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Como entrenar a tu dragón cartel reducidoComo entrenar a tu dragón(How to train your dragon)
Dirigida por Dean DeBlois, Chris Sanders
¿Qué te parece la película?

"Cómo entrenar a tu dragón" está producida por BONNIE ARNOLD (Toy Story, Tarzán, Vecinos invasores), escrita por WILL DAVIES y DEAN DeBLOIS & CHRIS SANDERS (Lilo & Stitch, Mulan), y está basada en el libro de CRESSIDA COWELL.
DreamWorks Animation SKG Presenta Cómo entrenar a tu dragón, un estreno de Paramount Pictures (y la segunda película de DreamWorks Animation en InTru 3D), protagonizada por las voces de Jay Baruchel, Gerard Butler, Craig Ferguson, America Ferrera, Jonah Hill, Christopher Mintz-Plasse, Kristen Wiig y T.J. Miller. La película está dirigida por Chris Sanders & Dean DeBlois. El guión es de Will Davies y Dean DeBlois & Chris Sanders. La productora es Bonnie Arnold. Los productores ejecutivos son Kristine Belson y Tim Johnson. "Cómo entrenar a tu dragón" ha sido calificada para menores con supervisión paterna por sus secuencias de intensa acción y algunas imágenes de miedo, más algo de lenguaje ligeramente fuerte.


Preparándose para la batalla

Hace casi seis años, la serie de libros de la autora británica Cressida Cowell llamó la atención de los creadores ejecutivos de DreamWorks Animation. Con una sólida reputación conseguida a base de tomar títulos pequeños pero respetados y transformarlos en grandes éxitos de taquilla, no tardaron ni un minuto nórdico en ver el potencial cinematográfico que tenían las hazañas de un chico enclenque llamado Hipo que intenta encontrar su sitio en el aguerrido mundo de los vikingos. "Si uno va a escribir sobre vikingos y dragones, tiene que ser algo con una escala muy grande", dice Cowell. "Me sentí sumamente ilusionada cuando DreamWorks manifestó su interés por el libro, ¡pues sabía que iban a poder hacer la película en una escala que apenas me podría imaginar!"

Reciente aún su éxito con la comedia de aventuras de DreamWorks "Vecinos invasores", la productora Bonnie Arnold no tardó mucho tiempo en interesarse por la nueva propiedad recién adquirida. Supervisó el proyecto a medida que éste iba avanzando por el proceso de desarrollo, y cuando Bill Damaschke, el copresidente de producción de DreamWorks Animation, le preguntó en qué le gustaría trabajar a continuación, ella eligió "Cómo entrenar a tu dragón".

Para Arnold, uno de los mayores retos como productor era tomar un mundo concreto como el creado en los libros de Cowell y adaptarlo a un largometraje entero. "Queríamos hacer de la película un gran acontecimiento, una película realmente de acción y aventuras con personajes estupendos que pudiesen atraer a un público amplio", explica Arnold. "En todas nuestras otras películas, los personajes principales son adultos o animales, pero en esta película nuestro héroe es un adolescente, y eso marca una nueva dirección para el estudio. La personalidad de Hipo y su interacción con los dragones y las diferentes personalidades de los vikingos son la base del humor de esta historia, a diferencia del humor que es más satírico o tópico. Tiene aventuras, humor y sentimientos, los elementos ya estaban ahí, sólo necesitábamos un equipo fuerte de dirección y de guionistas para que contribuyesen a darle forma".

Para encabezar el proyecto, el estudio recurrió al escritor y director Chris Sanders, nominado al Óscar, y al escritor y director Dean DeBlois. Para Sanders, la atracción ejercida por la historia de Hipo fue inmediata: "Creo que la historia que hay dentro de esta historia es de una gran profundidad emocional, lo que me pareció emocionante, pero lo que de verdad me llamó la atención fueron las secuencias de vuelo", dice Sanders. "Hacía mucho tiempo que quería hacer una película que de algún modo implicase seres, personas o superhéroes que volasen, así que cuando leí la primera versión de esta historia, pensé: ‘¡Caramba, podemos hacer de esto algo nunca visto!’"

"Chris me llamó el fin de semana después de que hablara con Jeffrey Katzenberg", añade el escritor y director Dean DeBlois, "y me dijo que ‘Cómo entrenar a tu dragón’ era algo que estaba muy en mi onda, concretamente, un protagonista adolescente en una película súper espectacular de acción y aventuras fantásticas. Y eso es algo que me atrae de verdad, ésas son las historias que yo escribo. Me apunté inmediatamente y leí el libro. Pude ver que tenía un inmenso potencial, y volver a trabajar con Chris me hacía muchísima ilusión".

Mientras que el libro arranca en un punto en el que los dragones se han integrado en la estructura social de los vikingos, los realizadores se percataron de que la clave sería retroceder unos cuantos años en el tiempo. Arnold explica: "En términos de narrativa, creo que nuestro punto de partida era elaborar la historia desde su origen: cómo Hipo y su relación con un dragón llamado Desdentao cambiaron totalmente su mundo. Ésa era la historia que queríamos contar, la de cómo empezó la relación entre vikingos y dragones que produjo como resultado las aventuras de estos libros, de las que hemos oído hablar y que conocemos y nos encantan".

Los libros de Cowell se basaban libremente en las propias experiencias personales de la infancia de la autora, la cual pasó en una isla remota y deshabitada frente a la costa occidental de Escocia. Sin carreteras, casas ni electricidad, era un sitio ideal para que la imaginación de la joven Cowell se disparase sin freno, el fondo que más tarde sentaría las bases del mundo de dragones y vikingos de sus historias. No tenía que esforzarse mucho para verse a sí misma como un rudimentario vikingo-en-prácticas llamado Hipo, con un jefe llamado Estoico como padre. Sin embargo, incluso aunque Hipo sea lo más opuesto a la mentalidad típica de los vikingos que se pueda imaginar, él sigue deseando convertirse en un luchador en una sociedad de guerreros, y se esfuerza por conseguirlo.

"Los vikingos son duros, con un código y un credo", explica Sanders. "Luchar va implícito en su naturaleza. Si uno es un vikingo, no rehuye una pelea: eres fuerte físicamente, eres valiente, no te acobardas. Lo que nos gusta de Hipo es que quiere ser un vikingo. No es que se haya levantado una mañana y se haya dicho: ‘Ojalá no fuera uno de estos tipos’. Por el contrario, quiere desesperadamente ser como ellos".

Esa perspectiva ayudó a los realizadores a modelar la personalidad y la motivación de Hipo y convertirla en la de un adolescente que se va percatando de su potencial. "No entiende muy bien todo lo que pasa a su alrededor, pero tiene clara una cosa: su punto de vista y su capacidad son diferentes", continúa Sanders. "Su padre no lo entiende, el pueblo no lo entiende. Pero nosotros sí, y eso es lo que nos encanta del personaje".

