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Los tipos malos 2 cartel reducidoLos tipos malos 2(The bad guys 2)
Dirigida por Pierre Perifel
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PIERRE PERIFEL (animador en Kung Fu Panda 2 y supervisor de animación en El origen de los guardianes) vuelve a tomar las riendas de la dirección y DAMON ROSS, p.g.a. (ejecutivo de desarrollo en El bebé jefazo, Capitán Calzoncillos: Su primer peliculón) las de la producción, presentando en LOS TIPOS MALOS 2 a talentos del calibre de ZAZIE BEETS (Atlanta, Deadpool), nominada a un Emmy, como la gobernadora Diane Foxington; RICHARD AYOADE (Submarine, la serie “Los informáticos”), ganador de un BAFTA, como el Profesor Mermelada; ALEX BORSTEIN (la serie “Padre de familia”, Catwoman), ganadora de un Emmy, como la jefa de policía (ahora comisaria) Misty Luggins, y LILLY SINGH (Malas madres, Ice Age: El gran cataclismo) en el papel de la reportera sensacionalista Tiffany Peluchi. Se unen al reparto por primera vez OMID DJALILI (La momia, Piratas del Caribe: En el fin del mundo) como el multimillonario egipcio Sr. Soliman, COLIN JOST (la serie “Saturday Night Live”, Tom y Jerrry), nominado a un Emmy en el papel del Sr. Moon, y JAIME CAMIL (Coco, la serie “Jane the Virgin”) como el Apuesto Jorge García.

Codirige LOS TIPOS MALOS 2 JP SANS (supervisor de animación en Trolls 2: Gira mundial, y animador en El origen de los guardianes), que encabezó el departamento de animación de personajes en la primera película. El guion es de YONI BRENNER (Río 2, Ice Age: El gran cataclismo) y ETAN COHEN (Los tipos malos, Men in Black 3). Se ocupan de la producción ejecutiva Etan Cohen, Aaron Blabey y PATRICK HUGHES (Telma, la unicornio, Honey Girls). El compositor DANIEL PEMBERTON (El juicio de los 7 de Chicago, Spider-Man: Cruzando el multiverso), nominado a un Oscar, regresa para componer la música original.

Montador, JESSE AVERNA, ACE (las series “Barrio Sésamo”, “Circuito de cortos”); diseño de producción, LUC DESMARCHELIER (Los tipos malos, director artístico en Spirit: El corcel indomable); supervisor de efectos visuales, MATT BAER (Madagascar, Los Croods); jefe de animación de personajes, BENJAMIN WILLIS (animador en El origen de los guardianes, Kung Fu Panda); jefa de historia, KATHERINE de VRIES (artista de storyboard en Los tipos malos, Ruby, aventuras de una kraken adolescente); director de fotografía y de previsualización, THÉOPHILE BONDOUX (jefe de previsualización en El gato con botas, artista de previsualización en Cómo entrenar a tu dragón 3); directora artística FLORIANE MARCHIX (Los tipos malos, artista de desarrollo visual en Cómo entrenar a tu dragón 3); supervisión digital, YOUXI WOO (jefe de efectos visuales en Trolls 2: Gira mundial, Cómo entrenar a tu dragón 3).


LA HISTORIA DETRÁS DE LA HISTORIA
El estreno de Los tipos malos en 2022 trastocó ingeniosamente el género del atraco con un equipo de animales ladrones que rebosaba humor y atrevimiento, pero que no podían escapar de un dilema moral. Gracias a un equilibrio perfecto entre la sátira y los sentimientos, la película ofrecía un nuevo tipo de aventura de animación, tan reflexiva como entretenida. Ahora, con LOS TIPOS MALOS 2, la franquicia aumenta su ámbito con un nuevo y emocionante capítulo, mucho más ambicioso y a escala mundial, que eleva el listón de la historia y de los personajes.

