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Un lugar tranquilo 2 cartel reducidoUn lugar tranquilo 2(A quiet place Part II)
Dirigida por John Krasinski
¿Qué te parece la película?

Paramount Pictures presenta en Asociación con Michael Bay una Producción Platinum Dunes / Saturday Night de Un lugar tranquilo 2, dirigida escrita y producida por John Krasinski y protagonizada por Emily Blunt, Cillian Murphy, Millicent Simmonds, Noah Jupe, Djimon Honsou y John Krasinski. Los productores son Michael Bay, Andrew Form, Brad Fuller y John Krasinski. Los productores ejecutivos son Allyson Seeger, JoAnn Perritano, y Aaron Janus.

Escrita y dirigida por John Krasinski y producida por Michael Bay.


Cinco cosas que debes saber

UNA FAMILIA REUNIDA
Tras el arrollador éxito de la primera película, UN LUGAR TRANQUILO 2 vuelve a reunir a la asociación cinematográfica que engendró la primera, con Krasinski de nuevo encargándose del guion y dirigiendo a su esposa en la vida real, Emily Blunt. Aunque la primera película tuviese un final abierto, de suspense extremo, nunca se planteó una secuela, si bien la idea de cómo sobrevivía la gente y cómo podría seguir adelante el mundo eran cuestiones en las que Krasinski no podía dejar de pensar. "En la primera no quise abandonar los confines de la granja, pero esa posibilidad siempre estuvo presente, en un segundo plano, en mi mente. Además, la reacción que tuvo el público ante la primera película y el hecho de que la gente se plantease esa misma cuestión, me resultaron verdaderamente inspiradores. Porque en mi interior tenía un intenso deseo de explorar eso", dice Krasinski. Esto provocó el alumbramiento de una idea que le lanzó a la aventura de crear el universo expandido de UN LUGAR TRANQUILO 2.

DÍA 1
En la primera película, el público conoce a la familia Abbott en el "Día 89" tras la invasión alienígena, que no se muestra en pantalla en ningún momento. UN LUGAR TRANQUILO 2 comienza con un flashback a gran escala del terrorífico baño de sangre del "Día 1" y el público finalmente recibe respuesta a sus dudas. Mientras que UN LUGAR TRANQUILO mantenía al público en vilo en sus asientos, planteándose muchas preguntas, la segunda parte aporta contexto y da unas pinceladas sobre el mundo antes del silencio y de la travesía que comienza lugar tras el horripilante final de la primera película.

DÍA 474
UN LUGAR TRANQUILO estaba llena de imaginería icónica, de suspense infatigable y de un final cargado de adrenalina que dejó al público muriéndose de ganas de ver una segunda parte. "La primera película era absolutamente una metáfora de lo que supone tener hijos", dice Krasinski. Mientras que UN LUGAR TRANQUILO giraba en torno a los sacrificios que los padres están dispuestos a hacer por sus hijos, la segunda parte se centra en los propios hijos. "Me encanta la idea", dice Krasinski "de que esta pequeña niña tenga la respuesta, y no pueda conformarse sabiendo que únicamente está protegiendo a este pequeño grupo de personas, su familia, cuando podría estar protegiendo a todo el mundo." Buena parte de la película UN LUGAR TRANQUILO 2 se centra en la familia que trata de superar la aflicción y el dolor mientras sigue buscando una forma de sobrevivir.

MÁS ALLÁ DEL CAMINO
Mientras que la primera película estaba ambientada casi íntegramente en un único lugar, UN LUGAR TRANQUILO 2 presenta un nuevo camino. La búsqueda de otros supervivientes a la que se lanza la familia es un viaje cargado de peligros. Con un recién nacido en una caja y con un suministro de oxígeno escaso, la familia sigue adelante, recorriendo nuevos lugares amenazadores. "Si la primera película tenía un ambiente íntimo, del estilo de los western caseros, esta otra se parece más a un western itinerante", dice Krasinski, que cita los implacables paisajes de No es país para viejos, Valor de ley y Pozos de ambición, como fuente de inspiración. "Tiene un aire más épico".

LA AMENAZA EVOLUCIONA
No fue el terror lo que atrajo a Krasinski al universo de UN LUGAR TRANQUILO; fueron los sentimientos que el concepto provocaba en su interior. UN LUGAR TRANQUILO 2 no es diferente, con la introducción de nuevos personajes rodeados de misterio, interpretados por Cillian Murphy y Djimon Hounsou, que pueden ofrecer un refugio o plantear nuevas amenazas. "Lo que más claramente representan los personajes de Murphy y Hounsou es que hay más gente ahí afuera", dice Krasinski. "'Cómo han logrado sobrevivir y cómo siguen sobreviviendo se convierten en las cuestiones esenciales y el hilo conductor de la segunda parte".


Una película que define géneros, un nuevo capítulo inesperado
En 2018, la película de John Krasinski Un lugar tranquilo convirtió el silencio en el principal componente del miedo y forjó, a través del género del thriller de terror, una moderna fábula de amor, comunicación y supervivencia familiar. Con su combinación de tensión implacable y una narración en múltiples niveles sobre un clan muy estrechamente unido que se defiende de una fuerza extraterrestre inmensamente destructiva y atenta al sonido, la película se convirtió en un éxito instantáneo y en un fenómeno cultural.

Ahora llega el inquietante segundo capítulo de la historia, que arranca exactamente en el punto en el que vimos por última vez a la familia Abbott. No obstante, Un lugar tranquilo 2 también se dirige a nuevos lugares, a medida que los acontecimientos se precipitan más allá del frágil santuario del "camino de arena" que habían creado los Abbott para salir adelante en una realidad en la que una simple pisada podía ser mortal, y se adentra en el mundo de infinitos peligros que hay más allá. Ya en los momentos iniciales de la película vemos que la familia se ha dado a la fuga, dejando atrás cualquier atisbo de seguridad y buscando refugio en un pueblo que ha enloquecido por el temor. En un momento en el que la empatía y la conexión prácticamente se han esfumado de la faz de la tierra, los Abbott se esfuerzan no sólo por protegerse unos a otros de la amenaza del sonido, sino por encontrar esperanza en el terrorífico silencio sepulcral que les rodea.

"Tras la increíble acogida de la primera película, todos tuvimos la impresión de que no queríamos hacer una secuela simplemente para aprovechar el éxito de la película original", explica el productor Brad Fuller. "John tiene unos orígenes arraigados en una profunda integridad artística, así que sabíamos que no podríamos hacer otra película salvo que se sintiese motivado, y sabíamos que no se sentiría motivado salvo que el material le tocase la fibra sensible. Su cerebro es una especie de extraña cerradura de combinación y cuando hace clic, hace clic de verdad, y eso es lo que sucedió con esta idea."

