Lisa se muda de casa. Mara se queda. Entre el trajín de cajas y los trabajos de pintura y carpintería, empiezan a abrirse abismos. El deseo invade los espacios de la casa y se pone en marcha una montaña rusa emocional. Una película acerca de una catástrofe en clave tragicómica. Una balada poética sobre el cambio y la fugacidad.


Sinopsis larga
Por fin ha llegado el momento: LISA se muda a su primer piso en solitario. Durante años ha vivido en un piso compartido con MARA y MARKUS, su mudanza significa ahora el fin de una etapa. Mientras que Lisa está deseando que llegue el cambio, a Mara le provoca una montaña rusa de emociones.

La víspera del día de la mudanza, hacen las cajas, ordenan la ropa y los primeros muebles entran en el nuevo apartamento de Lisa. La madre de Lisa, ASTRID, también está allí para ayudar. En medio de todo el ajetreo, afloran anhelos, deseos secretos y tensiones. Como en el caso de la madre de Lisa, que coquetea con el mozo de mudanzas JUREK. También surge una extraña dinámica entre JAN, el ayudante de Jurek, y Mara. Y entonces aparece KAREN, la nueva vecina. Lisa se lleva bien con ella enseguida, pero Mara está celosa de ella.

Por la noche, Lisa organiza una despedida en su antiguo apartamento. Jan también se pasa por allí, pero en lugar de acercarse a Mara, acaba en la cama con la vecina KERSTIN, cuya extraña compañera de piso NORA es una misteriosa espectadora durante toda la noche.

Tras una noche febril, llega el día de la mudanza de Lisa. Astrid, de nuevo, les echa una mano, aunque su lucha con su hija se vuelve cada vez más tensa. Mientras tanto, Jan se convierte en un peón en un carrusel de deseo, en el que MS. ARNOLD, que una vez secuestró al gato del vecino, y un joven asistente farmacéutico por el que Mara se siente extrañamente atraída, también tienen su historia. Y también está la misteriosa camarera que, hace años, vivía en la antigua habitación de Lisa y se dice que se fue en un crucero. Rodeada por el cambio, el deseo de conexión de Mara emerge cada vez con más fuerza, convirtiendo la habitación en un cuerpo de anhelos.