El equipo creativo detrás de LOS TIPOS MALOS 2 consideraba que era una ocasión única para ir mucho más allá. El director Pierre Perifel, que estuvo a la cabeza de la primera entrega, no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de llevar la historia hacia horizontes inesperados expandiendo el marco del género con más matices y contexto. Pierre Perifel y su equipo siguen inspirándose en la serie de libros superventas de Aaron Blabey para que la firma de la franquicia alcance el equilibrio perfecto, mezcla de sofisticación, absurdo y humor.

“La franquicia de LOS TIPOS MALOS es especial porque encuentra el equilibrio entre la comedia más delirante y una verdadera profundidad emocional”, dice Margie Cohn, presidenta de DreamWorks Animation. “Pierre y su equipo han creado un nuevo capítulo que conecta con el sentido de la diversión de los niños y que, a la vez, habla de temas importantes, como la redención y las segundas oportunidades, dirigidos a los adultos. En LOS TIPOS MALOS 2 han conservado la energía y el estilo de la entrega original para elevarla a un nivel tan atrevido como sorprendente”.

La historia empieza en un momento clave para nuestros antihéroes favoritos. Después de cumplir su pena y decidir tomar un nuevo camino, el Sr. Lobo y sus compinches deberán enfrentarse al mayor reto de todos: convertirse en miembros operativos de la sociedad. “Al final de Los tipos malos, salen de la cárcel, y la gobernadora Diane Foxington les pregunta en la misma puerta si están preparados para ponerse a trabajar”, explica el productor Damon Ross. “No sabemos realmente qué significa esa frase hasta que arranca la segunda película. Solo quiere que busquen un trabajo de verdad en el sentido más literal de la palabra. Ahora viven en el mundo real y eso de ir por el ‘buen’ camino es mucho más complicado de lo que imaginaban”.

Semejante premisa abre un sinfín de posibilidades cómicas sin dejar de tocar un tema más conmovedor: el incómodo y a menudo absurdo reto que representa reinventarse. El pozo humorístico es casi inagotable cuando vemos a las antaño imparables mentes criminales que perpetraban los robos más complicados con facilidad balbuceando en entrevistas de trabajo, incapaces de rellenar un cuestionario o de superar la realidad cotidiana de un horario regular. De golpe, su inteligencia deja de ser útil en el mundo habitual.

Pierre Perifel reconoce que la oportunidad de ver a estos personajes moverse en un entorno tan poco familiar ofrecía posibilidades irresistibles. “Ver a un grupo de arraigados ladrones esforzándose en seguir las reglas impuestas por la sociedad, como pagar un alquiler o respetar los límites de velocidad, nos hizo mucha gracia, y estábamos impacientes por explorar el concepto”, dice. “Pero también ofrecía grandes posibilidades emocionales. La química entre el reparto es enorme y colocarlos en una situación totalmente inesperada ofrecía la posibilidad de ver cómo se comportarían frente a una presión desconocida para ellos”.

El viaje de LOS TIPOS MALOS 2 empezó con una decisión de lo más inesperada. Al contrario de la mayoría de películas donde se espera el resultado de la taquilla antes de empezar a pensar en un segundo capítulo, este empezó a desarrollarse cinco meses antes del estreno de la primera. “Empezar una secuela con tanta antelación es inaudito”, explica el productor Damon Ross. “No sabíamos cómo iría la primera película, ni cómo reaccionaría el público, pero confiábamos en lo que habíamos hecho, y la dirección del estudio nos apoyó al cien por cien. Reunimos a un gran equipo de artistas, guionistas y creativos que comprendían el tono y el espíritu de la película original. A partir de ahí empezó un brainstorming intensivo: ¿Cómo podíamos sorprender al público permaneciendo fieles a nuestros personajes y al corazón de Los tipos malos? ¿Cómo llevarlos a un lugar donde nunca habían estado?”.

Durante estas reuniones, el equipo descubrió la respuesta en el sitio menos esperado: un momento favorito de los fans de la serie de Aaron Blabey en el que los jóvenes lectores siempre se mueren de risa. “Durante una sesión de brainstorming, alguien mencionó una escena de la quinta entrega que, según Aaron, es la que más se menciona”, recuerda el director. “Piraña y Lobo están atrapados en un traje espacial, pero Piraña ha comido demasiados burritos y Lobo casi muere sofocado por los gases intestinales de su compañero. El inteligente Lobo perfora el traje consiguiendo que el gas que se escapa les propulse a un lugar seguro. Es tan absurdo como brillante. En ese momento supimos que debíamos encontrar la forma de incluir esta escena en la película”.

