La influencia de Nosferatu como figura del vampiro
La película Nosferatu de F.W. Murnau, estrenada en 1922, es una de las obras más icónicas del cine mudo y una de las más influyentes en la construcción del mito del vampiro, mostrando una figura grotesca de la criatura de terror. Se trata de una adaptación no autorizada de Drácula de Bram Stoker, donde muestra un vampiro encorvado y decrépito, el cual contrasta con los vampiros de la actualidad, atractivos y seductores. Por ello, vamos a repasar cómo influyó Nosferatu en la percepción del vampiro tanto en el cine como en la cultura popular.
La evolución del vampiro
El origen del vampiro proviene de mitos de la Edad Media relacionados con enfermedades como la porfiria o la rabia, así como el miedo a lo desconocido. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando la literatura dio forma al arquetipo, primero con el relato romántico El vampiro de John William Polidori, pero sobre todo con Drácula de Bram Stoker en 1897 donde vemos a la criatura como regente de un viejo castillo donde trata de beber la sangre de sus huéspedes.
Es a partir de Drácula de Bram Stoker donde nace Nosferatu, un vampiro representado mediante el terror, con aspecto encorvado, rostro demacrado y dientes afilados, capaz de deslizarse entre las sombras. Sin duda, una estética basada en el miedo que proyecta. Por otro lado, los vampiros también han evolucionado en una vertiente distinta, con un aspecto bello y seductor. En vez de recurrir al miedo, utilizan el encanto para atrapar a sus víctimas, proporcionándoles un aspecto eternamente joven, pero con espíritu de bestia. Un claro ejemplo son los libros de Anne Rice de Crónicas vampíricas, donde destaca Entrevista con el vampiro y su adaptación cinematográfica con Tom Cruise y Brad Pitt como protagonistas.
El alcance de los vampiros se incluye en el imaginario colectivo, convirtiéndose en un personaje que conoce cualquier persona. También los encontramos en medios como los juegos, en títulos como Castlevania o Vampire: The Masquerade, incluso en formatos tan inverosímiles como slots de casino de temática de vampiros, con el ejemplo de Blood Suckers sobre la figura de terror de la criatura de la noche.
El legado de Nosferatu
A pesar del éxito de los vampiros hermosos y seductores, la influencia de Nosferatu perdura a día de hoy para aquellos que prefieren historias de puro terror frente a amores prohibidos. Dentro del cine de las últimas décadas, encontramos Déjame entrar (2008) donde mezcla lo inquietante con lo conmovedor o 30 días de oscuridad (2007) con vampiros convertidos en depredadores salvajes.
Por supuesto, en una época donde abundan las series tenemos Lo que hacemos en las sombras. Esta serie de 2019 con seis temporadas está ambientada en Nueva York y cuenta con un formato de falso documental sobre la vida de tres compañeros de pisos vampiros que han convivido durante más de 150 años, con un tono cómico sobre la actitud perversa de los seres de la noche. Asimismo, The Strain de 2014 es una serie basada en las novelas de La trilogía de la oscuridad de Guillermo del Toro y Chuck Hogan, donde representan los vampiros como parásitos deformes, una imagen totalmente opuesta a las vistas en Crepúsculo.
Sin olvidar la adaptación moderna de Nosferatu que vimos en 2024 dirigida por Robert Eggers. Se trata de una reinterpretación que busca mantener su esencia gótica y un vampiro con enfoque terrorífico, con Bill Skarsgard como la criatura de la noche y Lily-Rose Depp como la joven a la que acecha. La película muestra una atmósfera opresiva, con estética visual impactante, llena de homenajes a la original pero sin grandes innovaciones.
El mito del vampiro sigue resonando en la mente de la sociedad moderna, con interpretaciones diferentes que conviven perfectamente. Ya sean personajes bellos y seductores u horripilantes y perversos, encontramos a los vampiros en innumerables formatos para descubrir historias de todo tipo, donde la imagen de Nosferatu sigue siendo uno de los principales referentes, a pesar de contar con más de 100 años de historia.