San felices
Folk - RockFecha de publicación del disco: 17 de octubre de 2025
1.San felices
2.Letra helvética
3.Alsa pa Madrid
4.Si bailas bailo
5.La vida en rosa
6.No te necesito para ser feliz - con Repion
7.Píntalo todo de negro
8.Desde Marte
9.Los tiempos que vivimos
10.Días difíciles
11.Todos sonríen menos yo
12.Subiendo como El Chava Jiménez - con Leiva
13. Los que estuvieron
San felices es el sexto álbum de estudio de La Maravillosa Orquesta del Alcohol (abreviado La M.O.D.A.). Es una colección de historias que se encuentran en lo esencial, sin necesidad de forzar un relato común. A lo largo del disco aparecen tres ejes que lo atraviesan: el viaje entendido como movimiento y transformación; el tiempo y la huella inevitable de su paso; y lo humano, con sus emociones y vínculos compartidos.
Canciones hablan de lo que todos vivimos, sentimos y compartimos. Un trabajo que mira de frente a lo universal y que conecta a través de lo más simple y lo más verdadero.
Con Los tiempos que vivimos como primer adelanto. Dan continuidad No te necesito para ser feliz con Repion, y La vida en rosa. Con la pista titular como apertura y single de enfoque. También como invitado Leiva, en una canción dedicada al ciclista El Chava Jiménez.
Debuta en el número 1 de la lista Top 100 Álbumes España.
Presentación del disco (Firmado por: Miguel Ángel Hoyos)
A la izquierda del Arlanzón, en los arrabales de Burgos, desde el Convento de Santa Dorotea y hasta la Torre de San Zoles, hubo en tiempos huertos y un arroyo llamado Valdechoque. Por allí abundaron alfareros, de aquellos que moldeaban el barro con las manos para conseguir algo a la vez rudo y delicado. Ese barrio se llama San Felices (San Pedro y San felices), y por allí han vuelto los alfareros, esta vez de la música, para moldear un disco que es a la vez rudo y delicado, doloroso y gozoso, social e íntimo, bailable y llorable, afilado y sedoso, un disco que tiene mucho de confesión y otro tanto de grito. El disco se titula “San Felices”, comienza con unas campanas y sigue con un verdadero catálogo de cómo golpearte el corazón mientras cantas estribillos.
“San Felices” se abre con ese tema mágico que da nombre al disco y por el que desfilan los puntos cardinales de la MODA, un tema que huele a sombra de árbol y a amigos. “San Felices” es la celebración del tiempo, que hace mejor el vino y la amistad, que decanta la vida: “a veces estoy triste y después se pasa, a veces estoy contento y también se va”. Después “Letra Helvética” le permite a David jugar con las esdrújulas, con ese humor irónico que nace de la observación y escarba para preguntarnos en qué nos estamos convirtiendo. “Alsa pa Madrid” nació para himno, te golpea con la confesión: “estoy llorando en el Alsa pa Madrid, pero pase lo que pase no estoy listo pa morir”…y ahí araña esa guitarra eléctrica con sabor a Carlos Raya, productor del disco… Alguien se fue a Barcelona, cuenta la canción, pero con ella se fueron y se van muchos…”Si bailas, bailo” arranca como si fuera la canción de otro grupo y alguien puede torcer el gesto temiendo experimentos electrónicos malogrados. No es el caso, porque algo tiene la MODA que todo lo encauza, que todo lo lleva a su surco, a su tierra, a su verdad. “La vida en rosa” es un regalo, un abrazo para decirle a alguien que le acompañas, que estaréis siempre al lado (y uno piensa en Jacobo, que deja el grupo), para susurrarnos que hay vida al otro lado del miedo, que no lo olvidemos. “No te necesito para ser feliz” es otra confesión, íntima posiblemente, pero universal a la vez, en la que nos rompe aún más la voz de las hermanas Iñesta. Repion es una de las realidades más potentes de la escena actual y esa facilidad para hacer sencillo lo extraordinario se hermanan con la MODA. “Píntalo todo de negro” juega con “Nubes negras”, aquella apertura de “La Primavera del Invierno” que es toda una declaración de intenciones del grupo. Allí decían: “Píntalo todo de negro cuando busques la luz”, aquí, “cuando busquemos la luz”… Interliteralidad, le llamarían algunos, yo, conociendo a la MODA, le llamo juego, puro juego, guiños para los fieles y hasta para ellos mismos. “Desde Marte” tiene la ternura de ese género que son las canciones “espaciales” y especiales, “Los tiempos que vivimos” explora ese pop-rock más guitarrero con el que juega también ahora el grupo. “Días difíciles” es otra bellísima confesión de esas que explican tantas cosas: “cómo vamos a hacer las canciones que hacíamos con veintitrés”…, quizá por eso hay que demostrar que un verso, un solo verso, puede quedar resonando en el charco del pozo del corazón: “aún así, hay días difíciles por aquí”…y que cada uno saque y se beba ese agua como quiera. La andanada final de este disco tan emocional llega con “Todos sonríen menos yo” que atraviesa con la vieja cuestión de en qué creemos de verdad y “Los que estuvieron”, un minuto y veintitrés segundos de brindis definitivo para los que nos cuidan.
Pero de entre los himnos que suenan en este San Felices hay uno que a mí me corta especialmente la respiración, una canción que va a ser un clásico y que retumbará en los conciertos: “Subiendo como el Chava Jiménez”. El Chava fue un ciclista mítico, único, pasional y genial, que murió demasiado pronto. Y la canción habla de él y de ciclismo, sí, pero habla sobre todo de nosotros y de la vida: “hay montañas que te enseñan quien eres”, dice David, que ha escrito una letra perfecta, una canción en la que cada verso es un rasguño y en la que le cede a Leiva una estrofa que lo tiene todo: “Me dejo la piel, cada curva es una herida, pon el alma en el papel como el público pedía, ahora las personas son más rápidas cada día, los daños existen y tú lo sabías”…En esta canción, en todo el disco, se ha puesto el alma en el papel.
Hay veces en que las palabras brotan como torrente y otras en que necesitas decir solo las palabras justas. Hay veces que buscas una melodía para transmitir una idea y otras en que la idea ya trae su melodía. De unas cosas y otras ha habido durante casi 15 años en la historia de La Maravillosa Orquesta del Alcohol. La banda nunca ha renunciado a sus esencias: ni a su nombre, ni a su ciudad, ni a su camiseta, ni a su sonido, ni a sus mensajes, ni sobre todo, a su libertad. Y esa libertad creativa la han ejercido al máximo en “San Felices”, un puñado de canciones que trabajaron con absoluta independencia, un puñado de canciones que conforman el lenguaje de unos músicos que nunca han renunciado a ser quienes son, sin ser siempre los mismos. En “San Felices” ocurren muchas cosas nuevas pero todas surgen de la esencia de la MODA. En “San Felices” envuelven los vientos de Alvar, suena rotundo Caleb, preciso Mariscal, inmenso Joselito… En “San Felices” está el minucioso trabajo de Nacho, la garganta de arena de David y una forma de decir que solo él sabe que sabía. Alguien jugará a rastrearle desamores a David, como siempre se hizo con Sabina, y él pondrá desde lejos esa cara de jugador de póquer que guarda tantos faroles como luces…En fin, que aquí llega, salido del torno del alfarero, uno de los discos más importantes en la historia de la MODA, de los que más dará que cantar. En junio de 2025, en Burgos, en un concierto alucinante ante decenas de miles de personas David gritó: “somos la banda más afortunada del mundo”. “San Felices” es la confirmación de esa frase, de esa fortuna suya, y nuestra.
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