Lo que empezó a partir de un irresistible gag se convirtió en el pilar de toda la película. “Ese momento ‘espacial’ fue nuestra estrella guía. Solo nos quedaba encontrar la historia para llevar a nuestros tipos malos al espacio. Eso nos planteó un reto narrativo que acabó por definir el tono de la película”, explica Damon Ross. “La primera película fue nuestra carta de amor a películas de atraco como Ocean’s Eleven con un toque Quentin Tarantino. Pero para la secuela, queríamos ir más lejos y explorar otros géneros. Nos inspiramos en Mission: Impossible y en las películas de James Bond, es decir, más acción, más espectáculo y mucho más en juego”.

El nuevo enfoque requería a unos contrincantes que estuvieran a la altura. Entran en escena las Tipas Malas, un equipo de despiadadas delincuentes que se convierten en el catalizador para “convencer” a los Tipos Malos de que regresen – muy a su pesar – a las viejas costumbres. “Las Tipas Malas representan lo que nuestros amigos eran antes de descubrir la moral”, explica Pierre Perifel. “Son estrategas brillantes muy conscientes del talento de los Tipos Malos y los manipulan utilizando complicadas estratagemas y presión psicológica. Secuestran a la banda y les obligan a dar un último golpe: robar un cohete del centro espacial perteneciente a un multimillonario. A pesar de que nuestros protagonistas están decididos a ir por el buen camino, no les queda más remedio que acceder”.

Una de las secuencias más asombrosas de la película – el lanzamiento de un cohete explosivo que manda a todo el equipo al espacio – requería que los numerosos detalles fueran muy realistas. “Queríamos que la secuencia espacial fuera realista, que se basara en la ciencia”, sigue diciendo el director. “Estudiamos todos los lanzamientos desde el Apolo 13, pasando por el Interstellar, hasta las filmaciones de la NASA y de SpaceX, para entender la física y la mecánica del proceso. Nos propusimos crear un cohete de grandes dimensiones para que el público pudiera estar allí con los personajes mientras estos se agarran desesperadamente al exterior durante el despegue. Cuanto más realista es la mecánica, más inmersivo es el caos”.

La ambiciosa idea se benefició de la asociación creativa entre Pierre Perifel y el codirector JP Sans, que había ocupado el puesto de jefe de animación en la primera entrega de Los tipos malos. Hace más de diez años que trabajan juntos y han creado un idioma que aportó mucho a un proyecto de semejante escala. “Hace más de catorce años que Pierre y yo nos conocemos”, dice JP Sans. “No solo somos colegas creativos, también somos amigos, por lo que todo el proceso es mucho más cooperativo y divertido. Nos entendemos muy bien contando historias y nos compaginamos decidiendo el estilo visual. Cuando trabajas con alguien en quien confías, es mucho más fácil empujarse mutuamente para implementar ideas más grandes y más osadas”.

Esta sinergia, que pulieron cuando codirigieron el premiado cortometraje Bilby en 2018, ayudó a moldear el tono y el núcleo emocional de la secuela. “JP y yo compartimos una comprensión instintiva de la narración visual”, añade Pierre Perifel. “Enfoca las escenas desde una perspectiva muy característica que le permite entender el recorrido emocional y las relaciones, mientras que yo tiendo a centrarme en el lenguaje visual y en el estilo. Juntos podemos construir algo mucho mejor que si lo hacemos cada uno por su lado”.

Esta colaboración también incluyó al autor Aaron Blabey, cuyos libros son los cimientos de la franquicia. “Aaron es muy generoso”, dice JP Sans. “Sus libros se basan en un alucinante equilibrio entre la sofisticación y la tontería, con mucho sentimiento por debajo de un chocante sentido del humor. Las ilustraciones desprenden energía y personalidad, algo que queríamos honrar visualmente, más aún al expandir su universo. Nos otorgó total libertad creativa, pero siempre hemos permanecido anclados en el espíritu de lo que creó desde el principio”.