La idea de que los Abbott pudiesen seguir su travesía adentrándose en el vasto territorio inexplorado que había más allá de su hogar fue una sorpresa incluso para Krasinski. Nunca se había imaginado que estaría en la situación de contemplar la realización de una secuela cuando comenzó a trabajar en Un lugar tranquilo, sin saber que la película provocaría una reacción tan profunda desde el punto de vista cultural. Además, no le gustan nada las segundas partes descafeinadas. No obstante, cuando Krasinski tuvo una idea que le pareció que podía emplearse como auténtico motor de la narración, una idea fiel a los personajes y la concepción de la película original, y que además estaba cargada de desafíos creativos nuevos, se dedicó al proyecto con la misma pasión con que lo había hecho la primera vez.

"Inicialmente, no tenía ninguna intención de hacer una secuela de la película", dice Krasinski. "En ningún momento se había diseñado la historia para que fuese una saga. Pero la fuerza del mundo que creamos ejerció una enorme atracción para profundizar más en él, para ver adónde podría llevar a los Abbott como familia."

Lo más importante para Krasinski era que si tenía que ampliar la historia, Un lugar tranquilo 2 tenía que ser, al igual que su predecesora, algo más que una experiencia sensorial visceral. También tenía que impulsar hacia delante la travesía emocional de la familia, en esta ocasión, hacia la independencia y hacia la comunidad, simultáneamente.

"Después del éxito de Un lugar tranquilo sabía que habría interés en otra película, pero no quería tener nada que ver con algo inadecuado o que no fuese una evolución natural. Así que no me importaba que hubiese otro escritor u otro director que tomasen el control. Y, sin embargo, ya había surgido el embrión de una idea en mi mente", recuerda Krasinski. "La idea se basaba en ampliar la metáfora de la paternidad para ver hasta dónde podía llegar, explorando esa evolución natural que se produce cuando los hijos abandonan la seguridad del hogar para lanzarse al mundo."

"La primera película era una historia muy íntima sobre una familia que vivía en una granja que se había convertido en su mundo. Veías que había criaturas en el exterior, pero realmente no sabías que estaba pasando en todo el mundo. Queríamos abrir un poco más ese universo", añade el productor Andrew Form.

Al igual que había hecho la primera vez, Krasinski dejó que su ansia de explorar lo desconocido marcase el camino. Eso supuso imaginar todo lo que podría haber más allá del refugio de silencio que los Abbott habían sido capaces de crear para su familia. ¿Dónde irían, qué descubrirían allí y dentro de sí mismos, si no tuviesen más opción que dejar atrás la seguridad del camino de arena?

Krasinski decidió iniciar el segundo capítulo literalmente breves segundos después del momento en el que concluye la primera película, en reflejo de la estructura clásica de los cortes en el momento de máxima tensión habituales en las series. Casi inmediatamente, los Abbott, todavía recuperándose de la pérdida del padre y marido Lee, se ven obligados a hacer lo impensable: lanzarse a la fuga. Siguen enfrentándose a la misma desquiciante disyuntiva de mantenerse en absoluto silencio o perecer, pero también son objeto de un feroz ataque de unos nuevos peligros imprevistos y espantosos que pondrán a prueba a cada miembro de la familia y su unión con los demás.

"Lo que me entusiasmó del proyecto era que John quería arrancar la acción literalmente cinco segundos después de que Evelyn cargase la escopeta en el sótano", destaca el productor Andrew Form. "Me parecía que era una forma increíble de continuar esta historia. Tienes a una madre, un bebé diminuto y dos niños... que tienen que abandonar por primera vez el mundo protector que Lee había creado para mantener a salvo a su familia."

"Fuera de la granja van a experimentar muchas más cosas", indica Krasinski. "Pero, aunque hemos ampliado mucho el entorno y la escala de la historia, la intimidad deriva del hecho de que las reglas siguen siendo las mismas. Estaba muy emocionado desde un punto de vista creativo, de tener esta oportunidad de crear un conjunto de escenarios mucho mayores que siguiesen pareciendo auténticos y apropiados para la historia y para las experiencias íntimas de la familia Abbott.

Apartar a los Abbott de sus rutinas y lanzar a la familia a un territorio dominado por el caos suponía empujarla a lo más profundo de la piscina en la más traicionera de las situaciones. Aunque, a su vez, eso no haría sino dejar aún más clara la belleza esencial de las familias: su resistencia y adaptabilidad incluso en los momentos en que todas sus creencias se derrumban.
"Si no cuentas con los dispositivos de seguridad del camino de arena y de las luces, todo se vuelve más imprevisible", describe Krasinski. "Cada paso que das es incierto. Las amenazas pueden provenir de cualquier parte. Cuando no sabes cómo vas a sobrevivir al siguiente momento, es más probable que cometas un error. Y cuando cometes un error, nuestras infames criaturas están ahí, en mucha mayor medida de lo que piensas."


Más allá del camino
El corazón que late acelerado a causa de la creciente tensión de Un lugar tranquilo 2 no ha dejado de ser la experiencia humana que inspiró a Krasinski inicialmente: la vida familiar, y la forma en que aborda constantemente la ansiedad, la vulnerabilidad, la comunicación y la necesidad por estar cerca de tus seres queridos. Sin embargo, mientras que la chispa que dio origen a la primera película fueron los temores que la reciente paternidad provocaba en Krasinski, en esta ocasión, Krasinski se centra en la que tal vez sea la transición más desconcertante a la que se enfrentan los padres: el inevitable temor de ver cómo tus hijos se aventuran en un mundo peligroso, frecuentemente en conflicto, en el que puede pasar cualquier cosa y donde las motivaciones de los demás pueden ser indescifrables.

"Tenía una idea madurando en la mente sobre la promesa que como padres hacemos a nuestros hijos en el sentido de que mientras estén con nosotros podemos mantenerles seguros", dice Krasinski. "Es una promesa que todos los padres hacen; pero lamentablemente, es una promesa que, inevitablemente, en algún momento ha de romperse, cuando los padres tienen que dejar que sus hijos se adentren por su cuenta en el mundo. En eso consiste crecer y esa era la metáfora central que quería explorar. El padre de familia ya no está, y la familia ha llegado al final de la red de seguridad que ofrecía el camino de arena. Entonces, ¿qué ocurre cuando tienes que dar los primeros pasos hacia lo desconocido?"