Alessandro Carloni, encargado de la historia, opina: "En el libro había cualidades con mucha inspiración que queríamos incorporar a la película. Ciertamente, había mucho encanto en la forma en la que la autora describía la vida cotidiana de los vikingos. Queríamos darle un poco de animación, hacer un poco mayor al protagonista y encuadrarlo definitivamente en el género de acción y aventuras. Queríamos mantener el encanto del lenguaje, pero mostrarlo de otra manera. ¿Cómo viven, viajan y cazan los vikingos? Fue por ahí por donde empezamos".

"Lo llevamos más allá de los límites de lo que acostumbramos a hacer, de donde habitualmente nos sentimos cómodos", interviene la productora Bonnie Arnold, "y tengo que agradecerle al estudio por habernos dejado hacerlo".

"Y eso es por el propio jefe de DreamWorks Animation", dice Chris Sanders. "Si uno está haciendo algo a medias, se dará cuenta. Te recuerda que, aunque estés solucionando problemas de la historia, también estás haciendo una película. Siempre te anima a que seas atrevido con lo que estás haciendo. A no conformarte nunca, a llegar hasta el final".

Pero en el núcleo de todo, como siempre, está la historia, y para eso el estudio contaba con dos campeones en la pareja formada por Sanders y DeBlois. Como explica la productora Bonnie Arnold: "Chris y Dean son, básicamente, grandes narradores. Se puede tener una animación fantástica, música, efectos de sonido, lo que quieras, pero tienen que estar apoyando a una gran historia. Como escritores y directores, tenían en mente una manera de contar esta historia, una adaptación muy concreta de esos libros tan entrañables. Se les da muy bien comunicar eso a todos los que están en el proyecto. Mi trabajo, y el del resto del equipo, es trasladar ese concepto a la pantalla. Se les da muy bien inspirar a los demás, lo que a su vez nos anima a todos a ofrecerles a cambio algo mejor".

Sanders y Deblois se conocieron trabajando en "Mulan", y su primera colaboración juntos como escritores y directores fue "Lilo y Stitch", nominada en 2002 como mejor largometraje de animación por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood. Los dos descubrieron que trabajar juntos aumentaba su destreza. Dice DeBlois: "Parecíamos conectar en la misma clase de ideas: podemos llegar al mismo resultado final, pero lo hacemos desde perspectivas diferentes. Creo que yo soy capaz de tomar sus ideas y aumentarlas sin hacerlas descarrilar, y creo que él hace lo mismo conmigo. Así que cuando dirigimos o escribimos juntos, resulta ser un pacto sumamente beneficioso: hay una sensación de empatía creativa. Nos complementamos mutuamente".

"Tenemos una buena relación de trabajo. Para nosotros, el truco está en ponerse duro con la historia y especificar sus puntos flacos, pero sin llegar tampoco demasiado lejos y hacer una película que haya perdido su delicadeza. Uno quiere elaborar una historia que tenga sentido, pero que conserve también la magia y la sorpresa. La única forma de conseguir eso es confiar el uno en el otro, creer de verdad en el instinto del otro. Dean y yo tenemos la misma sensibilidad en general, y tendemos a darle el mismo tono a nuestra narrativa. Pero, además, normalmente llegamos a las cosas desde direcciones diferentes, así que es muy probable que cada uno escriba las escenas de forma diferente a como lo haría el otro, pero por lo general encajan. Bosquejamos la historia juntos, pero luego nos repartimos las escenas y nos encargamos individualmente de ellas. Así es mayormente como vamos avanzando. Luego cada uno lee las páginas del otro. Siempre me sorprende el ángulo con que lo enfoca Dean, pero siempre me gusta dónde concluye, o hacia dónde lo dirige. Yo me aseguro de que mis notas se centren en hacer funcionar a sus escenas, y no en intentar convertirlas en las escenas que hubiera escrito yo. Y él hace lo mismo conmigo. Nuestras películas son una auténtica colaboración".

El tándem, a su vez, encontró en Arnold a su paladín: "Bonnie es sensacional, se nota que ha hecho esto antes muchas veces", dice Sanders. "Ella protege a la película, y está totalmente implicada en lo que uno intenta conseguir como escritor y como director. Nos proporciona un ámbito seguro en el que podemos crear. También lucha por nosotros, y las escenas mayormente mudas del principio de la amistad entre Hipo y Desdentao no hubieran estado en la película si no nos hubiéramos sentido en un entorno seguro".

DeBlois confirma: "Bonnie es sumamente buena para afrontar la cantidad que sea de situaciones caóticas que puedan surgir durante una producción y llegar exactamente al núcleo de lo que es importante. Y eso es lo mejor, pues como productor, eso es lo que se necesita en el proceso de realización fílmica. Así que confío en ella, y sé que siempre actúa con la mejor de las intenciones".


Los vikingos que atacan...
En la adaptación cinematográfica de "Cómo entrenar a tu dragón", los mundos de los vikingos y de los dragones tienen cada uno su propio ámbito, pero cuando se cruzan, como sucede a menudo, el resultado es explosivo y destructivo. Dice Dean DeBlois: "Queríamos establecer la idea de que había una mitología en ese lugar, y de que a la Isla Mema, en donde viven, habían llegado navegando hace muchísimas generaciones, unos 300 años antes. Y desde el primer momento en el que pusieron pie en la isla, ésta estuvo asediada por los dragones. Así que, de una manera muy parecida a como los granjeros se enfrentan a los lobos, o cualquier grupo de colonos se enfrenta a lo que percibe como depredadores, la reacción suya es contraatacar. Esos vikingos eran atacados por dragones que les robaban la comida y destruían sus casas. Así que lo que tenemos es un conflicto que proviene de llevar generaciones y generaciones intentando coexistir".

En el marco de este mundo, nos es presentado Hipo, el hijo único de Estoico, el jefe, quien, pese a sus desesperados esfuerzos, simplemente no encaja. De hecho, cada vez que idea algún plan para ganarse la simpatía de su padre y de los otros habitantes del pueblo, los resultados son invariablemente desastrosos. Para ahorrarle ese desgaste y con la esperanza de evitar más planes calamitosos en busca de la salvación, Hipo (una fuente de ridículo constante para los vikingos) es nombrado aprendiz de Bocapodrida, el herrero y confidente de Estoico. A pesar del amor que siente hacia su hijo, Estoico se siente a menudo avergonzado de que su único heredero sea (al menos a sus ojos) totalmente incapaz de llegar a ser un vikingo, y no digamos ya de ser su futuro jefe. La inteligencia de Hipo está minusvalorada, y su falta de bravura es considerada como un escollo insuperable.

"La cualidad más importante en un actor de animación", dice Arnold, "es su capacidad para retratar algo con su voz. Lo que más me gusta de Hipo es que lo que se percibe como sus defectos (su inteligencia y sus poco convencionales puntos de vista) se convierten en sus mayores virtudes. Apoyamos a Hipo. Esa cualidad se da en abundancia en Jay Baruchel. Es listo, es gracioso, y tiene un humor un poco extravagante".

