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Puños de asfalto cartel reducidoPuños de asfalto(Fighting)
Dirigida por Dito Montiel
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El director DITO MONTIEL (Memorias de Queens), ganador del Premio al Mejor Director en el Festival de Sundance, conoce bien la compleja ciudad de Nueva York y sus entresijos.

El productor KEVIN MISHER (el próximo estreno Public Enemies, La intérprete) se une al director Dito Montiel. El reparto también incluye a LUIS GUZMÁN (Traffic, Nothing Like the Holidays) como el promotor Martinez; ZULAY HENAO (Grizzly Park, el telefilm "Racing for Time") como Zulay Valez, la chica que le gusta a Shawn, y BRIAN WHITE (Stomp the Yard/Ritmo salvaje, Papá por sorpresa) como Evan Hailey, el rival de Shawn y su ex compañero en el instituto.

Vuelven a unirse al director algunos de los miembros más importantes del equipo de Memorias de Queens, como el montador JAKE PUSHINSKY (Memorias de Queens, Columbus Days) y los compositores JONATHAN ELIAS (Memorias de Queens, Pathfinder: el guía del desfiladero) y DAVID WITTMAN (Memorias de Queens, The Tripper).

Completan el equipo técnico el director de fotografía STEFAN CZAPSKY (Patinazo a la gloria, Batman vuelve); la diseñadora de producción THÉRÈSE DePREZ (Summer of Sam/Nadie está a salvo de Sam, el próximo estreno Brooklyn’s Finest); el montador SAAR KLEIN (Casi famosos, El caso Bourne), y los diseñadores de vestuario KURT AND BART (Shortbus, la aún no estrenada Phoebe in Wonderland). El guión es de Dito Montiel y ROBERT MUNIC (las series "Dawn Anna" y "The Cleaner").

Los productores ejecutivos son LISA BRUCE (el futuro estreno Case 39, El amor es lo que tiene) y ANDREW RONA (Scream 3, Los hermanos Grimm).


El comienzo
Siendo un alto ejecutivo de Universal Pictures, a Kevin Mister le intrigaba el mundo de las carreras callejeras ilegales, lo que le llevó a crear el taquillero thriller de acción The Fast and the Furious/A todo gas. Tenía ganas de volver a desarrollar una película acerca de otro grupo clandestino formado por personas de edades y razas diferentes. "Pensé en la posibilidad de encontrar un ámbito en el que todo el mundo participase en un deporte, sin importar la procedencia étnica", explica el productor, "donde sólo contase la actividad, no el aspecto de las personas ni su idioma. Me apetecía encontrar algo que tuviera el subidón de adrenalina de The Fast and the Furious/A todo gas".

Después de Memorias de Queens, al productor también le apetecía reunir al realizador Dito Montiel y al actor Channing Tatum en otro proyecto. Kevin Misher sabía de antemano que la relación de trabajo con Dito Montiel sería buena y empezaron a desarrollar un guión que giraba en torno a deportes extremos, con Nueva York como telón de fondo: "Es un chico de Queens, soy un chico de Queens", dice el productor. "Sabía que concordaríamos. Memorias de Queens gustó mucho porque es un retrato honrado de una vida, en vez de una representación de acontecimientos hechos a la medida de la película".

El director y el actor también querían volver a trabajar juntos. Channing Tatum sugirió que pensasen en una historia acerca de combates callejeros donde pudiera hacer uso de su físico. Basándose en recuerdos de su infancia, Dito Montiel escribió un guión acerca del mundo de las peleas ilegales. "Es una historia actual", dice el realizador. "Sabía que funcionaría si reuníamos a las personas adecuadas, que lo pasaríamos bien y que haríamos una película de la que podríamos enorgullecernos". Aunque Fighting/Puños de asfalto es una película más grande que Memorias de Queens, sigue estando arraigada en el mundo de Dito Montiel. También él, como su protagonista Shawn, vendía mercancías en las calles de Manhattan para poder sobrevivir.

