
Una película creada por IA que quiere conquistar Cannes y sorprender al mundo
Se llama Critterz y está haciendo que Hollywood se detenga a mirar con cierta mezcla de fascinación y nerviosismo. Porque esta vez no se trata de Disney ni de Pixar, ni de ningún estudio tradicional, sino de OpenAI, la compañía responsable de ChatGPT, DALL·E y ese ecosistema de herramientas que ya están cambiando la manera en la que trabajamos y creamos. La inteligencia artificial está en todas partes, recomienda qué series ver, mejora los videojuegos, crea experiencias de slots online más dinámicas y ahora incluso se atreve a producir películas que apuntan a Cannes.
De un experimento casero a una apuesta de Hollywood
La historia empezó como un juego, como uno de esos proyectos creativos que nacen de la curiosidad y el acceso a tecnología puntera. Chad Nelson, que en aquel momento solo quería probar DALL·E, comenzó a generar imágenes de unas criaturas del bosque, y poco a poco la cosa fue tomando forma hasta convertirse en un cortometraje experimental que sorprendió a más de uno. Y como las buenas ideas no se quedan quietas, OpenAI decidió convertir esa pequeña historia en un largometraje con ambiciones globales.
Una producción que desafía los tiempos y los presupuestos
Critterz tiene un presupuesto estimado de menos de 30 millones de dólares, una cifra modesta si la comparamos con los más de 150 millones que suelen costar las producciones de Disney o Pixar. Pero lo más interesante no es solo el dinero, sino el tiempo. Mientras que una película animada tradicional puede tardar más de tres años en ver la luz, esta promete estar lista en apenas nueve meses. Y no hablamos de una película menor, sino de un título que pretende estrenarse en el Festival de Cannes de 2026 y luego conquistar las salas de cine del mundo.
Una colaboración entre humanos y algoritmos
Aunque parezca contradictorio, esta película hecha por IA también tiene un corazón humano. Sí, el guión lo escribió el equipo que estuvo detrás de Paddington in Peru, habrá actores de carne y hueso dando voz a los personajes y artistas reales haciendo bocetos que luego son transformados por las herramientas de OpenAI. ¿Por qué? Pues porque, por muy avanzada que esté la tecnología, los derechos de autor siguen siendo un dolor de cabeza. En la mayoría de países, las obras creadas exclusivamente por máquinas no pueden protegerse legalmente. Así que, para evitar problemas, el equipo decidió incorporar el toque humano en momentos estratégicos del proceso. Un poco de arte, un poco de código y la esperanza de que Critterz sirva como experimento legal y creativo a la vez.
El debate inevitable sobre el futuro del trabajo creativo
Claro, no todo el mundo está aplaudiendo desde su butaca. El anuncio de la película reavivó una discusión que lleva tiempo encendida: ¿la IA va a reemplazar a guionistas, actores, animadores? Durante las huelgas de Hollywood en 2023, este fue uno de los temas más delicados y divisivos.
Igual que el cine, otras industrias del entretenimiento están experimentando su propia revolución digital. Plataformas de streaming, videojuegos e incluso el casino online están usando algoritmos de IA para personalizar la experiencia del usuario y optimizar su funcionamiento. Y aunque Critterz no pretende quitarle el trabajo a nadie, el simple hecho de que exista ya está cambiando las reglas del juego.
Porque si esta película funciona, muchas otras productoras podrían intentar replicar el modelo. Y eso, inevitablemente, pondrá en jaque el equilibrio entre creatividad y automatización.
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