Arnold también atribuye a los escritores Sanders y DeBlois (junto con la interpretación de Baruchel) el mérito de crear un personaje socialmente desvalido y que merece nuestro apoyo. "Hipo es en realidad el futuro jefe, y eso es algo que el resto de la tribu tiene que asimilar y comprender".

Dice Chris Sanders: "Es divertidísimo trabajar con Jay, porque le da realmente vida a los diálogos. Y es más que eso, realmente vive sus escenas. Mostrarle a él el material es como mostrárselo al propio Hipo. Mientras estábamos grabando, Jay a menudo hacía una pausa y decía: ‘Me parece que él lo diría más bien así’, y entonces lo volvía a repetir. Y ciertamente, siempre parecía cada vez más cómodo. A veces se trata sólo de una palabra, pero eso es lo que marca la diferencia. Es la parte del proceso en la que le damos a todo el toque final y a la medida. Después de cada sesión de grabación con Jay, aprendíamos un poco más acerca del personaje de Hipo, y aplicábamos esos conocimientos a la siguiente serie de escenas".

"En la Isla Mema, en donde se desarrolla la película, el rito iniciático de todos los vikingos es salir a matar un dragón", explica Baruchel. "Los vikingos han estado a merced de los dragones todo el tiempo que llevan en la isla. Son básicamente una plaga, las palomas o las mofetas o los mapaches con los que tienen que enfrentarse los vikingos, sólo que, en lugar de ensuciar estatuas o estropear jardines, estos roban ganado y queman pueblos enteros. Así que el hecho de que Hipo desarrolle algún tipo de relación, o que sienta afinidad hacia un dragón, es una blasfemia para los del pueblo. No es precisamente algo que debería hacer el hijo de su futuro jefe".

Para DeBlois, Baruchel no sólo suena como debería sonar Hipo, sino que recuerda ciertas características suyas. "Jay encarna en cierto modo gran parte de lo que es Hipo. Tiene un físico esbelto, es muy ingenioso e inteligente, y le aporta eso al personaje, de manera que las frases que dice Hipo suenan muy auténticas. No parecen formar parte de un guión. Uno siente que es realmente un personaje que ha ido más allá de su anhelo por llamar la atención de su padre, e incluso de querer ganarse la admiración o la aceptación del pueblo, en general. Se siente como un personaje que se ha endurecido y que ha desarrollado el sentido del humor como medio de defensa. Me encanta eso de Jay".

Lo ligero y divertido puede funcionar bien para la comedia, pero ciertamente no funciona para quien es hijo de alguien llamado "Estoico el Vasto". Según Baruchel: "El padre de Hipo es el jefe militar de los vikingos. Y es un tipo impresionantemente corpulento: cada brazo de Estoico es como los dos de Hipo juntos. Creo que eso no difiere mucho de mi padre en la vida real: lo único que quería era que jugara al hockey, o al baloncesto, y nunca llegaría a suceder ninguna de esas dos cosas".

Así que, si el delgado Baruchel le presta su voz a Hipo, tiene mucho sentido que sea un actor imponente, uno que pueda sonar creíble como un caudillo nórdico, quien dé voz a Estoico. ¿Qué tal el antiguo Rey de Esparta?

Dice Arnold: "Gerry Butler se hizo famoso por su papel en ‘300’, y vimos esa película y pensamos: ‘Ahí va, pero si es nuestro Estoico’. Tiene una gran voz cavernosa que tiene que llenar a este hombre gigantesco. Invitamos a Gerry a una reunión y le enseñamos lo que teníamos de la película, y se mostró muy interesado e ilusionado".

Y Butler llegaba con un gran bagaje de experiencia: "Tengo la suerte de haber interpretado ya a un personaje vikingo, y he interpretado muchos personajes como éste: he interpretado a Atila el Huno, he hecho una película ambientada en la época medieval, así que también he utilizado espadas, escudos y lanzas. Además de interpretar a Leónidas (en ‘300’), he hecho una película en Islandia: estuve allí tres meses interpretando a Beowulf, probablemente el vikingo más famoso de todos los tiempos, quien también tuvo que enfrentarse con un monstruo como los que aparecen en esta película. Así que me parece como si la mitad de mi carrera me hubiera conducido hasta un papel como éste: ser un jefe, ser poderoso, pero luchar por una causa de la que no estoy seguro, tener miedo de algo, pero aún así seguir combatiendo contra ello".

"Creo que la conversación más importante que tuvimos con cualquiera de los actores fue una conferencia con Gerard Butler unos días antes de hacerle la prueba de grabación", recuerda DeBlois. "Hablamos mucho de Estoico con él, ya que representa todo lo vikingo. Gerard no quería que el personaje resultase malvado o mezquino, y tuvimos una buena oportunidad para hablar del papel de este tipo en la película, y de cuál es su relación con Hipo".

Esa llamada inicial a Butler les proporcionó a los realizadores detalles adicionales del carácter de Estoico, y fue un momento decisivo en el desarrollo de la película. "Decidimos que Estoico quiere de verdad a su hijo, y probablemente es por eso por lo que ha estado escondiéndole", dice Sanders. "No es por vergüenza, es por protección. Está totalmente convencido de que, si deja a Hipo salir de casa, no importa por cuánto tiempo, éste probablemente hará que le maten, porque lo que pasa con Hipo es que quiere ser un vikingo, así que va a ponerse (de algún modo o manera) delante de un dragón aunque éste le mate, cosa que sucederá si Hipo no sabe qué hacer".

Según recuerda Butler: "Me dijeron: ‘Vamos a hablar de tu personaje, y de cómo cree tú que encaja’. Nunca había tenido ocasión de interpretar un papel en una película de animación, y pensaba que ya había como 300 personas trabajando en la película y yo era sólo una pequeña parte. Pero a medida que hablábamos, se convirtió en una conversación muy creativa e inspirada. Estaban muy abiertos a las ideas, y me encontré a mí mismo animándoles. Es estupendo ver que lo que imaginamos terminó apareciendo en la historia: por ejemplo, la idea de Estoico contándole sus problemas a Bocapodrida, y luego una escena inversa, con Bocapodrida contándole sus problemas a Estoico. También le dimos un poco la vuelta a Estoico, quitándole algo de su pesadez mental. Obviamente, sería siendo un personaje potente, pero añadiéndole algo de humor, algo de preocupación por Hipo, equilibrando eso con las responsabilidades de ser el jefe. Posteriormente, eso me dio libertad para ir probando cosas diferentes a medida que avanzábamos".

Los realizadores enfatizaron también el apuro (con su potencial para la comedia, así como su patetismo) que supone para el hombre más destacado de la isla tener un hijo debilucho y ‘problemático’. Todos quienes admiran a Estoico se dan perfectamente cuenta de que se encuentra abrumado por el mayor problema del pueblo, o sea Hipo.