"De chico, vendía cacahuetes en la calle 42 con la Octava, y zumo de naranja recién exprimido en la 45 con Broadway", dice el director. "Siempre estaba en la calle vendiendo. A veces, no vendía lo suficiente para pagar el metro a casa y me colaba. Era duro, pero también me divertía. He intentado incluir la típica agitación nocturna de Nueva York. Un director siempre pone un poco de sí mismo en las películas, y en este caso, cuando Shawn está en la calle esperando que le ocurra algo bueno, hay mucho de mí mismo".


Luchadores y amantes: El reparto de la película
Channing Tatum, al que hemos visto en Ausente/Stop-Loss, y al que pronto veremos en G.I. Joe: The Rise of Cobra, estaba muy contento con la idea de reunirse con el director de Memorias de Queens. "Dito y yo queríamos hacer una película acerca de personas que están solas, acerca de dos hombres que tienen algo en común aunque representan polos opuestos. Cada uno tiene algo que el otro necesita".

Shawn, un chico inquieto, sensible y de buen corazón, está muy lejos del violento Antonio de Memorias de Queens, pero el actor tenía ganas de cambiar de registro. Dito Montiel y él crearon una detallada historia de la vida del chico, que huye de Birmingham, Alabama, para probar suerte en la gran ciudad.

"El padre de Shawn era un tipo duro, el entrenador de lucha del instituto", explica Channing Tatum. "Le gustaban los deportes y decidió que a su hijo también le gustaban, y Shawn aprendió a luchar. Muchos padres proyectan sus propias esperanzas en sus hijos. Ahí nace la fricción con su padre".

Desde que trabajaron juntos en Memorias de Queens, el actor y el director tienen una muy buena relación. "Dito y yo no necesitamos hablar mucho cuando trabajamos", explica Channing Tatum. "Nos entendemos. A veces, interpreta una escena para mí. Me sirve de espejo, me ayuda a entenderlo mejor".

El productor Kevin Misher añade: "La interpretación de Channing en Memorias de Queens rompió moldes, y se perfiló como una estrella en alza. Por eso estábamos empeñados en reunir a Dito y a Channing en un proyecto como éste. Es una película de género con la intensidad y las emociones reales que Dito supo aportar a Memorias de Queens".

Harvey, el coprotagonista encarnado por Terrence Howard, decide ser el mentor de Shawn en una situación inspirada en Cowboy de medianoche. Los cineastas querían trabajar con el actor, cuyo papel en Hustle & Flow mereció una nominación al Oscar al Mejor Actor y que demostró su versatilidad en la taquillera Iron Man. Hablando del personaje, Dito Montiel dice: "Al principio de la película hay una escena en la que Channing se va con Terrence, y siempre me preguntaba cómo podía ser creíble que le siguiera. Pero Harvey y Shawn son buenas personas, y las buenas personas tienen un aura, se reconocen".

Terrence Howard tenía ganas de trabajar con el director desde el Festival de Sundance de 2006, edición en la que fue miembro del jurado que premió Memorias de Queens. "Arriesgó mucho al hacer esa película. Es una de las formas más originales de contar una historia que había visto", dice el actor. "Alan Rudolph y yo éramos miembros del jurado y fue la primera película que vimos. Alan me dijo: ‘Podemos ir a casa, volver dentro de nueve días, darle el premio y no nos equivocaríamos’. Pero vimos todas las películas y ninguna se acercaba a lo que había conseguido Dito. Por eso acepté trabajar en esta película, sabía que no me equivocaría".

Los cineastas escogieron a Luis Guzmán para hacer de Martinez, el amigo de infancia de Harvey que ahora se dedica a organizar combates. Dito Montiel y el actor se reunieron para hablar del papel y de su estilo de dirección. Luis Guzmán se quedó impresionado con la habilidad del director para incluir aspectos de su vida en una historia creíble. "Me gustó mucho Memorias de Queens porque los personajes lo eran todo", dice el actor. "Alguien que ha crecido en las calles de Nueva York, como yo, se identifica con las caracterizaciones de la película".

