España constituye "uno de los peores mercados" del continente europeo para la industria discográfica desde 2005 a esta parte. El diagnóstico corresponde a la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, en sus siglas inglesas) y figura en la nueva edición de su anuario Recording Industry in Numbers 2010 (La industria discográfica en cifras), que se da a conocer este mediodía en Londres. Según los datos recogidos en este exhaustivo informe comparativo internacional, las ventas de música grabada en España han descendido un 43 por ciento durante los últimos cinco años, una cifra que casi duplica la media europea en ese mismo periodo: el 23 por ciento.
El caso español resulta tan dramático que merece un destacado especial en el estudio de la IFPI. Las cifras que maneja esta Federación revelan que el volumen de negocio del sector en España alcanza hoy el 38 por ciento del valor que tenía en 2001, a pesar del notable esfuerzo asumido en solitario por la industria en promover nuevos modelos de negocio en el terreno digital que vinieran a sustituir la venta física tradicional. En la actualidad, basta con despachar una media de 7.000 ejemplares semanales de un disco, ya sean físicos o a través de los nuevos canales digitales, para alcanzar el número 1 en ventas; en 2004 aún hacía falta vender unas 26.000 unidades.