Krasinski continúa: "Todos tenemos la esperanza de haber preparado bien a nuestros hijos para la vida, de modo que sean capaces de sobrevivir. Pero en el fondo, se espera mucho más, se espera que tus hijos se conviertan en algo especial, que se integren en la comunidad con los demás, y esas ideas también estaban en mi mente."

De una forma muy similar a la de la primera película, Krasinski empezó a lanzarle sus primeras ideas a su esposa, la admirada estrella de Un lugar tranquilo, Emily Blunt, que consiguió un premio del Sindicato de Actores de Cine, entre otros galardones, por su emocionante interpretación de Evelyn Abbott. Y aunque Blunt se mostró claramente escéptica ante la idea de una secuela, no pudo evitar mostrarse interesada cuando vio el rumbo que adquiría el proyecto.

"Emily no iba necesariamente a formar parte de la segunda", revela Krasinski. "Me había dicho, 'Esta no la vas a hacer conmigo, así que no trates de convencerme', pero después me preguntó, 'Bueno, ¿en qué estás pensando?' Y cuando se lo dije, me respondió 'Voy a participar en la segunda, ¡y no se hable más!' A los dos nos pareció que era una evolución natural de la primera."

Blunt recuerda, "Era una idea tan perfecta que hablaba por si sola. Poco a poco, John y yo nos fuimos dando cuenta de que, secuelas al margen, los dos queríamos explorar este concepto. Si Un lugar tranquilo representaba una versión magnificada de lo que sienten muchos padres, esta historia explora hasta dónde puedes llegar para proteger a tus hijos a medida que se adentran en el mundo. Profundiza en nuestras ansiedades ante la idea de tener que dejar que nuestros hijos se adentren en una vida que puede parecer temible e intimidante."

Tanto Krasinski como Blunt sintieron la presión de tener que estar a la altura de las expectativas que este mundo, que tanta importancia tenía para ellos, podía haber levantado entre el público. La situación era muy diferente de la de la primera película, que se creó sin vínculo alguno con el exterior, sin garantías de que el concepto de alto riesgo pudiese llegar a funcionar.

"La reacción del público a la primera película fue absolutamente abrumadora para nosotros", reflexiona Krasinski. "Yo nunca había hecho nada que fuese tan personal para mí, y que el público captase todo lo que yo decía sobre la familia, a la vez que disfrutaba del resto de la película, fue muy gratificante. Pero eso significaba que esta vez tenía que pensar en el público a cada paso que daba. No es que fuese a ceder y llegar a un compromiso para complacer a los espectadores. Es más bien que me sentía moralmente obligado a hacer una película que mereciese el nivel de respeto que ya nos habían otorgado. Quería que esta película fuese un agradecimiento a nuestro público por haber recorrido junto a nosotros este viaje íntimo, que ahora íbamos a proseguir en su honor."

Blunt añade: "Nunca previmos la vida meteórica que cobraría la película. Pero ahora hemos visto que el público quería saber más sobre lo que le pasaba a continuación a la familia."

Krasinski admite que siempre se había preguntado qué cosas y qué personas había más allá del perímetro de la granja de los Abbott. "Siempre fui consciente de que al poner la imagen de incendios en la distancia en Un lugar tranquilo, estaba sugiriendo que había otros supervivientes. Pero nunca pensé que llegaría a tener la oportunidad de explorar quiénes eran esos supervivientes y de recrear el mundo en el que vivían. No obstante, en cuanto comencé, todo siguió un proceso natural."

Uno de los principales elementos de reflexión era que la familia Abbott, en la Parte 2, estaba conmocionada por la súbita pérdida de Lee, interpretado por Krasinski. De todo lo que ha de quedarse sin decir en esta época de silencio, el pesar se convierte en uno de los elementos más poderosos, una corriente que fluye con intensidad bajo la búsqueda de verdadero refugio y subsistencia de la familia.

"Perder a uno de los protagonistas principales al final de la primera película era una forma verdaderamente interesante de comenzar la segunda", observa Krasinski. "Pensé mucho en la forma de abordar la influencia que Lee Abbot sigue teniendo en la familia. Simultáneamente, estaba claro que los Abbott no iban a tener tiempo para asumir su pérdida. Tenían que actuar primero y reflexionar después. Para mí, eso era algo muy parecido a ciertas situaciones de la vida real. Durante mis experiencias personales en el ejército, los soldados siempre decían que en medio de la acción raramente pensabas en cosas como tu familia. Cuando por fin llegaba el silencio, en los momentos de respiro en medio de la locura, era cuando todos los temores y las pérdidas golpeaban de verdad. Así que los Abbott tienen poco tiempo o espacio para el pesar, y sin embargo, yo quería que los personajes abordasen sutilmente, en breves pinceladas, la pérdida de Lee, cada uno a su manera."

Aunque el recuerdo de Lee mantiene a los Abbott anclados al pasado, también están avanzando hacia un nuevo concepto que entra en juego en Un lugar tranquilo 2: la comunidad. Es algo que ha estado muy presente en las obras de Krasinski últimamente, y parece que se integra de manera innata en el hilo de la narración.

"La idea de cómo tratar con una comunidad fracturada se convierte en uno de los principales temas de esta película", dice Krasinski. "En situaciones angustiosas y difíciles, como las que se dan en el mundo de los Abbott, frecuentemente desaparece el deseo de relacionarse con otras personas, y los contactos personales pasan a estar basados en el temor. Sin embargo, creo que los Abbott tienen la ventaja de que llevan mucho tiempo centrando su atención en mantener a salvo los sentimientos de amor, seguridad y apoyo. En cualquier momento difícil, existirá la tentación de comportarse de manera puramente individualista y egoísta, pero los Abbott siguen haciendo un esfuerzo para resistirse a esa tentación."

La búsqueda de comunidad también intrigó profundamente a Blunt. "Es algo que muchas de las personas que nos rodean en el mundo pueden estar pensando ahora mismo; ¿es posible seguir extendiendo la mano hacia tu vecino cuando estás en el medio de un entorno feral?", pregunta.

Con una historia que pasa de ser la de una familia insular atrapada en su granja a centrarse en una epopeya más amplia, cuyos protagonistas buscan tanto una salida como una forma de avanzar, las aspiraciones irrenunciables del guión de Krasinski provocaron la euforia del equipo de cineastas integrado por los mismos profesionales que habían hecho realidad la primera película.

