Declaraciones del director
"Vendrá un tiempo en que no sabremos que nombre dar a lo que nos una.
Su nombre se irá borrando poco a poco de nuestra memoria.
Y luego desaparecerá por completo" - Marguerite Durás. Hiroshima Mon Amour

Todo comenzó con la aparición, después de años de perseguirlo, de un pequeño libro de escasas 50 páginas, El Mal de la Muerte de Marguerite Duras. El libro es la historia de dos personas que se aman, que se aman sin estar prevenidas. Son personas que no saben amarse y que viven un amor. Lo viven por la noche y la mayor parte del tiempo en sueños. No hacen nada, no hacen el amor, esperan en la oscuridad pero la palabra no acude a sus labios para decirla, ni el deseo al sexo, para expresarlo, vaciarlo. A cada paso el libro me excedía, quedaba fuera de toda comprensión en el amor, y pude sólo vivirlo como una iluminación. Quise entonces hacer una película sobre el amor.

Marguerite Duras me ayudó a vivir. Fue una ayuda verdadera, desinteresada, descubrí los ojos azules, pelo negro y la ajusté, quizá demasiado, a mis propios problemas y angustias. La historia de dos seres humanos que se quieren pero que no tienen el valor de reconocer que hay algo más que los une de una manera misteriosa y que va más allá de lo que nos permitimos generalment: el amor.

La lectura de Marguerite Duras me ayudó a seguir, a soportar mis deseos y a no hundirme en la desazón suprema.

Ahora tengo una película…

… que es el retrato íntimo de una pareja durante quince años, una fotografía que gesto tras gesto los va desnudando para colocarlos en su ámbito de realidad y nos muestra sus dimensiones y perspectivas. Son personajes que desean inevitablemente, pero esta vez el deseo es más una aspiración hacia eso intangible que está más allá del cuerpo, pero en el que el sexo es un conducto perfecto.

Gerardo y Jonás se deslizan a través del silencio en busca de los misterios ocultos en la piel del ser que se ama, del ser en el que se deposita la confianza para existir, para sentir la contundencia de la vida, el ser en el que se vuelcan las emociones para crecer, para evolucionar, para trascender.

Hoy sé que no se puede explicar el amor porque es tan subjetivo como la propia experiencia. En este momento me acuso de creer, quise creer que había encontrado la solución. Me aventuré. Ahora lo único que tengo son dudas, imaginé que llegado el momento todo me sería claro, pero me descubro sumido en la más profunda angustia porque no sé nada… sólo preguntas…

Y todo gracias a Marguerite Duras.

Julián Hernández


Ficha artística
Miguel Ángel Hoppe - Gerardo
Fernando Arroyo - Jonás
Alejandro Rojo - Sérgio
Ignacio Pereda - Bruno
Klaudia Aragon - Emilia
Clarissa Rendón - María