Y al igual que sucedió con Baruchel, el físico de Butler llegó a influir en Estoico. "Kristof Serrand, que es quien animó a mi personaje, elaboró una pieza, más o menos a la mitad del proceso, que realmente me sirvió de inspiración. Todo lo que veo en este proyecto me inspira: uno, porque es formidable, y dos, porque tengo la oportunidad de ver y escuchar lo que he hecho. Mientras grababa, me preguntaba todo el rato por qué tenían cámaras en el estudio. La pieza que editó Kristof se intercalaba entre la versión animada de mí mismo y la de yo mismo en el estudio, grabando, casi con los mismos movimientos. Podía ver un montón de mis características en la forma en la que me expreso, en mi relación con Hipo, y en mi forma de moverme".

Y de la misma forma en que el animador inspiró al actor, el actor inspiró a los realizadores. Sanders opina: "Gerard es infatigable, y realmente nos animaba durante la sesión. Teníamos que rodar una película entera, pero nos pasábamos una hora con una escena, porque tengo que decir que Gerard es increíblemente inventivo. Así pues, creo que la primera sesión con él duró como unas cuatro horas, lo cual es mucho tiempo para una sesión así. Pero él terminó la sesión con más energía que la que nosotros teníamos al empezar. Seguía ocurriéndosele material, pero teníamos que poner punto final, porque estábamos a punto de perder el avión de vuelta. Llegué realmente a desear tener aquellas sesiones con Gerard, porque se creaba mucho material bueno sobre la marcha".

Añade DeBlois: "Fuimos muy afortunados por contar con un reparto fabuloso para esta película, empezando por Gerard, quien le aporta mucho peso y personalidad a su personaje. Es perfecto para el papel de un súper-vikingo que tiene un auténtico corazón de oro en su interior. Y dado que es uno de los personajes con una de las escalas más fuertes de la película, hemos sido doblemente afortunados, porque su interpretación es simplemente increíble. Le aporta muchísimo al personaje, muchísimas ideas en cada sesión".

Los realizadores fueron también increíblemente afortunados al recibir el talento de América Ferrera, una actriz a la que Jeffrey Katzenberg, de DreamWorks Animation, había estado rondando para que se uniera a uno de sus proyectos desde que su serie "Betty la Fea" se convirtiera en un fenómeno internacional. Y el personaje de Astrid, la adolescente vikinga más prometedora de la isla, era un gran papel.

"El personaje de Astrid, a quien da voz América Ferrera, no existía en el libro original. Pero creo que, al hablarlo con los realizadores, nos pareció que era importante que en la película hubiera un personaje femenino fuerte, alguien al que nuestro público femenino pudiera entender y querer ser como ella", dice Bonnie Arnold.

Y Astrid es justo ese personaje. Es la mejor de su clase y la mejor luchadora contra los dragones de toda Isla Mema. "Hipo es un bonito contraste con ella, porque según él, él no es capaz de hacer nada a derechas. Lo estupendo de América es que tiene una voz fuerte, pero también hay mucho sentimiento en ella. Así que, aunque al principio es dura con Hipo, hay en ella una calidez que la hace simpática. A medida que empieza a entenderle mejor y a darse cuenta de cómo es Hipo, se ablanda un poco, y creo que América lo hace estupendamente", añade Arnold.

Dean DeBlois continúa: "Astrid representa a la vikinga joven e ideal. Ella personifica los ideales de aquellos que la han precedido: los dragones son el enemigo, y uno tiene que tomárselo en serio y trabajar duro. Se da cuenta de que la guerra que luchan actualmente sus padres (que están luchando todos los padres) está a punto de ser heredada por ellos. En ese sentido, hay un gran enfrentamiento con Hipo cuando comienza el entrenamiento, porque él no parece tomárselo en serio en absoluto. Astrid está muy centrada, trabaja mucho y está constantemente practicando. No se permite a sí misma grandes diversiones, siempre la equiparábamos de alguna manera con la estrella de atletismo del instituto. Siempre concentrada, siempre entrenando, nunca participa en la diversión, no va por ahí haciendo el ganso. No le gusta nada la gente que no asume sus responsabilidades. Y a Hipo le considera ciertamente así.

"Al igual que el personaje al que interpreta, América es muy centrada", continúa DeBlois. "América tomaba sus párrafos y los coloreaba de una forma que parece muy específica de una persona real. Eso es lo que me encanta de la forma en la que abordó el personaje: no llegar y leer simplemente los diálogos, sino más bien llegar con un conocimiento pleno del personaje. Eso es lo que marca la diferencia en la pantalla".

"Astrid no se anda con chiquitas, ¿sabes?, está decidida a ser una buena vikinga y a aprender a derrotar a los dragones", dice Ferrera. "Es como la chica del reality show que llega y dice: ‘No estoy aquí para hacer amigos, estoy aquí para ganar’. Fue divertido poder interpretarla, porque no es mala, y si tiene miedo, lo canaliza en productividad. Está pensando: ‘Vale, tengo miedo de este dragón. ¿Cómo salgo de esta situación?’ Mientras los otros personajes se aturullan y se aterrorizan a la vista del dragón, para ella es sólo como un trabajo. Fue estupendo contar con la concentración que ella tiene, y además encontrar los momentos tiernos, en los que deja eso a un lado, a medida que va conociendo a Hipo y empezando a respetar lo que hace. Se da cuenta de que hay otras formas de valentía que nunca había imaginado".

Ferrera llegó no sólo respetando el proyecto, sino con un gran respeto por el material y por el género. "Lo que me encanta de los libros infantiles (y lo que Cressida está haciendo con esos libros) es que permiten a los niños cuestionarse cosas como: ‘¿Cuáles son los dragones en mi vida? y, si hay algún motivo para tener miedo, ¿hay algún modo de superarlo, de enfrentarse a ello?’ Eso es lo mejor que pueden hacer estos libros y películas infantiles: tomar temas realmente importantes y presentarlos (a veces, de forma bastante inesperada) de manera que los chicos puedan entenderlos y enfrentarse a ellos".

En cuanto a los otros participantes junto con Hipo y Astrid en Entrenamiento con Dragones, aunque pueden entender a su enemigo, ciertamente no son capaces de enfrentarse a él… aún. Junto a ellos en ese viaje hay unos personajes con unos nombres muy apropiados: Patán Mocoso, interpretado por Jonah Hill, Patapez, en la voz de Christopher Mintz-Plasse, y los belicosos guerreros gemelos Chusca (Kristen Wiig) y Brusco (T.J. Miller).

"Todos son adolescentes, pero no podrían ser más diferentes de Hipo", dice la productora Bonnie Arnold. "Patán Mocoso, Patapez y Brusco son realmente personajes de los libros, pero de nuevo pensamos que hacían falta más personajes femeninos, así que le dimos una hermana gemela a Brusco, Chusca. Y se parecen tanto que a veces es difícil distinguirlos. Creo que en esta película, más que en ninguna otra película de animación en las que he trabajado, tuvimos de verdad a los actores juntos en una habitación haciendo las voces a la vez. Creo que gran parte del éxito de este elenco se debe a que ya habían trabajado juntos antes y se conocían. Hubo muchísimo buen material creado por los actores debido al acicate del momento".