"A todos nos encantó la idea de que pueda pasar cualquier cosa después de que la familia abandone la granja", dice la productora ejecutiva Allyson Seeger. "Los Abbott deben lanzarse al mundo, con un bebé en una caja y una bombona de oxígeno... y aprender a sobrevivir."

Una de las cosas más gratificantes para los cineastas cuando se estrenó en salas cinematográficas Un lugar tranquilo fue la forma en que el público se involucró en los dilemas de la familia Abbott, preguntándose "¿qué haría yo?" "Es uno de los motivos por los que la película despegó, porque el público se convirtió en participante activo", plantea Fuller. Era una experiencia colectiva, que se reforzaba, y así queremos que siga."


Los Abbott a la fuga
Desde los adrenalínicos momentos iniciales de Un lugar tranquilo 2 la familia Abbott no tiene nunca un momento para reflexionar sobre todo lo que les ha pasado en los días precedentes. Esto es especialmente cierto en el caso de Evelyn, papel interpretado por Emily Blunt, que ahora es la madre de una familia monoparental, decidida, contra todo pronóstico, a encontrar un nuevo lugar en el que sus hijos estén a salvo, mientras que las criaturas que rodean a la familia se vuelven más terroríficas cada segundo que pasa.

Krasinski describe cómo abordó el personaje en esta segunda ocasión. "Una de mis cuestiones favoritas en Un lugar tranquilo era la dicotomía existente entre sobrevivir en contraposición a prosperar", explica el guionista-director. "Lee se daba por satisfecho simplemente con sobrevivir; Para él, lo único que importaba era meter a los niños en la cama cada noche, satisfecho de que estuviesen alejados del peligro. Pero para Evelyn nunca fue suficiente la mera supervivencia. Quería que su familia saliese adelante, y que sus hijos pudiesen tener unas vidas intensas, satisfactorias y llenas de color."

Krasinski continúa, "Ahora Evelyn tiene que asumir la desgarradora realidad de que su deseo de salir adelante y prosperar puede haber puesto a su marido en un espantoso peligro. Además, se halla en la tesitura de que ha de convertirse en la principal figura protectora de la familia, lo que significa que no puede mostrarse tan abierta al mundo como le gustaría, y que tiene que luchar contra esa predisposición."

La oportunidad de llevar al límite a este personaje tan querido, que se ve entre la espada y la pared, es lo que más atrajo a Blunt. "Evelyn no había estado nunca tan expuesta," destaca. "Ahora es una madre soltera con un recién nacido, con un hogar arrasado y sin un lugar seguro al que dirigirse. La familia no tiene dónde esconderse y únicamente le queda una bombona de oxígeno para el bebé, sin dejar de lado el hecho de que tiene que proteger a otros dos niños. Se encuentra sola, vulnerable, desolada por la aflicción y con los nervios a flor de piel".

Puede que incluso más que el desgaste del constante peligro físico, lo más difícil de superar para Evelyn sea tener que confiar en que ha preparado suficientemente bien a sus hijos para que se enfrenten al mundo por sus propios medios, pase lo que pase. "Hay una corriente subterránea muy intensa en esta película, que muestra cómo una generación trata de dar lo mejor a la siguiente, y eso se aprecia en la forma en que los niños de los Abbott salen adelante en este nuevo mundo gracias a lo que han aprendido de Lee y Evelyn", dice Blunt. "Tienen que crecer rápido y asumir el control antes de lo que podrían haberlo hecho en otras circunstancias."

Para Blunt, la clave de la actuación estaba en dejarse llevar por el descontrol de la situación, a la vez que exploraba los lugares en los que Evelyn encontraba los pequeños retazos de esperanza a los que se aferraba tenazmente. "En el plano emocional, ha sido la experiencia más abrumadora que he tenido al rodar una película", reconoce, "porque no hay un minuto de respiro para Evelyn. Todos los momentos parecen cruciales y apremiantes, sin descanso. Sin embargo, Evelyn es una persona muy optimista por naturaleza. Así que lo que realmente me interesaba como actriz era la forma en que el optimismo logra seguir vivo cuando se ve sometido a la más radical de las pruebas."

La incesante intensidad hizo aflorar un elemento esencialmente compasivo y emocionalmente auténtico en la interpretación de Blunt, especialmente en el momento en el que Evelyn ya no puede más, en un instante de calma, dice Andrew Form. "Cuando se llega al momento en el que por fin Evelyn tiene el margen suficiente para mostrar lo que realmente está ocurriendo en su interior, la escena resulta increíblemente conmovedora. La interpretación de Emily nos hizo llorar a todos".

Con Lee que ya no está y Evelyn desquiciada por el frenesí de tener que escapar con los niños, es la joven Regan la que tiene que dar un paso al frente para tratar de encontrar una solución más amplia, que la obliga a lanzarse al exterior por su cuenta y a asumir una tremenda responsabilidad. El personaje vuelve a ser interpretado por Millicent Simmonds, la adolescente sorda que fue unánimemente alabada por la crítica por su arrebatadora interpretación de Regan en la primera película. Krasinski estuvo encantado de poder contar con ella otra vez, y especialmente emocionado de poder ofrecerle la oportunidad de profundizar más en el personaje.

"Millie se plantea probablemente los desafíos más intensos de todos los intérpretes del elenco, puesto que Regan se enfrenta completamente sola a las circunstancias durante un periodo de tiempo", dice Krasinski. "Aunque tenga su audífono como arma, sigue estando en un peligro más constante que el resto de su familia, porque no se da cuenta de cuándo hace ruido. Lo que me encantó del personaje de Millie al principio es que siempre tenía esta sensación innata de ser una princesa guerrera. Sin embargo, ahora también es una chica que está sola y que tiene que descubrir si tiene o no lo que necesita para sobrevivir."

Añade Allyson Seeger: "Nos encantó la idea de que Regan fuese transformándose poco a poco en su padre. Ella es, literalmente, el futuro de esta familia, y ahora percibe la oportunidad de salir al exterior y hacer a mucha mayor escala lo que Lee Abbott había tratado de hacer en la granja."

Para Simmonds, la fuente de fortaleza de Regan proviene de su permanente conexión con Lee. "Lee siempre fue el modelo de actuación de Regan", señala. "Ahora, cuando él ya no está, lo único que ella quiere ser es la roca en la que se apoyen su madre y su hermano".