Shawn tiene una relación romántica con Zulay, una madre soltera con muchos problemas que trabaja para mantener a sus hijos. Cuando Zulay Henao se presentó a una prueba, el personaje se llamaba Tasha. Durante la prueba, la actriz corrigió a alguien que pronunció mal su nombre. "En ese momento", recuerda Dito Montiel, riendo, "pensé: ‘Estaría muy bien en el papel’. Me gustó cómo había corregido a la persona. Decidimos usar su nombre de pila, y se metió totalmente en la piel del personaje".

A pesar de compartir el nombre, la actriz cree que su personaje tiene poco que ver con ella. "Es neoyorquina, por eso la entiendo, aunque yo soy de Nueva Jersey", dice. "Tiene carácter, pero lo pasa mal, puedo identificarme con ella. ¿Quién no se ha equivocado alguna vez? Es madre soltera, vive en un piso de la municipalidad, trabaja en una discoteca y mantiene a sus hijos. A menudo pasamos por la vida con la máscara de que todo está bien, pero los tres personajes, Shawn, Zulay y Harvey, se arrancan todas las máscaras".

Brian White es Evan Hailey, que había pertenecido al mismo equipo de lucha que Shawn en Alabama y se ha convertido en un famoso luchador profesional. El actor demostró sus capacidades atléticas y de bailarín en Stomp the Yard/Ritmo salvaje, y le apetecía mucho encarnar a un experto en artes marciales mixtas. Hablando de su personaje, dice: "Hay un antagonismo latente entre Shawn y Evan que viene de su época en el instituto. Evan siempre pudo con Shawn cuando eran jóvenes. Ahora es el campeón, y subestima a Shawn".

"Me gusta mucho la sensibilidad de Dito como realizador", sigue diciendo Brian White. "Cualquier director capaz de escribir un guión acerca de sí mismo y conseguir que sea objetivo es una persona especial. Dito fue capaz de hacerlo sin perder la integridad".

Completan el reparto otros miembros del equipo artístico de Memorias de Queens, como PETER TAMBAKIS, MICHAEL RIVERA y FLACO NAVAJA (Cuestión de honor) como Z, Ajax y Ray Ray, los asistentes de Harvey; ANTHONY DeSANDO (Beer League) como el representante Christopher; ROGER GUENVEUR SMITH (American Gangster) como Jack Dancing, el organizador de los combates ilegales, y los luchadores YURI FOREMAN (campeón de boxeo de peso medio) y CUNG LE (campeón de peso medio de MMA Strikeforce) como el luchador ruso y el luchado coreano, respectivamente.


Preparándose para la batalla: La coreografía de los combates
Los encargados de coreografiar las escenas de combate han sido el veterano coordinador de efectos especiales MIC RODGERS (The Fast and the Furious/A todo gas, Sr. y Sra. Smith, las entregas de Arma letal) y el coordinador de combates MIKE GUNTHER (las entregas de Underworld, La jungla de cristal 4, The Fast and the Furious/A todo gas). Empezaron a trabajar con Channing Tatum cinco semanas antes del rodaje para enseñarle desde técnicas de boxeo pasando por la lucha grecorromana hasta el "Ultimate Fighting" o artes marciales mixtas.

El boxeador ruso Yuri Foreman interpreta al oponente de Shawn en la escena en Brighton Beach, y el campeón de artes marciales mixtas Cung Le se enfrenta a él en el Palacio Chino. Su compañero en la pelea en el Bronx es DANTE NERO (Stand Up), que es un experimentado luchador en múltiples técnicas. Llegó a luchar en la calle para ganarse la vida. Durante el último enfrentamiento en el ático, Shawn se las ve con otro experto en artes marciales.