Para interpretar el gag de ‘¿cuál gemelo es éste?’, la estrella del "Saturday Night Live" Kristen Wiig bajó su gama vocal e hizo más grave su sonido. Tampoco vino mal el hecho de que Wiig y Miller estuvieran más que dotados para la comedia, con la camaleónica Wiig y el experto en monólogos Miller apartándose a menudo del guión y descubriendo joyas improvisadas.

Kristen Wiig dice sobre la competitiva Chusca: "Creo que hacer sketches cómicos y dar voz a un personaje animado son cosas muy parecidas. Al hacer un personaje de un sketch, gran parte de cómo es ese personaje lo dice su aspecto, el vestido y la peluca, y pasa lo mismo con un personaje animado como Chusca, es un poco encorvada y desaliñada. Tiene costras en los brazos, y es un súper chicazo. Así que, trabajando con Dean y Chris, encontramos esta voz muy áspera y ronca. Parecía encajar: largas trenzas, dientes estropeados, etc".

"Ver grabar a estos dos", dice DeBlois, "era una gran ocasión. Ambos son hilarantes. Tienen una gran sintonía, y parece que son hermanos de verdad, pero están metiéndose constantemente el uno con el otro. ¡Bueno, hasta me recuerda a mí de pequeño con mis hermanas!"

El consumado cómico Miller decidió que un enfoque cerebral sería lo mejor para abordar a Brusco. "Hice algo de documentación sobre los vikingos. Si me ponía algún sombrero en la cabeza, tenía que ser con cuernos. Hice que me pusieran cuernos en todas mis gorras, e incluso a veces no me ponía nada más que los cuernos. No he montado en coche últimamente. Sólo he utilizado barcazas y botes grandes, lo que en Los Ángeles ha sido bastante difícil por varias razones: una, que no hay agua, y dos, las barcas gastan muchísimo combustible. Mucha gente no lo sabe. También he estado luchando contra monstruos. Eso ha sido también parte de mi investigación. Ayer luché contra un mapache, y anteayer contra un jabalí".

Chris Sanders dice: "La primera vez que oímos la voz de Christopher Mintz-Plasse en la prueba de grabación, pensamos inmediatamente en Patapez. Patapez es un personaje gigantesco, y necesitábamos algo que contrastase con eso. Y Christopher tiene una voz fabulosa, muy chillona y bajita. Así le pusimos la voz bajita y chillona al personaje gigante. Es que Patapez es alguien que no es consciente de su fuerza. Es realmente un gran vikingo, pero es un poco tímido y no está muy seguro de sí mismo".

Mintz-Plasse replica: "No sabía que tuviera una voz chillona. No puedo distinguirlo al hablar, porque a uno, cuando habla, su voz le suena como la del ‘hombre’. Así que me parece que mi voz suena como la del ‘hombre’. Pero Patapez es muy listo. Lo sabe todo sobre los dragones, y va soltando esa información al azar, lo cual molesta un poco a sus amigos, pero al final, es una buena ayuda. Es muy fuerte y, si he hecho bien mi trabajo, espero que también muy gracioso".

Dice Dean DeBlois: "La pareja de Christopher como Patapez y Jonah Hill como Patán Mocoso es perfecta. Como yo ya había visto la película "Supersalidos", sabía que estos tipos eran formidables juntos, y creo que ambos son tronchantes. Ambos le añadieron también tantas frases improvisadas a los diálogos que casi todo el rato dejábamos a un lado las frases del guión y utilizábamos las improvisadas, pues eran muy frescas y energéticas. Todo lo que salía de su boca hacía que nos partiéramos todos de risa".

Las razones de Hill para aceptar fueron variadas: "Creo que es una aventura fantástica y espectacular, algo realmente genial. Nunca he hecho una película con vikingos ni con dragones, así que la combinación de ambas cosas sonaba muy bien. Creo que lo mejor de estas películas es que son para todo el mundo, y es realmente estupendo formar parte de algo que yo mismo iría a ver, y que también van a ver los niños. Mi hermano tiene niños, y tiene que ver esas películas, y creo que, si puedo hacer que esas películas sean más divertidas para los adultos, será algo estupendo".

Una de las causas de que haya risas es la inclusión en el reparto del elocuente Craig Ferguson en el papel de Bocapodrida, el herrero encargado primero de proteger a Hipo, y luego de adiestrarle en Entrenamiento con Dragones junto a los otros adolescentes de la isla. "Creo que es un poco como una madraza para Hipo", observa irónicamente Arnold. "Bocapodrida se lo hace pasar mal a Hipo, pero en el fondo se preocupa por él. También hace de mediador entre Hipo y su padre, Estoico".

Dean DeBlois opina: "Probablemente, Estoico pensó: ‘Voy a poner a mi hijo a trabajar con mi mejor amigo en la herrería, quizás así se fortalezca, y desarrolle los músculos levantando hierros’. Pero Bocapodrida es el único amigo de verdad que tiene Hipo. Tiene bastante poco tacto, pero es muy honesto aconsejando a Hipo. Generalmente no son buenos consejos, pero los dice con una franqueza y una falta de tacto tales que son a la vez cómicos y justo lo que Hipo necesita oír… la mayoría de las veces".

Ferguson dice: "
La forma que tiene Bocapodrida de entrenar a los jóvenes vikingos consiste sencillamente en echarles a los dragones, y los que sobrevivan serán obviamente los que sobrevivirán en la batalla. No es sentimental con ninguno de los chicos. Piensa que son como de usar y tirar, y creo que tiene razón, excepto cuando se trata de Hipo. Creo que aprecia bastante a Hipo".

Habiéndose enfrentado a diversos dragones durante su carrera como guerrero, y habiendo perdido algunos miembros por el camino, Bocapodrida es a la vez más sabio y más feliz gracias a ello. Añade Ferguson: "A Bocapodrida le faltan algunos miembros importantes, al contrario que a mí. Yo estoy entero, ¿sabes?, con todos mis apéndices, todos los accesorios necesarios, las piezas que necesita un ser humano para la vida cotidiana. Los tengo casi todos. Bocapodrida, por su parte, no los tiene, pero se lo toma muy bien. Creo que considera sus heridas como recuerdos, con bastante afecto, memorias de las glorias de la batalla. Pero es bastante interesante y raro oír tu voz saliendo de un personaje animado, aparte de que le falten algunos miembros. Y ver cómo se hace animación en DreamWorks es fascinante. Es que es un edificio asombroso lleno de gente brillantísima que son muy listos, que estudian y que muchos de ellos huelen aceptablemente bien, y eso tampoco es muy habitual en el mundo del espectáculo".