Aunque la adolescente ha heredado el talento de Lee para ver la panorámica general, Regan sigue teniendo las dudas de cualquier adolescente, lo que hace que la situación sea muy complicada. "A lo largo de todas las situaciones en las que se ve involucrada, Regan siempre se inspira en su padre, cuidando de la familia como hizo él", dice Simmonds. "Pero eso supone una enorme presión y fuente de estrés para una joven. Así que el público tiene que ver el lado vulnerable de Regan. Es una fase muy emocional de su vida y para mí fue una experiencia verdaderamente diferente."

El hecho de que las criaturas estén mutando y se hagan más inteligentes en cada momento cautivó a Simmonds. "Que ellas sean más inteligentes obliga a los Abbott a ser más inteligentes aún", musita. "Y me parece que en esta película se aprecia que una cosa que Regan aprendió de su padre es a tener confianza. Él nunca habría titubeado. Y ella empieza a aprovechar este rasgo en la segunda mitad de la película."

Para Brad Fuller, los acontecimientos que llevan a Regan a soportar la carga del amor son la piedra angular de Un lugar tranquilo 2. "El lugar al que John ha decidido llevar a Regan como personaje es consecuencia de la admiración que siente por Millie como actriz. Después de ver lo que era capaz de hacer en la primera película, sabía que podía apoyar buena parte de esta película sobre sus hombros, y Millie ha estado a la altura del reto. Ha llevado a Regan a convertirse en una heroína, con una gran humanidad."

Mientras tanto Marcus, el hermano de Regan, está conmocionado y aterrorizado por el hecho de que la familia se separe. Volviendo a interpretar el personaje encontramos a Noah Jupe, de catorce años de edad, a quien recientemente pudimos ver en “The Undoing”.

Jupe afirma que abordó Un lugar tranquilo 2 preparado para una experiencia aún más intensificada que la de la primera película. "En este capítulo pasan muchas cosas", dice. "Y como empieza inmediatamente a continuación de la primera parte de la historia, te das cuenta de que la familia no ha tenido ni un minuto para sentarse y pensar en que el padre ya no está. No tienen elección, lo único que pueden hacer es intentar dejar a un lado todas las emociones, aunque innegablemente estén ahí".

Igual que Regan, Marcus se ve obligado a madurar rápidamente en medio de peligros omnipresentes. "Creo que todas las reglas y protocolos que la familia tenía antes para hacer frente a las criaturas se convirtieron en algo rutinario, la forma normal de vivir para Marcus, pero súbitamente todo eso desaparece", dice Jupe. "Ahora tiene que aprender a ser mucho más autosuficiente. Sin embargo, en su interior, sigue aterrorizado, aunque trate de disimularlo y mostrarse valiente. Sigue siendo bastante torpe, y sigue teniendo algunos accidentes, pero hay que reconocerle el mérito de que se levanta cada vez que cae."

Para Krasinski, la posibilidad de ver cómo esta pareja de jóvenes actores en ciernes crecía y se desarrollaba constantemente fue una fuente de alegría diaria. Le resultó especialmente agradable ver cómo Simmonds y Jupe añadían nuevos niveles de complejidad a la dinámica de la familia que es el cimiento de la película.

"Millie y Noah son, verdaderamente, dos de los mejores actores con los que he trabajado", resume Krasinski. "Ver cómo se adentraban en el mundo y no sólo volvían siendo mejores actores, sino también unos seres humanos increíbles, ha sido una experiencia realmente asombrosa. Profundizaron hasta un nivel, y captaron matices, que ni siquiera yo esperaba."


Los recién llegados
Los Abbott, en su búsqueda de un refugio viable donde protegerse de los sonidos que atraen a las omnipresentes criaturas, se encuentran casualmente con un viejo conocido empeñado en vivir solo, cuyo pasado hace que les resulte difícil confiar en sus verdaderas intenciones. Se trata de Emmett, personaje interpretado por Cillian Murphy, el actor irlandés conocido por sus memorables interpretaciones en 28 días después, El viento que agita la cebada, El caballero oscuro, Origen y Peaky Blinders.

"Emmett es uno de mis personajes favoritos", reflexiona Krasinski. "Lo fascinante es que ha llegado a un momento en el que ya no siente la necesidad de formar parte de ninguna comunidad, así que cuando se encuentra con los Abbott se le plantea un verdadero dilema, porque cualquiera querría formar parte de esta familia, o al menos ayudarla en lo que pudiera. Permitir que el público acceda a este tipo de lucha interna compleja e íntima puede ser muy difícil para cualquier actor, pero Cillian Murphy es, sin duda, uno de los mejores actores con los que he trabajado, así que fuimos muy afortunados de contar con él. Nos aporta algo muy diferente a Lee, la interpretación de un personaje que no ha estado rodeado de amor y que ha sobrevivido de una forma muy diferente. Emmett tiene un elemento de oscuridad y un componente de temor que hacen que sea atractivo, pero muy imprevisible."

Para Murphy, la oferta del personaje fue cosa del destino, sobre todo porque él había querido ponerse en contacto con Krasinski, pero no se había atrevido. Murphy recuerda: "Después de ver Un lugar tranquilo, me quedé tan impresionado que pensé que tenía que escribir a John para decirle cuánto me había gustado la película. Le escribí un mensaje de correo electrónico muy efusivo, pero al final me dio vergüenza y no se lo envié. Un año o así después me llamó de forma inesperada y me dijo que iban hacer una segunda película, y me preguntó si estaba interesado. Fue una serendipia maravillosa."

Murphy también ve a Emmett como una persona que, de manera antitética a la de Lee, se encierra en sí mismo ante la dificultad, dejando todo lo demás en el exterior. "Emmett se ha encerrado por completo en su amargura", describe Murphy. "Mientras los Abbott trataban de encontrar soluciones y hacerlo lo mejor que podían, él se limitaba a sobrevivir por su cuenta. Sin embargo, encontrarse con los Abbott en la acería le provoca una conmoción que le hace salir de su aislamiento y darse cuenta de que tiene que adoptar una decisión sobre el futuro."
Otro recién llegado al reparto es el actor dos veces nominado al Oscar de la Academia Djimon Hounsou.

"He admirado a Djimon toda mi vida, desde Gladiator (El gladiador) y Amistad", dice Krasinski. "Sin embargo la película que me dejó sin palabras y el motivo por el que le elegí para esta película fue En América. Djimon tiene una vena emotiva innata. En cuanto ves cualquiera de sus interpretaciones sientes un nudo en la garganta."

