

El equipo comienza buscando a la familia de Idrissa, una búsqueda complicada ya que las autoridades españolas que se ocupan del control migratorio no están dispuestas a cooperar. En un ejercicio de justicia, memoria y reparación, los restos de Idrissa son devueltos al pequeño pueblo de Guinea que lo vio nacer, junto a su familia.

"Idrissa, crónica de una muerte cualquiera" está inmersa en la tradición del cine político, el tipo de cine que se hace preguntas para no dejar indiferente, remover y encontrar respuestas.

Los directores Xavier Artigas y Xapo Ortega se conocen durante las protestas del 15M en Barcelona, donde participan activamente en la comisión audiovisual. Es desde esta experiencia que deciden explorar nuevos formatos audiovisuales que rompan con la autocomplacencia de los movimientos sociales y el autoconsumo del vídeo político.

'Ciutat Morta' (2014), su primer largometraje juntos, no es solamente una obra de gran belleza cinematográfica que mezcla el rigor periodístico y la poesía visual. Se trata de un minucioso trabajo de investigación y guerrilla de la comunicación que acabó provocando gran revuelo social y mediático, sin precedentes en Barcelona y en toda Cataluña. Ganó más de 12 premios en festivales internacionales, incluyendo la Biznaga de Plata a mejor película documental en el Festival de Málaga (2014) o el Premio Ciudad de Barcelona (2015).

'IDRISSA, CRÓNICA DE UNA MUERTE CUALQUIERA' es una producción de Metromuster, en coproducción con Polar Star Films, con el apoyo de ICAA, ICEC, MEDIA, Rosa Luxemburg Foundation y cuenta con la participación de TV3. Y con la colaboración de Tanquem els CIE, IRÍDIA y La Directa.


La película
Esta es una película de investigación sobre la muerte de un joven detenido en el Centro de Internamiento de Extranjeros en Barcelona. Más allá del lirismo de su narración, el documental se desarrolla en un estilo de cine directo con elementos de road movie y está estructurado como un thriller. La fuerza impulsora de la película es la búsqueda para descubrir quién era Idrissa.

Aunque el equipo de filmación no tiene un papel importante en la historia aparece eventualmente frente a la cámara para provocar que el espectador sea consciente de quién está detrás de la investigación. El equipo comienza buscando a la familia de Idrissa, una búsqueda complicada ya que las autoridades españolas que se ocupan del control migratorio no están dispuestas a cooperar.

El objetivo es desvelar las circunstancias que rodearon su muerte y por qué nunca fueron aclaradas.

En un ejercicio de justicia, memoria y reparación, los restos de Idrissa son devueltos al pequeño pueblo de Guinea que lo vió nacer, junto a su familia. El sonido también juega un papel muy importante en la narración. La película pretende ser un experiencia sensorial que impacte y atraviese al espectador no solo a través de su metraje, sino también como una historia que funcione incluso con los ojos cerrados.

Filastine, el dúo formado por el compositor Grey Filastine y la vocalista Nova Ruth, colabora tanto en el diseño de sonido global para el documental como en la banda sonora. Una banda sonora con atmósferas hipnóticas basadas en sonidos reales que funcionan como leit-motivs durante la narración. Los sonidos abstractos se mezclan con música real en diferentes tonalidades e instrumentos.

"Idrissa, crónica de una muerte cualquiera" está inmersa en la tradición del cine político, el tipo de cine que se hace preguntas para no dejar indiferente, remover y encontrar respuestas.


La banda sonora
Filastine es un dúo formado por el compositor/director Grey Filastine y la vocalista/diseñadora Nova Ruth. Antes de iniciar Filastine, en 2006 Grey formó parte de la marching band insurrecta Infernal Noise Brigade. Ha pasado gran parte de su vida registrando ambientes sonoros y estudiando ritmos del mundo. En uno de sus viajes a Indonesia, en 2010, conoció Nova Ruth, que formaba parte del grupo de hip-hop Twin Sista. Desde entonces Nova añadió sus raíces musicales a los sonidos de Filastine; creció escuchando música espiritual pentecostal, recitales del Corán en mezquitas y tocando músicas del Gamelan javanés. Actualmente el grupo está afincado en Barcelona.

Las composiciones de Filastine mezclan ritmos electrónicos contemporáneos con sonidos concretos, voces, percusiones y cuerdas acústicas. Son músicas futuras de un mundo futuro en el que el planeta se ha dado la vuelta, los territorios sonoros han remezclado y los ritmos sincopados orientales y las melodías asiáticas conforman un nuevo sonido urbano. Filastine ha editado una trilogía de álbumes, media docena de vinilos con diferentes sellos discográficos y numerosas mezclas conceptuales.

En el film, Filastine colabora tanto en el diseño de sonido global para el documental. Una banda sonora con atmósferas hipnóticas basadas en sonidos reales que funcionan como leit-motivs durante la narración. Los sonidos abstractos e mezclan con música real en diferentes tonalidades e instrumentos.


Los directores
Xavier Artigas y Xapo Ortega se conocen durante las protestas del 15M en Barcelona, donde participan activamente en la comisión audiovisual, lo que acabaría convirtiéndose en el canal de contrainformación 15Mbcn.tv. Es desde esta experiencia que deciden explorar nuevos formatos audiovisuales que rompan con la autocomplacencia de los movimientos sociales y el autoconsumo del vídeo político. A partir de este momento entienden el proceso fílmico y la tarea de director de cine como una performance social, un work in progress a tiempo real, en el que lo que ocurre en la pantalla es solo una parte de una experiencia colectiva que tiene por objetivo transformar la realidad -o hackearla.

Ciutat Morta (2014), su primer largometraje como dúo, no es solamente una obra de gran belleza cinematográfica que mezcla el rigor periodístico y la poesía visual: se trata de un minucioso trabajo de investigación y guerrilla de la comunicación, que acabó provocando gran revuelo social y mediático, sin precedentes en Barcelona y en toda Cataluña: portadas en los grandes periódicos, protestas en las calles, programas especiales en las principales cadenas, declaraciones institucionales en el Parlamento catalán, y alguna denuncia por parte de miembros de cuerpos policiales. También ganó más de 12 premios en festivales internacionales, incluyendo la Biznaga de Plata a mejor película documental en el Festival de Málaga (2014) o el Premio Ciudad de Barcelona (2015).

Con Idrissa, crónica de una muerte cualquiera (2018), el tándem Artigas-Ortega se radicaliza llevando su concepción del cine-acción al extremo: toda la realidad que se relata en el documental ocurre gracias al hecho de que se está haciendo una película. A modo de profecía autocumplida se huye así del llamado cine de denuncia para dar paso al cine de reparación. Y mientras, una vez más, el fuera de campo resulta tan importante como lo que se graba, a nivel formal se subvierte el lenguaje cinematográfico que tiende a asociarse al cine político. Idrissa se aleja de discursos prefabricados y lugares comunes, no cuenta lo que hay que pensar y confía en la capacidad crítica del espectador. Es a través de esta experiencia total, que atraviesa a quien la vive más allá de lo racional, que el cine se convierte en una herramienta de emancipación.