… Y los dragones que contraatacan
Según los mitos elaborados por los realizadores, los vikingos llegaron a Isla Mema unas siete generaciones antes de la época en la que transcurre la película. Nada más poner el pie en la isla, empezaron los primeros ataques de los dragones. Y, siendo los vikingos como son (o sea, increíblemente tozudos), se negaron a abandonar su nueva tierra. Así que están decididos a luchar, y a luchar para ganar, sin importar cuánto tiempo les pueda llevar. Los ataques son principalmente por la noche, y es de cajón pensar que, durante el día, los dragones tienen que estar en alguna parte. Si alguien pudiera encontrar su madriguera, tendrían la oportunidad de erradicar la pesadilla de los ataques nocturnos que les han atormentado durante más de 300 años.

"Cómo entrenar a tu dragón" comienza, muy apropiadamente, con uno de esos ataques nocturnos, con hordas de dragones (y no de una sola raza, atención) bombardeando la isla, llevándose volando el ganado y destruyendo sus propiedades. Dean DeBlois explica: "Para Chris y para mí era muy importante empezar con una gran escena, porque queríamos dejar claro desde el principio el elemento fantástico y de aventuras y fijar el conflicto entre vikingos y dragones. Queríamos causarle una fuerte impresión al público, con mucha agitación, y haciéndole saber que también iba a haber una historia con emoción y sentimiento. Pero la película contiene secuencias de acción realmente formidables y emocionantes".

Así pues, dragones. Montones de dragones.

"En el libro original de Cressida Cowell, los dragones sí que hablaban. Tenían su propio lenguaje, pero ya desde el principio decidimos hacer a los dragones más parecidos a animales, con una comunicación no verbal. Creo que una de las razones fue que eso hacía que los dragones pareciesen más bestiales, más difíciles de vencer, constituyendo un obstáculo más difícil de superar para Hipo y los vikingos. Y por último, creo que eso lo hizo más interesante también para los animadores, porque les incitaba a darle a cada dragón su propia personalidad, sin depender de una voz. Hay un elemento sonoro en ello, pero en realidad todo se basa en sus expresiones faciales y sus movimientos, y eso es algo que hacen muy bien la animación y el 3D. Al final, eso es lo que diferencia a nuestra película de las otras películas de dragones", comenta Arnold.

De entre las múltiples razas de dragones que aparecen en los libros de Cowell, los realizadores decidieron concentrarse en seis clases concretas, y muy diferentes, de dragones. Y aunque cada uno de ellos es presentado brevemente durante la secuencia inicial del ataque, se les conoce a fondo durante las secuencias de Entrenamiento con Dragones, en donde se estudia a un ejemplar de cada raza soltándolo en el ruedo en sesiones de entrenamiento sucesivas. El libro incluye también una escena en la que Hipo está hojeando el Manual de dragones, en el que literalmente todas las páginas están repletas de miríadas de dragones. "Esa fue la forma en la que intentamos que los espectadores se hicieran una idea de lo vasta que es la inmensa maraña de dragones que rodean a estos vikingos. Así, luego pueden entender que, cuando salen a cazar o a pescar, pueda haber algún dragón escondido, debajo del agua o en la grieta de una pared. O subido en un árbol. Y eso hace que su mundo parezca más complejo y peligroso de lo que éramos capaces de conseguir con el tiempo de que disponíamos", añade Chris Sanders.

Los realizadores estaban tan resueltos a crear la rica mitología de Isla Mema, los vikingos y los dragones, que hicieron todo lo posible por concretar su propia versión de la realidad noruega. Dice Sanders: "De pequeño, me fascinaban los esquemas, y desde entonces me ha interesado saber cómo funcionan las cosas. Y puede que haya ido un poco demasiado lejos con los dragones. En un momento dado, quise saber qué dragón era el más pesado y cuál el más grande y cosas así, pero los dragones engañan un poco, porque algunos son muy largos y otros son muy compactos. Así que le pregunté a Craig Ring, el encargado de los efectos visuales, si había algún modo de calcular los volúmenes de los dragones. Al principio me dijo que no, pero yo sabía que sí podían. Y al cabo de 24 horas, vino y me dijo: ‘Ya está, han descubierto el modo de hacerlo’. Lo que hicieron fue meter pelotas de ping-pong virtuales dentro de cada dragón. Y básicamente lo que hicieron fue rellenar cada dragón y luego contar cuántas cabían. Así que me dieron una relación de cuál dragón era el más grande, el más largo, y todo eso. Y, por si acaso te lo estás preguntando, el Cremallerus Espantosus es el dragón más grande, y el Groncle es el segundo".

Después de que Hipo consiga derribar a uno de los dragones atacantes (lo que pasa inadvertido para todos los del pueblo, dado el caos provocado por el ataque), él piensa que ha traspasado el umbral y se ha convertido en un hombre, un hombre vikingo, al matar a uno de sus mortales enemigos. Jay Baruchel reflexiona: "Él cree que se supone que tiene que matar a esa cosa, aunque algo en su interior le dice que no puede, pero creo que, debido a que el vikingo que hay en él (a saber, su padre), querría que matase al dragón, creo que se esfuerza mucho. Lo intenta, pero no puede obligarse a hacerlo, sobre todo con el aspecto tan patético que tiene. Levanta la vista, y simplemente contempla a Hipo. En ese momento, él se da cuenta de que los dragones tienen tanto miedo de los vikingos como éstos de los dragones. Así que en lugar de matarle, le suelta. Y poco a poco, va forjando una relación con él, casi como Belleza Negra o Colmillo Blanco. Al principio todo es muy tenso y dubitativo, pero luego se convierte en algo bastante mágico".

Chris Sanders detalla la emotividad de la escena: "Al soltar al dragón, echa a rodar toda esa bola. Pero también realmente se trata de revelarle a Hipo la horrible verdad. Llega a esa escena como si hubiera estado preparándose toda su vida para ese momento, diciendo: ‘Soy un vikingo, soy un vikingo, soy un vikingo y puedo hacerlo’. Y luego, cuando esa escena se acaba, tiene que volver a su casa, dándose cuenta de que nunca será aquello que su padre espera que sea".

Alessandro Carloni, encargado de la historia, le da otra de vuelta de tuerca más y añade: "A partir de ese momento, lo más fascinante de la película es que, durante el día, Hipo va a intentar convertirse en el vikingo que todo el mundo espera que sea, entrenándose para luchar contra los dragones. Pero por la noche, va a hacerse amigo de uno y va a aprender a quererle. Así que todo el segundo acto de la película gira en torno al contraste que hay entre amar a tu enemigo y aprender a cómo matarle".