Tras quedar enamorado de Un lugar tranquilo la primera vez que la vio, Honsou se emocionó con la oportunidad de crear un nuevo personaje para el nuevo capítulo y de colaborar con Krasinski. "Es maravilloso trabajar con un director que es tan buen director de actores", afirma. "El método de John consiste en estar muy pendiente de lo que necesitan los actores. Tiene un estilo de trabajo con el elenco abierto, orgánico, y si hay algo que caracteriza esta historia y todo lo que la rodea, es que siempre ha sido algo muy muy orgánico, natural."


En busca de un nuevo lugar tranquilo: Localizaciones
Mientras que Un lugar tranquilo estaba meticulosamente confinada, y se rodó en muy pocos escenarios alrededor del valle del Hudson, en Nueva York, Un lugar tranquilo, 2 abre por completo el universo de la película, cuyo ámbito y escala pasan a ser todo un mundo asediado. Krasinski tuvo desde el principio la imagen de una película de carretera que avanza hacia el exterior, para explorar el pueblo de los Abbott, un centro fabril de un antiguo cinturón industrial de Estados Unidos, que se remonta a la edad dorada del acero, con unos personajes que entraban y salían de espacios a la vez íntimos e inmensos.

"Nuestra historia es tan caótica y delirante que en ocasiones quería ser capaz de abrirla, cerrarla y volverla a abrir, casi como la apertura de una cámara", describe Krasinski. "Así que vas a lugares pequeños, después a enormes espacios, y luego vuelves a lugares pequeños. Creo que hay algo verdaderamente bello en ese tipo de dinámica, puesto que ayuda a explorar la metáfora más general de nuestro país, que está saliendo de una era industrial de gran crecimiento para adentrarse en el momento en el que nos encontramos ahora, en el que esa era va desapareciendo. Y tal vez no deberíamos permitir que desapareciese. Eso es lo que le pasa a esta familia: viven en una desagradable realidad moderna, pero todo a su alrededor les recuerda la magnitud del lugar que ocupo nuestro país en otro tiempo."

Presenté esta visión a dos nuevos colaboradores que acabarían dirigiendo a un esforzado equipo técnico: el diseñador de producción nominado dos veces al Oscar de la academia Jess Gonchor, cuyos trabajos de diseño más recientes han sido las producciones, totalmente opuestas, de la película de Greta Gerwig Mujercitas y la de los hermanos Coen La balada de Buster Scriggs; y la directora de fotografía, Pôlly Morgan, que se encuentra en un periodo de rápido desarrollo profesional, y que recientemente rodó Lucy in the Sky.

Krasinski se basó en las generaciones de trabajadores siderúrgicos de Pennsylvania de su propia familia para trazar los perfiles de lo que quería mostrar del pueblo. "Me interesaba la idea de que los malos tiempos habían llegado a esta comunidad mucho antes de que lo hiciesen las criaturas", explica. "Y esa idea provenía muy claramente de mi abuelo y de mi padre, que habían trabajado en las acerías de Pittsburgh. Fue una especie de homenaje a ellos y a todas las historias que había escuchado sobre aquella comunidad".

Gonchor ya tenía alguna idea sobre el lugar en el que podría recrear la textura y la extensión de los paisajes industriales abandonados que Krasinski había imaginado en su mente. Al haber ido a la universidad en Buffalo, el diseñador de producción sabía que en la cercana Lackawanna había unos edificios antiguamente imponentes, pero ahora abandonados, restos de la época en que había sido sede de una de las mayores siderúrgicas del mundo: Bethlehem Steel.

Cuando Gonchor le mostró a Krasinski fotos de la instalación de Bethlehem Steel, antiguamente majestuosa en sus 1300 acres de extensión, y actualmente cubierta de oxido y abandonada, el director quedó fascinado. Para cuando Krasinski visitó y vio el conjunto de belleza fantasmagórica, terrorífica inestabilidad y pinceladas de esperanza que encerraban aquellas ruinas, ya estaba convencido.

"Estaba buscando un sentimiento que únicamente podía encontrarse en un auténtico pueblo dedicado al acero, y Bethlehem Steel llegó a tener aquí a 22.000 personas trabajando", explica Krasinski. "La fábrica era tan grande que tenían su propio departamento de bomberos, su propio hospital y su propia policía. Todo un pueblo que fue construido básicamente para servir de base a los trabajadores de la acería. Por descontado, la acería lleva casi 40 años sin funcionar, pero en su actual estado de abandono resultaba increíblemente cinematográfica. Habría sido imposible que una persona crease la multitud de edificios decrépitos que hay allí, y que inherentemente tenían esa dimensión de pérdida que yo estaba buscando".

"Bethlehem Steel fue un auténtico regalo," añade Gonchor. "Tuvimos que limpiar el lugar y retirar ciertas ruinas para que resultase seguro para los actores y el equipo técnico, y después tuvimos que hacer que pareciese más abandonada, más invadida por la naturaleza, lo que supuso un tremendo trabajo para el departamento de plantas. No obstante, en términos generales, tanto John como yo nos sentimos como niños en una tienda de caramelos, porque era imposible hacer un mal fotograma con esos exteriores".

Seeger resume: "Es un lugar que parece literalmente congelado en el tiempo, con edificios y estructuras que dan la impresión de que alguna criatura ha pasado por allí arrasándolo todo."
Otra antigua planta industrial en el exterior de Buffalo, Buffovak también acogió parte de la producción. Gonchor transformó la enorme estructura vacía en varios escenarios evocadores.
"John quería espacios verdaderamente grandes, del tamaño de catedrales, y no podríamos haber encontrado un lugar como este en ningún otro sitio", indica Gonchor. "He estado en muchos almacenes, pero nunca había visto uno tan grande. Estaba completamente vacío, dentro no había nada, por lo que pudimos crear nuestros escenarios desde cero. Y nuestra directora de fotografía Dolly encontró formas maravillosas de trabajar con la iluminación y de fotografiar estos enormes espacios."

Krasinski añade: "Lo que me encantó de Buffovak fueron los bellos ejes de luz que provenían de un enorme ventanal, de 15 metros de altura, que se extendía a lo largo de todo el edificio. Y como Jess tiene tanto talento, pudo añadir detalles y capas a todas y cada una de las tuercas y tornillos para crear algo especial. Mantuvimos muchas conversaciones sobre las paletas de color, el envejecimiento y cosas así, pero su presentación de estos escenarios fue mucho más allá de lo que yo había imaginado. Casualmente, Jess también había diseñado No es país para viejos, que era la estrella que nos guiaba en cuanto al tono visual de la película. Comprendió todo lo que yo quería".