El personaje que interpreta Channing Tatum aprendió a luchar en el instituto, y el estilo creado por los dos coordinadores debía reflejar ese detalle. Por suerte, tenían un buen alumno. "Channing es un auténtico atleta", dice Mike Gunther. "Fue muy fácil trabajar con él".

Para prepararse, Brian White se entrenó tres horas diarias durante cuatro semanas. El actor, ex jugador de fútbol americano, quiso meterse del todo en la piel de su personaje. Los coordinadores le enseñaron movimientos sacados del jiu-jitsu brasileño, del muay thai y técnicas de forcejeo. Hablando de que no usó un doble en ningún momento, el actor explica: "Si se contrata a atletas, o a actores atletas que no necesiten dobles, se gana mucho realismo. Se puede ser el mejor actor del mundo, pero en cuanto el público sólo le ve la espalda, sabe que no es él".

Dado que la escena entre Channing Tatum y Cung Le incluía muchos elementos, trabajaron juntos tres días antes de rodarla. Realizaron una mezcla de pelea sucia y pelea callejera de pie y en el suelo. No todos los movimientos estaban coreografiados, con lo que tenían cierto margen de maniobra.

Mic Rodgers y Mike Gunther debían asegurarse de que no les pasase nada a los actores durante los combates sin que la escena perdiese realismo. "Si le pasa algo al actor, toda la película se cae", explica Mike Gunther. "Es una gran responsabilidad".

Kevin Misher está convencido de que la autenticidad de las escenas se nota: "Soy un seguidor de la lucha mixta. No estoy acostumbrado a ver a los actores rodar combates sin dobles. Aporta una gran riqueza. Disfruto mucho con los movimientos de los boxeadores y de los luchadores de artes marciales, y me alegro mucho de haber podido incluir esto en la película".

"Los combates no son los típicos que suelen verse en la pantalla", añade el coordinador Mic Rodgers. "Hemos intentado añadir algo más. Colaboramos con el departamento de efectos especiales. Hay muchos cristales rotos, cosas que vuelan y se caen. Nosotros les aconsejamos en cuanto a la seguridad y ellos tuvieron ideas brillantes".

A pesar de la preparación de Channing Tatum, el rodaje no fue fácil. "Mantener el nivel emocional en un combate es muy difícil", explica el actor. "El rodaje de una escena puede durar 14 horas, pero hay que mostrar dolor cuando recibes un puñetazo o rabia cuando tiras a alguien contra un panel de vidrio, y no es nada fácil".

La sensación de realismo también se debe al buen hacer del director de fotografía Stefan Czapsky y de los montadores Jake Pushinsky y Saar Klein. "Rodamos los combates cámara en mano, con tres cámaras a la vez", explica el director de fotografía. "Luego Jake tuvo el triple de trabajo en la sala de montaje. Había que usar la toma más realista. Durante la primera pelea, Channing recibió un puñetazo de verdad, acabó con un ojo morado. Entendió enseguida por qué es mejor simularlo, duele menos".

Los montadores se enfrentaron al reto de combinar el montaje con el diseño de sonido para que fuera más realista. "La combinación de montaje y diseño de sonido es clave a la hora de conseguir una buena escena de combate", dice Jake Pushinsky. "Si se oye un golpe, aunque no se vea, parece que ha ocurrido. Se pueden conseguir muchas cosas con el sonido y el montaje".

Además de los cambios de plano, los montadores cuentan con la interpretación. "Los ojos no son tan rápidos como se piensa", explica el montador. "Con el tiempo he aprendido que es más importante ver la reacción de la persona que recibe el golpe que la reacción del que lo da. Cualquiera puede lanzar un puñetazo al aire, pero no todo el mundo puede fingir recibirlo".

El montador también cree en la importancia de la música, sobre todo en el montaje. En su opinión, gran parte de las escenas de combate depende del ritmo. Jake Pushinsky ha tenido una formación musical y suele poner música mientras trabaja, aunque no esté incluida en la película. Cree que añade ritmo a la escena.