El tira y afloja entre la travesura y el significado ha sido el núcleo de la franquicia. “Describimos nuestro enfoque creativo como ‘estúpido sofisticado’”, dice Damon Ross. “Se trata de contar una historia inteligente con momentos que no pueden ser más absurdos. Los libros rebosan de momentos así, y en eso se basa nuestra filosofía para estas películas. Pierre tiende a ir hacia la sofisticación, yo me inclino más por los elementos excesivos, y JP consigue encontrar un término medio”.

Por debajo de la acción y la comedia, la película plantea una pregunta universal: ¿De verdad puede uno cambiar? “Al fin y al cabo, se trata de una historia sobre una segunda oportunidad”, dice Pierre Perifel. “¿Cómo reconstruyes tu vida después de una serie de errores? Incluso si de verdad se cambia, ¿cómo demostrarlo? Sobre todo cuando el mundo se esfuerza en hacerte volver a ser como eras antes. Nuestros personajes empiezan a aprender a aplicar sus antiguas habilidades en circunstancias diferentes, a servir en vez de dañar. Es el impulso que les lleva a emprender este nuevo viaje”.

Estos temas elevan la película más allá del género propiamente dicho dirigiéndola hacia el complejo concepto de identidad. “La historia explora por qué una persona es buena o mala”, explica JP Sans. “¿Cómo se define la bondad? ¿Tiene que ver con cómo eras o con cómo has decidido ser? Son las preguntas que queríamos plantear para un mundo que nos anima a ser cínicos, utilizando un paquete que fuera desternillante y locamente entretenido”.

Pierre Perifel reconoce que LOS TIPOS MALOS 2 representó un reto creativo y un hito personal: “Creo que he tenido muchísima suerte al poder regresar a estos personajes y llevarlos a otro viaje loco, empujarlos hacia tierras desconocidas, ver cómo maduraban. Es verdad que las secuelas siempre implican cierta presión, hay dudas, inseguridades, noches en blanco. Es como hacer un rompecabezas de mil piezas sin saber cuál es la imagen. Pero lo superé gracias a un equipo increíble. Siempre que el proceso parecía vencerme, me bastaba con mirar a este extraordinario grupo de personas – artistas, técnicos, productores, músicos, animadores, diseñadores de sonido y actores. Todos sin excepción aportaban pasión a cada fotograma. Eso sí es un verdadero superpoder”.


LA MÚSICA
La música siempre ha tenido un papel importante en el universo de los Tipos malos, y no solo en un segundo plano, sino como motor del estilo, de las emociones y de los personajes. El compositor Oscar Pemberton, nominado a un Oscar, decidió que para la secuela iría más lejos musicalmente que en la primera película: el sonido debía ser más ambicioso, más cinematográfico y más inesperado. “En la primera quisimos rendir un homenaje a las películas de atraco, pero en esta hemos ampliado el horizonte de forma dramática”, explica. “El público conoce a los personajes, pero quedan muchos mundos nuevos por explorar, desde la lucha libre hasta sobrevolar Egipto antes de lanzarnos al espacio”.

Para plasmar una visión de tal magnitud, el músico optó por un proceso que refleja la producción de películas de animación, las capas. “Daniel no lo graba todo de golpe”, dice Pierre Perifel. “Empieza con las guitarras a las que añade la percusión, las cuerdas, los vientos. Cuando por fin se realiza la grabación en directo, la música está viva, tiene una forma, una personalidad propia. Alza toda la película”. El director también menciona que el sentido de la innovación de Daniel Pemberton fue clave para dar energía a la música. “Siempre se plantea hacer algo que no ha hecho antes, es la energía que aporta a cada sesión. No se limita a componer para la película, juega, lanza ideas constantemente, prueba cosas inéditas con los músicos. Su espontaneidad y sus enormes conocimientos musicales hacen que la banda sonora sea innovadora, fresca”.