Y ese enemigo-amigo resulta ser de una de las razas de dragones más misteriosas, conocida como Furia Nocturna. Esas criaturas negras son probablemente las más temidas por los vikingos, ya que el comienzo de sus ataque nocturnos es casi indetectable, excepto por el sonido como el de un proyectil que hace el Furia Nocturna al caer en picado, antes de detenerse un momento para lanzar una precisa y muy destructiva explosión de fuego. Algo así como la guerra relámpago. Sanders explica: "El diseño de Desdentao estuvo marcado por una necesidad, y era que, si había que hacer que Hipo, un vikingo, se hiciera amigo de un dragón, que era la cosa más prohibida que se podía hacer, teníamos que crear un dragón supremo".

"Por supuesto, queríamos partir del color más oscuro posible", continúa DeBlois, "un personaje que de algún modo se esconde en la oscuridad. Y se cuentan muchas leyendas de él que dan miedo a los vikingos, porque nunca se ha visto ninguno. Así que, en ese sentido, también tenía que tener un aspecto diferente. Muchos de los dragones siguen una especie de pautas, con un cuerno en la frente, y con un aspecto típico de dragón gracias a sus finos dibujos con mucho color y textura. Pero pensamos que Desdentao debería ser otra cosa, lustroso, aerodinámico y grácil. Empezamos pensado en cosas como panteras y gatos negros, y no quizás no tan reptiliano y más mamífero. Esa fue la dirección en la que empezamos a explorar. También nos gustaba mucho la idea de la mirada, la que definiría realmente su relación y provocaría que Hipo le soltara. El equivalente más parecido que pudimos encontrar fue la gran mirada de un gato o un lobo, estoica, penetrante y poderosa. Esos fueron los elementos con los que comenzamos,
lo que nos permitió explorar diferentes ideas, felino, lobuno, y combinarlas con algo reptiliano para ceñirnos al mundo de los dragones. Y al final, llegamos hasta Desdentao"
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Simon Otto, el responsable de la animación de personajes, dice: "Yo capto la idea de los directores y de Kathy Altieri, la directora artística, lo que me da una imagen de la estética que debería tener la película. Empiezo a partir de ahí, y en ese momento digo: ‘¿Qué clase de animación funcionaría mejor con esta historia y en este mundo?’ En este caso, tenemos humanos y dragones. Los humanos son unos personajes estupendos que son muy entretenidos, pero que también tienen que aportar una trama creíble, y ser aquellos con los que el público se va a implicar emocionalmente. Ése era un reto, el otro eran los dragones. Tuve que repartir el tiempo entre esos dos mundos, buscando cualquier cosa que pudiera guardar algún parecido con nuestros dragones en el reino animal: aves, murciélagos, reptiles, mamíferos. Cuando se escogieron las referencias del gato negro o pantera y del lobo, empezamos a incluir referencias sorprendentes como los canguros y los wombat, criaturas ligeramente extrañas con las que puede que no estemos familiarizados, y al final creamos un animal muy tierno con el que puede conectar tanto Hipo como el público".

Quizás el más cómico de los dragones sea el Groncle, que parecía ser unánimemente considerado como el favorito de la producción (aparte de Desdentao, claro está). Alguien incluso se refirió a él como "un híbrido entre un cocodrilo y una Harley Davidson", debido a su forma voluminosa como la de un hipopótamo, rematada con unas alas relativamente pequeñas y parecidas a las de un abejorro. Según se cuenta, son tan perezosos que pueden llegar a quedarse dormidos mientras vuelan. Según Chris Sanders: "Pero generalmente son como esos tipos con un aspecto agradable y algo gregarios. Probablemente, si pudieras te gustaría salir a tomar algo con un Groncle después del trabajo, porque en cierto modo tienen un aspecto amistoso y bonito".

Pero no hay que dejarse engañar por su potencial cómico. Dean DeBlois añade: "Arma un buen lío al lanzar bolas pegajosas de lava fundida que produce ingiriendo rocas. Y luego las escupe, como una especie de cañón. Probablemente sea el más lento y el menos inteligente de todos los dragones, pero gracias a eso, es encantador y muy divertido".

El Nader Mortífero es un as del vuelo, muy parecido a un loro de brillantes colores, y con cierta capacidad de razonamiento: para ser un dragón, es muy listo y escurridizo. Pero también son tremendamente feroces, y se parecen a los raptores en que suelen aterrizar y enfrentarse a sus víctimas. Sin embargo, tienen un ángulo de visión muy reducido, como las aves, así que tienen un punto ciego que puede ser utilizado en su contra durante el ataque, un ataque que incluye una explosión a base de magnesio que estalla como fuegos artificiales. Así que, si pasamos por alto la terrible destrucción que provoca, en el caso del Nader se cumple aquello de que una cosa es ser bonito y otra ser bueno.

Como ya se ha dicho, el Cremallerus Espantosus, con dos cabezas e instantáneamente reconocible, es el más grande de los dragones de la película, y también, probablemente, el más genial, si se le pregunta a los realizadores. Y, de forma no muy distinta a como lo hacen Sanders y DeBlois, el Cremallerus se reparte las tareas, con una cabeza que expulsa gas mientras la otra lo inflama. Por desgracia, y muy al contrario que los directores, este dragón rara vez se pone de acuerdo en algo, y puesto que las dos cabezas tienen que trabajar en equipo para provocar la destrucción, puede fallar el blanco, sobre todo si discute o está confuso.

El chihuahua del mundo de los dragones, el Terrible Terror, es el más pequeño y abundante, y fue aclamado como el favorito de los participantes en la producción por su pequeño tamaño y su gran carácter. Su dinámica de grupo se asemeja a la de las gaviotas: a pesar de su gran número y su potencial para un ataque masivo realmente terrorífico y efectivo, principalmente rebuscan su comida por ahí, porque sus conflictos internos les impiden organizarse en ninguna clase de grupo. Incapaces también de volar largas distancias, se agarran a otros dragones mayores.

Probablemente la más "clásica" de las criaturas de la película, el Pesadilla Monstruosa es el que más se parece a los dragones de antaño. Son dragones alfa, muy beligerantes, y aterrizan y se enfrentan con cualquier vikingo que vean. Su fuego es también especialmente dañino, ya que es un gel combustible y pegajoso que recubre e inflama a su objetivo. Un poco presumido y con aires de estrella del rock, los Pesadillas se envuelven a sí mismos en su propia baba ardiente mientras atacan, para aumentar el factor miedo (fanfarronadas). Debido a su estatus, en la clase de Entrenamiento con Dragones son el último dragón al que hay que enfrentarse, y sólo los mejores de la clase son elegidos para enfrentarse con esta bestia, solos en el ruedo y rodeados por todo el pueblo expectante. Y esa es una posición que al Pesadilla le encanta: favorito del público, le encanta la adulación, y desafía a los vikingos con sus bravuconadas y sus feroces rugidos.

Chris Sanders se apresura a señalar: "Ningún dragón comparte ningún rasgo con otros dragones, desde sus características a su fuego, pasando por su coraza y sus armas secretas. Ningún dragón es el mismo. Y nos esforzamos mucho en asegurarnos de que ninguno lo tuviera todo. Todo dragón puede triunfar sobre cualquier otro, en cierto modo, y aún así todo dragón tiene su punto débil. Tengo que admitir que eso es lo que más me alucina y lo que más me encanta de este proyecto".

