Canciones que nos enseñaron a sentir

Si bien es cierto que no todas las canciones logran esa conexión íntima y profunda, las que lo hacen, suelen tener un componente universal. Son las que hablan de las emociones humanas y de situaciones que todos vivimos en algún momento de nuestras vidas.

Un ejemplo de ellos son canciones como “Fix You” de Coldplay, “Gracias a la vida” de Violeta Parra o “Hallelujah” de Leonard Cohen que con solo oír los primeros acordes, ya todo el mundo sabe de qué se tratan. Incluso si estas canciones suenan en espacios lúdicos como pueden ser en alguno de los mejores casinos online donde la música tiene un papel muy importante. Porque cuando estás concentrado jugando por ejemplo en una máquina tragaperras, la banda sonora que suena y los sonidos envolventes te aportan un extra de emoción. Por eso la música es mágica, porque está presente incluso cuando estás en un ámbito de entretenimiento.


Las emociones que aprendimos en versos
Una de las grandes cualidades de la música es poner en palabras aquello que sentimos y muchas veces no sabemos cómo expresar.

El amor en todas sus formas
Sin lugar a dudas, es el tema principal de la gran mayoría de canciones. Es el motor para la creación musical, pero no sólo el amor romántico, sino el amor en general. Canciones dedicadas a la familia, a los padres, a los hijos, a los amigos, y por supuesto, a esos amores del pasado, a los prohibidos, a los que aún duelen.

En este contexto, canciones como “Something” de The Beatles, “Amor eterno” de Rocío Dúrcal, “Te recuerdo Amanda” de Víctor Jara o “Both Sides Now” de Joni Mitchell son un claro ejemplo de cómo nos ayudan a comprender aún mejor el amor en todas sus facetas.

El dolor que se canta para aliviar
Y cuando el amor duele y el alma pesa, las canciones pueden ser un alivio, compañía y hasta una catarsis. Aquí, géneros como las baladas, boleros o el tango, son propicios para ello, para gritar ese dolor y sacarlo afuera.

“Someone Like You” de Adele, “La llorona” en la voz de Chavela Vargas, “El breve espacio en que no estás” de Pablo Milanés. Todas ellas son ejemplo de cómo se puede expresar el dolor de mil formas cantando incluso en soledad. Es como si al hacerlo, esa canción se llevara un poquito de ese dolor.

El coraje de ser uno mismo
Pero no todas las canciones tienen que ser tristes o dolorosas. Las hay también que nos brindan esperanza, alegría y que resultan realmente una caricia, dejando un mensaje bonito y reflexivo, de empoderamiento y de resiliencia.

“Born This Way” de Lady Gaga, “Color Esperanza” de Diego Torres, “I Will Survive” de Gloria Gaynor o incluso “Soy yo” de Bomba Estéreo, son himnos donde se nos recuerda el valor de la vida y de uno mismo. Al escucharlas, siempre dejan un halo bonito y un empuje inspirador.


¿Qué hace que una canción se vuelva emocionalmente inolvidable?
Para que una canción se convierta en algo inolvidable, hay que prestar atención a muchos elementos, no solo a su letra ni tampoco solo a la melodía. Una canción que se convierte en algo emocionante lo hace porque tiene un conjunto de factores que la hacen auténtica.

Algunos de esos elementos que hacen que las canciones nos transmitan tanto son:

· Interpretación del artista.
· Letra que pone en palabras algo universal pero difícil de decir.
· Contexto social o personal que intensifica el significado.
· Conexión emocional inmediata.

Por ese motivo, a cada uno nos llegan canciones diferentes. Si bien hay algunas que son más universales, cobran sentido cuando se entrelazan con nuestras vivencias personales.


La música como espejo cultural
Más allá de acompañar las emociones individuales, la música también refleja lo que es el estado de ánimo del colectivo o de una generación. Hay canciones que han sido la banda sonora de momentos históricos en el mundo como protestas o revoluciones. Incluso, fueron las canciones icónicas en momentos de tragedias.

Canciones como “Imagine” de John Lennon, “Only You” en los años 80, o incluso temas populares que suenan en fiestas locales, eventos deportivos o manifestaciones, son ejemplos claros de cómo la música también construye memoria colectiva. Así, esa canción ya pasa a representar un mensaje universal.


Nuestra banda sonora personal
Si tuvieras que hacer una Playlist con las canciones que marcaron tu vida emocional… ¿qué canciones incluirías? ¿Cuál sonaba cuando te enamoraste por primera vez? ¿Qué canción te ayudó a cerrar una etapa? ¿Qué tema cantas cuando necesitas fuerza?

Aunque las listas de éxito cambien, las canciones reales no envejecen y siguen latiendo con nuestras emociones. Porque al final, siempre recordamos a alguien con esa letra o a una situación con esa canción. Como siempre, la música nos deja momentos irrepetibles.