“Taking Everything”, interpretada por Busta Rhymes
La primera secuencia de la película, una de las más cinematográficas, requería una música que equiparara su rapidez. La solución fue el tema “Taking Everything”, una canción original escrita por Daniel Pemberton y TREVOR SMITH JR, conocido como BUSTA RHYMES, nominado a los Grammy en doce ocasiones, que también la interpreta. “Desde el principio supe que ‘Taking Everything’ debía ser un tema electrizante y lleno de energía, con un toque duro”, dice el compositor. “Siempre me ha gustado mezclar géneros que supuestamente no encajan, y queríamos que este tema fuera totalmente inesperado. Debía sonar como una celebración, pero también debía tener fuerza, coraje. Para eso está Busta. Tiene un ritmo vocal y una fuerza única. Es un auténtico maestro. Trabajar con alguien cuyas cualidades pueden calificarse de virtuosas es muy emocionante. A la hora de colaborar con artistas como Busta, el enfoque es el mismo que utilizaría con un gran violinista o guitarrista, es decir, ¿cómo puedo usar su don para hacer algo nuevo e innovador?”.

Conocido por su increíble habilidad para manejar el tempo y el ritmo, Busta era el intérprete perfecto para el difícil tema de apertura. “Lo compusimos a 180 PPM (pulsaciones por minuto), un tempo muy poco habitual en el hip-hop”, sigue diciendo el compositor. “Busta decidió empezar a 90 PPM y pasar a 180, creando un cambio dinámico que añade energía, algo así como un cohete musical despegando”.

En palabras de Busta Rhymes, fue una oportunidad inesperada para canalizar su estilo en un nuevo tipo de narrativa: “Formar parte de la franquicia de Los tipos malos fue una experiencia única. La energía, el estilo, todo encajaba conmigo. Quería entregar algo único al proyecto, algo atrevido y animado en todos los sentidos. La posibilidad de colaborar con un equipo tan creativo me permitió recurrir a diferentes estilos. Me enorgullece haber contribuido a una película que mezcla la acción, el humor y el cariño con tanto dinamismo. Espero formar parte del reparto de Los tipos malos 3”.

“Goodlife”, interpretada por Rag’n’Bone Man con WizTheMc
Si “Taking Everything” lanza la película con un subidón de adrenalina, “Goodlife” la cierra con emoción. El tema, que acompaña el rodillo final, es un emotivo himno lleno de optimismo acerca de aceptar la alegría y no dejarla escapar cuando por fin llega. Escrito por Daniel Pemberton, GARY GO y SANELE DAVID SYDOW conocidos como WIZTHEMC, el tema está inspirado en un diálogo del Sr. Lobo hacia el final de la película: “Si tienes suerte, la buena vida te encontrará”. “Esa frase se me quedó grabada”, recuerda el compositor, “era sencilla, pero fuerte. Buscábamos una canción divertida, positiva para el final de la película. Habla de encontrar la buena vida, y refleja el tema principal de nuestra historia, la transformación personal. Me senté con Gary y al cabo de media hora ya teníamos lo principal. Encajó a la primera”.

Para interpretar el tema, Daniel Pemberton escogió a dos artistas con voces muy distintas y complementarias. RAG’N’BONE MAN, conocido por su voz plena y melancólica, y WizTheMc, que aporta la energía melódica. “Quise crear una canción con voces contrastadas que encajaran de maravilla”, explica el compositor. “Rag’n’Bone tiene una voz muy particular, profunda, que ancla el tema, mientras que Wiz es todo energía. Se equilibran de un modo único y muy natural”.

Desde que formó parte del proyecto, la estrella de WizTheMc ha ascendido con rapidez; no se podía haber escogido un mejor momento para la colaboración. “Soy un gran fan de la animación, sobre todo desde hace unos años”, reconoce el artista. “Cuando me enteré de que sería parte de la canción, me quedé pasmado porque me encantan la premisa y el tema de LOS TIPOS MALOS 2. Después de conocer al equipo técnico y ver la pasión en sus miradas, supe que estaba en el sitio correcto. Estoy superagradecido de que me hayan dejado ser parte de esto. Me muero de ganas de seguir haciendo cosas para cine”.