
Cómo ahorrar dinero en tus suscripciones mensuales
Hoy en día casi todo el mundo tiene varias suscripciones. Netflix para ver series, Apple Music o Spotify para escuchar música, Amazon Prime para los envíos rápidos y las películas, y algunas más según gustos o necesidades. Al principio parecen precios pequeños, pero poco a poco la suma se vuelve grande.
Según un informe, el gasto medio en suscripciones digitales en España ya supera 45 euros al mes por hogar. Esto significa más de 500 euros al año, una cifra nada despreciable. Por eso merece la pena buscar formas de ahorrar sin renunciar a lo que te gusta.
Pagar el año por adelantado
Muchas plataformas ofrecen un descuento si pagas todo el año en lugar de hacerlo mes a mes. Por ejemplo, si una suscripción cuesta 10 euros al mes, en total pagarías 120 euros al año. Pero si pagas de golpe, a veces el precio baja a 100 o 110 euros. Recientemente, Netflix aumentó el precio. Parece poca diferencia, pero en varias suscripciones puede suponer un ahorro de decenas de euros cada año.
Además, pagar el año completo te obliga a pensar si de verdad usas el servicio con regularidad. Si no estás seguro, quizá es mejor mantener el pago mensual hasta ver si lo aprovechas de verdad.
Evita acuerdos que usar intereses
Evita hacer cualquier tipo de acuerdo en el que tengas que usar intereses o pagar un préstamo para financiar tus suscripciones, porque al final estos pagos terminan siendo mucho más caros. Lo que parece una pequeña cuota mensual puede aumentar rápidamente con los intereses, lo peligro es que acabarás pagando mucho más de lo que realmente cuesta el servicio.
Compartir con la familia
Otra opción sencilla es compartir las cuentas con familiares o amigos. Muchas plataformas tienen planes familiares que permiten varias pantallas o perfiles a la vez. El precio sube un poco, pero dividido entre todos sale mucho más barato que pagar cada uno por separado.
Por ejemplo, Spotify tiene un plan familiar que permite hasta seis cuentas individuales por un precio mensual bastante más bajo que seis suscripciones normales. Así, todos tienen su música y listas personalizadas, pero a un coste reducido.
Aprovechar las pruebas gratuitas
Casi todas las plataformas ofrecen un periodo de prueba gratis. Puede ser una semana o incluso un mes entero. La idea es probar el servicio antes de pagar, pero también puedes usar estas pruebas de forma estratégica.
Si solo te interesa ver una serie concreta o escuchar música en vacaciones, puedes activar la prueba gratuita en ese momento y cancelarla antes de que empiece el cobro. De esta manera disfrutas del contenido sin pagar más de lo necesario.
Eso sí, es importante apuntar la fecha de finalización para no olvidar cancelar a tiempo. Muchas personas acaban pagando meses extra solo por descuido.
Suscribirse solo cuando lo necesitas
No hay ninguna regla que diga que debes estar suscrito todo el año. Si sabes que en verano apenas ves televisión o que en invierno escuchas menos música, puedes cancelar la suscripción y volver a activarla cuando de verdad la necesites.
Por ejemplo, algunas personas solo pagan Netflix un par de meses al año para ver las series nuevas que les interesan. Después cancelan hasta la próxima temporada. Así disfrutan del contenido sin gastar dinero en los meses en que no lo usan.
Conclusión
Las suscripciones digitales hacen la vida más cómoda y entretenida, pero también pueden convertirse en un gasto silencioso que crece cada mes. Pagar el año por adelantado, compartir con familia, usar las pruebas gratuitas y suscribirse solo cuando sea necesario son formas simples de ahorrar dinero sin perder acceso al contenido que te gusta. Con un poco de organización, esos 45 euros al mes pueden reducirse de manera considerable.