En ocasiones es complicado clasificar el estilo musical de un artista. Drake es algo más que un rapero. Es uno de esos músicos que lleva al hip-hop a otra dimensión más accesible, más cercana a la música pop, más digerible por el gran público.
De su nuevo disco: Nothing was the same, publicado el pasado 24 de septiembre, se llevan ya más de 1 millón de unidades vendidas solo en Estados Unidos.
No sabemos que le parecerá todo esto a Kanye West, cuyo endiosamiento no le está ayudando nada en su carrera. Con Yeezus, publicado el pasado mes de junio, no ha alcanzado el éxito que esperaba.