Cómo los artistas generados por IA están reconfigurando la industria musical

La industria musical no es ajena a la reinvención. Del vinilo al streaming, de lo analógico al autotune, la forma en que creamos, consumimos y conectamos con la música está en constante evolución. Pero en los últimos años ha surgido una nueva frontera, que tiene menos que ver con los instrumentos y más con los algoritmos.

Estamos hablando del auge de los artistas generados por IA: músicos virtuales que no respiran, duermen ni envejecen, pero que publican música, ganan seguidores e incluso hacen giras (digitales).

De hecho, la IA está presente también a la hora de tratar de realizar predicciones de apuestas. Ciertos usuarios la utilizan para analizar aspectos de un partido. Es por eso que se espera que esta tecnología sea cada vez más utilizada.

Se trata de un movimiento aún incipiente, pero ya está planteando cuestiones fascinantes sobre la autoría, la creatividad y el futuro de la interpretación.


¿Qué es realmente un artista de IA?
Los artistas de IA pueden adoptar muchas formas. Algunos son personajes totalmente virtuales creados mediante modelado 3D y voces sintéticas, como FN Meka (un polémico rapero de IA que firmó brevemente con Capitol Records) o NOONOOURI, un cantante pop de IA que debutó en un gran sello.

Otros son más colaborativos: músicos que utilizan herramientas de IA para generar melodías, letras o capas instrumentales que luego son refinadas y producidas por humanos. Lo que distingue a estos artistas es que no son personas reales, pero producen contenidos muy reales.

La tecnología que los sustenta combina modelos de aprendizaje automático entrenados con miles de canciones, programas de síntesis de voz como ElevenLabs o AudioLM de Google, y CGI para la representación visual. En algunos casos, las letras están escritas por modelos lingüísticos de IA que imitan la profundidad emocional de los compositores humanos.


El algoritmo de Spotify ya está escuchando
Muchos artistas creados con inteligencia artificial publican ahora sus canciones directamente en Spotify, YouTube y TikTok, donde los oyentes no suelen distinguir entre la música creada por máquinas y la creada por humanos. De hecho, Spotify ha reconocido que la música generada por IA está creciendo rápidamente, tanto en número de transmisiones como de envíos.

Y lo que es más, estas canciones a menudo se adaptan a las tendencias y se optimizan para la viralidad. Una máquina no se bloquea al escribir ni necesita un descanso para ir de gira. Puede publicar música nueva a diario, en cualquier idioma, y cambiar de género a voluntad. Para las discográficas y los productores, esto es a la vez emocionante e inquietante.


¿Serán las estrellas virtuales del pop la próxima gran novedad?
En Japón y Corea, los ídolos virtuales ya se han generalizado. Hatsune Miku, la famosa cantante de Vocaloid, lleva actuando en conciertos holográficos desde la década de 2000. Pero ahora, el mercado occidental se está poniendo al día... y va más allá.

Universal Music Group acaba de contratar a una cantante de IA con un motor de voz propio. Mientras tanto, plataformas como Soundful y Boomy permiten a cualquiera crear pistas impulsadas por IA que pueden publicarse en cuestión de minutos.

Con Instagram, TikTok e influencers virtuales como Lil Miquela dominando los periodos de atención, es natural que los próximos iconos de la música no existan nunca fuera de los píxeles y el código.


¿En qué situación quedan los músicos humanos?
En lugar de dejarse llevar por el pánico, muchos artistas están optando por aceptar la IA como una herramienta, no como una amenaza. Los creadores independientes utilizan la IA para mejorar la producción, remezclar sus propias voces o superar bloqueos creativos. Algunos grandes productores incluso utilizan la IA para probar qué melodías o tempos resuenan mejor antes de componer un tema completo.

En este sentido, la IA podría convertirse en el nuevo sintetizador: una innovación antes controvertida que con el tiempo se convierte en parte de la norma creativa.