Gonchor disfrutó especialmente readaptando la oficina de un capataz en la segunda planta de Buffovak, en donde creó el espacio que Emmett se había preparado para ir tirando. "Al principio me había mostrado intransigente en que el apartamento de Emmett se recreara en un estudio", recuerda Krasinski. "Pero cuando vi aquella escalera trasera en Buffovak, era tan cinematográfica que me quitó la respiración. Y después, cuando llegué a la parte de arriba de la escalera y vi aquellos suelos completamente desastrados, combados, y los techos que se caían y tenían goteras, supe instantáneamente que lo había encontrado."

A Gonchor le fascinó que el escenario ofreciese las panorámicas de 360 grados que le gusta ofrecer a los directores. "Hubiera sido imposible construir algo así de detallado", dice. "El color de las ventanas era exactamente el que quería, pero tal vez nunca hubiera conseguido lograrlo por mi cuenta. Era un auténtico parque de atracciones cinematográfico. En cualquier lugar al que John y Polly se les ocurriese dirigir la cámara podías encontrar oro".

Para Millicent Simmonds, rodar escenas en el ambiente palpablemente caótico de los espacios de la vieja fábrica le permitía percibir aún más lo que le estaba ocurriendo a Regan, de un modo instintivo. "Mientras corría a lo largo de todas las cubas, el polvo y el humo de los escenarios, la sensación no podría haber sido más auténtica", dice.

Brad Fuller añade: "Como los diálogos son tan limitados, el escenario se convierte en realidad en otro personaje de la película y ayuda a narrar la historia. Aunque el tamaño y el alcance de algunos de nuestros escenarios se salían de lo normal, Jess también pudo lograr que pareciesen íntimos y personales, cosa que no es fácil de lograr. Transportan al elenco y al equipo técnico a la cruda realidad de los Abbott."

Entre los otros exteriores principales destacan la villa de Akron, la Sociedad Histórica del Ferrocarril del Oeste de Nueva York, Olcott Beach, el Centro de Conferencias de Dunquerque, el Puente de Grand Island, Buffalo Film Works y un tren fuera de servicio de MTA Metro North en donde tiene lugar un momento de infarto.

A pesar de la preponderancia de la mugre y decadencia en los escenarios, Polly Morgan acordó con Krasinski que iban a tratar de sacar del mundo ampliado de los Abbott todo el color humano y vibrante que fuese posible, lo que les llevó a la decisión de seguir usando película de celuloide de 35 mm. "Igual que había hecho en la primera película, John quería usar mucho color cálido, saturado", explica Morgan. "Y como la familia ahora está en el mundo exterior, también queríamos centrarnos en la iluminación natural, en la frialdad de la luz de luna y la calidez de las hogueras."

Morgan estaba especialmente emocionada ante el reto de crear "terror a la luz del día", en este nuevo capítulo, convencida de que podía llegar a ser aún más horripilante. "Cuando es de día, estás expuesto", señala. "Me parece que el sentimiento de exposición no hace sino acentuarse cuando sabes que las criaturas pueden venir de cualquier parte, y eso da aún más miedo que algo escondido en las sombras oscuras. Además, todas las escenas rodadas con luz de día en la película son realmente útiles al objeto de preparar el ambiente para las escenas más oscuras de la película".

Krasinski y Morgan hablaron de usar una cámara sobre un vehículo autónomo en constante movimiento, que, al igual que los Abbott, nunca se detuviese. Pero Krasinski también quería usar tomas largas, sinuosas, que fluyesen, sin cortes que pudiesen aliviar la tensión, y mantener al público en el filo e inseguro sobre lo que iba a pasar a continuación, al final de cualquier toma. La transparencia de estas tomas largas exigía una gran planificación, pero servía para que el público se sumergiese más en la sensación de peligro incesante.

"Para esta película, John no sólo quería que la cámara estuviese en constante movimiento, sino que también tuviese una sensación de fluidez y de ligereza. Así que, a diferencia de la primera película, en la que se recurrió principalmente a la Steadicam y estabilizadores de mano, en esta optamos por usar muchas grúas e incluso un coche eléctrico", dice Morgan. "El ritmo es suave, para generar esa sensación de nostalgia, e hicimos muchas tomas en las que la cámara empezaba con un encuadre muy amplio que poco a poco se iba cerrando. Buena parte del sentimiento de acoso implacable proviene de que la cámara se desplace junto al actor, siguiéndole a lo largo de cada segundo de la acción, sin dejar nada oculto".

Aunque a Krasinski le encantó tener tanto territorio adicional para explorar, estaba decidido a que el énfasis principal de la película siguiese centrado en las emociones y conexiones de la familia. "Interpretar en estos enormes parques de atracciones visuales es tan interesante como estresante", comenta. "Pero una cosa que dejé clara en el momento de comenzar fue que no estaba dispuesto a hacer esta película si se perdía el aire de intimidad. Así que, aunque fuésemos a explorar unos ámbitos mucho más amplios, los valores esenciales de esta familia seguían siendo el motor de todo. Creo que la intimidad es lo que evita que los temas que planteo acaben ahogados por la acción. Toda la acción y los efectos especiales derivan de la historia, y no viceversa. Me gustan los efectos especiales tanto como al que más. Pero quería que todo lo que ocurre pareciese una consecuencia natural de la situación en la que se encuentran Evelyn, Regan y Marcus.

La insistencia en la apariencia natural también inspiró a Krasinski a integrar la mayor cantidad posible de interpretación real en los efectos, y a utilizar a los especialistas de escenas de acción con cuentagotas. "John tenía un gran interés en que los actores formasen parte de la acción", indica Fuller. "En la mente de John, la acción nunca debe ser un fin en sí mismo. Toda escena de acción debe ser una oportunidad de descubrir algo más sobre los personajes. Por ese motivo esta película sigue pareciendo un drama humano incluso en medio de esos sobresaltos de infarto".


Las criaturas que evolucionan
En Un lugar tranquilo 2, no solo se amplía el universo de la acción, sino que también lo hace la experiencia del público con las terroríficas criaturas encolerizadas ante el más nimio de los sonidos humanos. Como en este capítulo hay más criaturas que aparecen en más entornos, incluso a la luz del día, Krasinski tuvo que imaginar y desarrollar aún más la mecánica de los instintos más básicos de las criaturas. Eso supuso reflexionar sobre la forma en que podían estar aprendiendo de los humanos, lo que las convertía en más poderosas e inexpugnables.

