Cinemanía > Películas > Flores de luna > Sinopsis
Destacado: Llega a las salas de cine 'Kung Fu Panda 4'
Flores de luna cartel reducidoFlores de lunaDirigida por Juan Vicente Córdoba
¿Qué te parece la película?

Desde una chabola del Pozo del Tío Raimundo, aquella barriada construida vertiginosamente en los años 50 con "casas" de barro y lata que crecían como "flores de luna" levantadas durante la noche, el "cura rojo" Padre Llanos insufló a los inmigrantes su ilusión utópica en busca de la justicia y libertad. Días y años de solidaridad, de rebeldía y de forjarse una nueva identidad soñando con la creencia de que, desde el barrio, se podía cambiar el mundo. ¿Cómo estas gentes tomaron conciencia de su situación y con su fuerza y cohesión como grupo humano emprendieron la transformación?.


Sinopsis larga
Cuando la gente ve hoy en día a los inmigrantes que vienen de fuera tiende a olvidar lo cerca que hemos tenido la pobreza. Es incapaz de recordar nuestra propia inmigración interna: la andaluza, manchega, extremeña, etc. Ya no se recuerdan aquellas imágenes de la posguerra: el frío, el hambre, el miedo. A los vecinos madrileños, del legendario barrio del Pozo del Tío Raimundo, barriada construida vertiginosamente en los años 50 y 60 con "casas" de barro y lata que crecían como "flores de luna" levantadas durante la noche a hurtadillas de la policía, no se les va a olvidar nunca. Como tampoco se les olvidará jamás a aquellos otros inmigrantes que llegaron a los barrios de La Mina, Somorrostro, Torre Baró, Campo de la Bota, Poble Nou y Hospitalet, entre otros, en Barcelona o a los de Recaldeberri y Errekalear en Bilbao o a los de Orcasitas, Palomeras, San Blas, Fuencarral, del Cerro del Tío Pío o Doña Carlota en Madrid o a los de la Coma y del Cristo en Valencia y cuyas historias podrían ser el vivo reflejo de la historia que nos ocupa.

Días de explotación y represión; días de chabolas y calles de barro; días de lucha por llevar agua y luz eléctrica a las "casas". De pavimentar las aceras y conseguir viviendas dignas. De creación de escuelas, dispensarios médicos, cooperativas y asociaciones de vecinos. Pero, sobretodo, días y años de solidaridad, de rebeldía, de forjarse una nueva identidad y soñar con la creencia de que, desde el barrio, se podía cambiar el mundo.

Los años 60 fueron los años de la utopía y de la gran aventura de la ilusión de vivir una sociedad nueva. Tiempos difíciles y más para este tipo de barrios que nacían con el estigma de estar mal vistos por las clases dirigentes. La llegada del Padre Llanos a finales de 1955 al Pozo, carente de las necesidades más elementales, transforma su existencia, empezando a liderar a todos sus vecinos, en la mayoría ex-campesinos analfabetos, en la lucha por conseguir una vida mejor. Desde la chabola, encabeza valientemente el movimiento de los curas obreros y su opción por los pobres oponiéndose a la opresión de la dictadura y desafiando las directrices de la Iglesia. El cura Llanos, abandona su vida burguesa y su pasado de cruzada, dando cobijo en su pequeña chabola iglesia a los sindicatos obreros en la clandestinidad y, entre las paredes de su creación más celebrada - el Común de los Trabajadores - se gesta la ideología de varios partidos de la izquierda revolucionaria. ¿Cómo un hombre puede cambiar de ideas y pasar de capellán ultraderechista a cura rojo debido al contacto con los hombres, el pueblo y la miseria? ¿Cómo estas gentes tomaron conciencia de su situación y con su fuerza y cohesión como grupo humano emprendieron la transformación?.