GertrudDirigida por Carl Theodor Dreyer La última película de Carl Theodor Dreyer está considerada como su gran testamento fílmico. Inspirada en una pieza del dramaturgo Hjalmar Söderberg.
La historia de una mujer en busca del ideal romántico del amor pleno. Gertrud, quién llegó a ser una famosa cantante, decide dejar a su marido para irse con su amante, un joven compositor. Pero al día siguiente descubre que él le ha traicionado y es incapaz de ofrecerle un amor absoluto. Gertrud rechaza a ambos y escoge una vida en soledad, imponiéndose una especie de exilio del corazón, para observar cómo el compromiso del amor es puramente una media medida.
La película se inspira en una obra teatral de 1906 escrita por el dramaturgo sueco Hjalmar Söderberg. Los cuadros que compone Dreyer en Gertrud son, indudablemente, de inspiración teatral. Los diálogos son sobrios y contenidos, con profusión de sentencias lapidarias que los personajes dejan escapar de vez en cuando, desde sus posiciones hieráticas. Dreyer no tiene reparos en utilizar el silencio a su favor. No hay que olvidar que es un cineasta cuya andadura empezó en la época del cine mudo. De alguna manera, Gertrud ilustra que para poder decir cosas importantes no basta con el lenguaje convencional de la palabra. Hay otras formas de expresión cuyo dominio es sólo de los maestros como Dreyer que además del cine, lo son de la construcción escénica y también, por qué no, pictórica. Dreyer se sirve de la mirada de los personajes, del espacio representado y también del no representado sino sugerido: el fuera de campo. Y todo ello para expresar algo que está en permanente abstracción, que está en el ambiente y lo rige, pero como hemos dicho antes, no se visualiza. Dreyer pretendía realizar esta película en color, pero acabó haciéndola en un contundente blanco y negro que ayuda a la sordidez del ambiente y al rigor de los espacios; vacíos y desapacibles, a pesar de su lujo. La iluminación en los interiores es selectiva y cuidada. Gertrud es una película ascética propia quizá del artista que ve cerca el final de su vida. A pesar de la contención de la dramaturgia, la protagonista lleva al límite sus aspiraciones, ahogadas a lo largo del filme. Al final, lo da todo por perdido y acaba por tomar una decisión tan radical como la misma puesta en escena de Gertrud. En virtud de que en el mundo solo existen dos cosas, el amor y la muerte a la desafortunada heroína sólo le queda recluirse para morir.