"Todos hemos crecido viendo películas de extraterrestres en las que la vida inteligente adopta una decisión consciente de tomar el control de la tierra, quitándosela a la humanidad. Sin embargo, yo no había visto antes muchas películas en las que la forma de vida extraterrestre fuese más bien un parásito que resultaba estar perfectamente evolucionado para eliminar a los seres humanos", indica Krasinski. "En la primera película, las criaturas se limitan a correr de un lado a otro y atacar a todo lo que haga ruido. Sin embargo, al igual que cualquier otra forma de vida, evoluciona, y han estado aprendiendo. Ahora, se han dado cuenta de que cuanto más silenciosas sean, más probabilidades tienen de detectar a los seres humanos. Así que ahora hacen mucho menos ruido, lo que las convierte en mucho más peligrosas."

Al igual que el primer capítulo dependía en gran medida de la combinación del diseño de imagen y sonido con la interpretación, en la segunda parte ocurre lo mismo, pero con un nivel de complicación aún mayor. Krasinski estuvo encantado de volver a trabajar con el supervisor de efectos visuales ganador del Oscar de la academia Scott Farrar, de Industrial Light & Magic, que se había encargado de crear las criaturas de la primera película. Pidió a Farrar que se mantuviese fiel a los diseños originales, pero que fuese aún más allá, instrucciones que entusiasmaron a Farrar.

"El desafío en cualquier secuela es que uno quiere poder hacer algo nuevo, diferente y más emocionante", dice Farrar. "Ahora teníamos la oportunidad de mostrar a las criaturas en todo tipo de nuevas circunstancias y condiciones. Hay muchas más criaturas. Son mucho más peligrosas. Y han mejorado mucho su capacidad para detectar dónde se esconden los humanos, así que el factor temor aumenta de forma imparable."

Para Krasinski, el mero hecho de tener la oportunidad de trabajar con Industrial Light & Magic en Un lugar tranquilo había sido un momento especialmente destacado en su carrera como cineasta, un auténtico hito que nunca dio por hecho. "Es un grupo de personas que se dedican en cuerpo y alma a demostrar que la imaginación no tiene límites, y te hacen saber que todo es posible", dice. "Me sentí muy afortunado por el hecho de que les emocionase tanto la primera película. Dijeron que les recordaba a sus primeros tiempos, cuando trabajaban para Spielberg haciendo efectos basados en la narración, y eso era el mayor de los elogios."

Ahora, cuando ya teníamos una base sobre la que trabajar, las posibilidades eran aún más emocionantes. "Scott y yo siempre habíamos estado de acuerdo en que las criaturas no se diseñan para que tengan un aspecto impresionante, sino para que den una intensa sensación de realidad, con la esperanza de que también tengan un aspecto impresionante. Ya habíamos desarrollado un gran conjunto de reglas que explicaban en el comportamiento de nuestras criaturas, así que en esta ocasión la cuestión era qué más cosas se podían hacer con ellas. La respuesta fue que se podían hacer muchas más cosas. Las vemos a la luz del día, en el agua, en medio del fuego, haciendo complejas escenas de acción, incluso vemos cómo reaccionan ante las armas. Nunca habían experimentado el efecto de un arma utilizada contra ellas, así que ¿cómo abordan esa realidad? Fue muy divertido explorar todas estas cuestiones".

A Farrar le encantó disponer de algo que anteriormente había sido muy escaso: tiempo para planificar y actuar. "Contar con más tiempo supuso que pudimos hacer animaciones mucho más interesantes, de modo que se puede ver a las criaturas desde diferentes ángulos y en diferentes persecuciones y enfrentamientos que antes no había sido posible mostrar", dice.
A la luz del sol, también es posible ver más texturas y colores de la piel de las criaturas. "Su piel es parecida a la de la 'gente del pantano', cuerpos que se encontraron conservados en turberas en lugares como Irlanda", describe Farrar. "Tienen una piel que parece cuero envejecido, casi prehistórico, y esto ha resultado ser verdaderamente fascinante en todos los tipos de iluminación a los que hemos sometido el material".

También se pueden apreciar en primer plano más detalles del aspecto físico de las criaturas. "El público llegará a ver por primera vez que tienen garras, por ejemplo", indica Farrar. "Pero realmente no hemos añadido nada nuevo al aspecto de las criaturas, al margen de los detalles. Al contrario, en lo que nos hemos centrado realmente es en crear la sensación de que las criaturas cada vez son más inteligentes, así que la situación empeora para la gente que sigue viva."

A pesar del extremo peligro y las emociones que impulsan a los personajes, la atmósfera en el plató de rodaje era inventiva, exuberante y de estrecha relación, destaca Emily Blunt. Afirma que todo se debe al tono marcado por Krasinski, que aborda todo, ya sean efectos, diseño, fotografía, interpretación o posproducción, con la misma energía desbordante.

"John es una fuerza de la naturaleza", dice. "Es como un huracán que llega e inspira a todo el mundo a tratar de seguir la estela de su torbellino de energía. A la vez, sabe cómo liderar a la gente con pasión y entusiasmo. Es capaz de comunicar todos los detalles y aspectos sutiles de su visión al elenco y el equipo técnico, pero también sabe cuándo tiene que ceder y dejar el espacio creativo que necesita el artista."

Andrew Form se hace eco de los sentimientos de Blunt. "Un lugar tranquilo formaba parte de su ADN, al extremo de que nunca he visto nada similar en un cineasta en toda mi carrera. Puedes preguntarle a John cualquier cuestión, cualquier historia secundaria, cualquier cosa sobre el mundo de Un lugar tranquilo, y te responderá inmediatamente. Trabajar con un cineasta así es una auténtica bendición".

Para Krasinski, fue muy emocionante volver a un terreno familiar con la familia Abbott, a la que siempre se había sentido muy unido, pero fue aún más emocionante poner patas arriba su ya de por sí desquiciado mundo y empujarles hacia el nuevo abismo... para descubrir que los personajes se mostraban a la altura de la situación.

"La primera película fue sólo una pequeña parte de lo que era posible en este mundo", concluye Krasinski. "Este capítulo contiene todo lo que le gustó al público en el primero, pero todos los pasos que Evelyn y sus hijos dan son nuevos para ellos, nuevos para nosotros y mucho más peligrosos. Los Abbott han perdido todos los trucos que empleaban para mantenerse vivos, que eran el eje de la primera historia, y por primera vez desde que esto comenzó, tienen que recurrir a otros y confiar en ellos. Es un momento aún más atemorizante de su vida, pero la aventura es tremendamente excitante."