Dito Montiel, que también es músico, está totalmente de acuerdo: "Cuando se compone o se escribe un guión, se piensa en el conjunto, por eso son dos procesos similares".


De un barrio a otro: Las localizaciones de Fighting/Puños de asfalto
El recorrido de Shawn como luchador le lleva desde los tristes edificios de renta limitada llenos de cucarachas a espectaculares áticos donde entretiene a ricos ejecutivos de Wall Street. Cada uno de los cuatro combates clave le lleva a un barrio diferente. La pelea culminante, en la última planta de un rascacielos de Wall Street, está precedida por un combate en el pabellón de la comunidad rusa en Brighton Beach, otro en el Palacio Asiático en Flushing, y otro en un callejón del Bronx.

"Lo maravilloso de trabajar con Dito es saber que está anclado en la realidad", dice la diseñadora de producción Thérèse DePrez (Mr. Magorium y su tienda mágica y el próximo estreno Brooklyn’s Finest, de Antoine Fuqua). "En esta película, el diseño no debe hacer sombra a nada. Como neoyorquina, no quería que la ciudad fuera obvia. Todo debía ser sutil, cercano y auténtico".

Dito Montiel quería que el público sintiera la misma emoción que se apoderaba de él cuando iba a Manhattan de niño. Para mantener la sensación de autenticidad, los directores de casting buscaron la figuración en los barrios donde se rodaron los combates. Los extras rusos proceden de Brighton Beach; los dominicanos, del Bronx, y los coreanos, de Flushing. "Quería mostrar Nueva York y recorrer la ciudad", explica el realizador. "No hace falta mostrar el Empire State para saber que es Nueva York. Todos los extras tienen rostros muy interesantes, eso es lo bueno de rodar en Nueva York".

El director de fotografía Stefan Czapsky no había rodado en Nueva York desde Última salida, Brooklyn, en 1989. "Me apetecía hacer algo alejado de las imágenes habituales de Nueva York", dice. "Espero que los espectadores se den cuenta de que se les ha llevado a lugares de la ciudad que no verían normalmente durante una visita".

Thérèse DePrez buscó decorados especiales para cada uno de los combates, pero el director sabía muy bien lo que quería. La diseñadora encontró un sitio fantástico debajo del puente de Brooklyn. Se trataba de una antigua fábrica con ventanas en arco perfecta como decorado para un combate, pero a Dito Montiel le pareció forzado. "Dito me preguntó por qué irían allí", explica la diseñadora. "Al final optamos por un ático en Wall Street. Es un lugar más acorde con los personajes y con la obsesión que Dito y yo teníamos para que la película fuera realista".

Los cineastas se inclinaron por Linden Place, en Flushing para la pelea con el luchador coreano, un decorado que dejaba claro que en esta pelea había mucho más dinero en juego que en las celebradas en Brighton Beach o en el Bronx.

El último combate tiene lugar en un ático en plena remodelación del rascacielos Beaux-Arts, construido a principios del siglo pasado. Ocupa tres plantas, tiene grandes ventanas en forma de arco, enormes espacios y está considerado como uno de los pisos más espectaculares de Nueva York. Además, tiene varias terrazas que dominan los puentes y edificios de Manhattan.

"Buscábamos algo inacabado, en proceso de construcción", dice Thérèse DePrez, "porque eso permitía que los luchadores se dieran contra columnas, paredes y otros elementos. Lo genial de este decorado son los enormes espacios interiores y exteriores".

La filmación del complejo combate final duró más de una semana en un piso en remodelación y sin calefacción. Fue duro para todos, pero más aún para los actores, que llevaban muy poca ropa. "De pequeño practiqué las artes marciales", recuerda Channing Tatum, "pero no tenía nada que ver con estas peleas en las que sólo sobrevive uno de los dos. Ha sido una experiencia muy intensa".