Crear todo ese fuego recayó en Matt Baer, el encargado de los efectos, quien dice: "Visualmente, nuestro mayor reto en esta película ha sido imaginar todas las diferentes clases de fuego que necesitábamos para los diferentes dragones, y luego hacer que pareciera que todos habían ido evolucionando hasta cierto punto para ser diferentes. Acordamos con los directores que cada dragón tendría su propia clase de fuego, pero al mismo tiempo, no queríamos que fueran tan diferentes que aquello pareciese una serie de ideas esparcidas al azar. Y nuestro supervisor de efectos visuales, Craig Ring, nos dijo que quería que nuestro fuego fuese realmente peligroso. Si ves unos cuantos platós de películas de acción real, su fuego se disipa en seguida o no genera mucho humo. Quería que nuestras llamas fuera tan inflamables que pudieran prenderle fuego a la mugre, al cemento, o a lo que fuera. Así que se va a ver que el fuego de los dragones es viscoso, y que se puede pegar, o rebotar y resbalar de las cosas. Es increíblemente peligroso".

Para diferenciar las maneras de volar de los seis tipos de dragones, Simon Otto y su departamento crearon lo que él llama un "ciclo de aleteo. Es una especie de circuito de vuelo pre-animado por el que pasan estos dragones. Es un sistema bastante mecánico que nos permite hacer que los dragones aleteen de la misma manera en todos los planos. Y así, con todos los cientos y miles de controles que tenemos en la cabina, en realidad podemos controlar el aleteo de las alas con una cantidad de controles muy pequeña".


Dibujos de una época
Tal y como pasa con algunos de los dragones, la unión hace la fuerza. Lo mismo puede decirse de la animación por ordenador, y entre las filas de "Cómo entrenar a tu dragón" se encuentran algunos de los mejores de ese sector, y entre ellos los productores ejecutivos Kristine Belson y Tim Johnson.

"Kristine tiene una cantidad de energía increíble", dice el director Chris Sanders. No es extraño estar hablando de algo con Kristine y que de repente se vaya a un rincón y se ponga a hacer el pino. Ya sé que parece una locura, pero ella no está loca en absoluto. Tiene cantidades industriales de energía. Utiliza esa energía para respaldar la película, y tiene un gran instinto. Tim es una de esas personas tan inteligentes y que hablan tan bien, que a su lado uno se siente un poco menos listo. Uno se pone a buscar desesperadamente la forma de decir algo, y a él en seguida se le ocurren las palabras perfectas. Se expresa muy bien. Además, tiene un gran corazón, y cuenta con una trayectoria realmente larga en DreamWorks, así que conoce bien los entresijos de la casa. Ha sido una gran ayuda al orientarnos durante todo este proceso, porque es un poco diferente en cada estudio. Tiene grandes ideas, un aspecto tranquilo, y se expresa a las mil maravillas".

Para Belson, uno de los temas claves era la fidelidad, sobre todo a la historia que querían contar los realizadores, y a las fuentes de donde provenía. "Retomamos el libro de Cressida y vimos que había mucho espíritu en él, y creo que sigue presente en la película, pero ciertamente hemos cambiado muchas cosas y las hemos reorganizado. Creo que, en muchos sentidos, la película ha terminado por ser algo así como una precuela de los libros de Cressida".

El libro de Cowell fue también una gran inspiración para Johnson: "Tengo dos niños pequeños, y a este libro lo llamamos el de la garganta ronca, porque no puedo evitar leerlo en voz alta y con todos los acentos. Al cabo de dos capítulos, uno ya no puede seguir leyendo porque tiene la voz ronca. Es esa clase de escritura que hace que uno desee vivir los personajes, darles un acento, tener una personalidad desbordante. Eso era lo más atractivo de los libros, y nos hizo ver desde el principio que ahí había una gran película. El mundo de los vikingos y los exóticos escenarios de esas islas del Mar del Norte, el mundo de los dragones, todo eso se fue sumando hasta formar un todo superior a las partes individuales, y el resultado es una experiencia fantástica realmente única".

Aunque muchos piensan que el trabajo de un montador cinematográfico es un puesto de post-producción, en el mundo de la animación es exactamente lo contrario. El encargado de montaje, Darren Holmes, dice a propósito de su puesto en la jerarquía del "Dragón": "Comencé desde el principio mismo, sin ninguna clase de imágenes ni sonidos, y basándose en un guión, o incluso en una idea, los artistas dibujaban unos paneles. Parecidos a las tiras cómicas de los periódicos, incluían indicaciones sobre la acción y el diálogo indicados para la idea de cada escena. Esos paneles nos los daban individualmente, y entonces grabábamos (normalmente diálogos temporales) con la gente que hubiera por el estudio, y luego montábamos esas escenas, para comprobar cómo funcionaba cada escena: si los momentos de los personajes siguen su curso, si se produce comedia. Al contrario que en las películas de acción real, uno puede realmente volver sobre sus pasos y rescribir y volver a montar cosas que ni siquiera se han rodado aún.
Es un proceso mucho más fluido. Me gusta compararlo con la posibilidad de proyectar el guión, en el sentido de que uno sigue pudiendo rescribirlo mientras estás ya montándolo. No es como cuando te dan el metraje de las ocho semanas de rodaje y te dicen: ‘Bueno, ¿cómo vas a montarlo?’ y uno sólo tiene la posibilidad de cambiar las cosas dentro de los límites de la continuidad: vestuario, localización, día o noche. En animación, se puede mover todo, cualquier punto de la historia, hasta que encaje exactamente en la película. Y eso te permite percatarte antes de muchos problemas potenciales sin tener que estar limitado por haber rodado ya toda la escena. En realidad no es tanto pos-producción como producción pura y dura. Empezamos exactamente en el mismo punto en el que empiezan los directores con su guión, y la única gente que se presenta ante nosotros son los del departamento encargado de la historia, quienes dibujan los paneles que necesitamos. Y seguimos trabajando durante todo el proceso, desde el guión gráfico inicial hasta las primeras fases del diseño (en donde empezamos a investigar los ángulos de cámara y las pautas de montaje), pasando por la animación, los efectos visuales, la iluminación final, y hasta el proceso del sonido, también"
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Para elaborar muchos de los efectos visuales de la película, algunos de los dibujantes hicieron viajes de documentación, viajando muchos kilómetros por carretera y por Internet. Dean DeBlois intentó también recrear una visión en concreto de un paisaje especialmente singular: "He viajado varias veces a Islandia, y hemos intentado incorporar en la película mucha de la luz que se ve en Islandia. Queríamos crear la sensación de que se trata de un lugar muy especial, y te transmite la sensación de que estás ahí arriba, en el Gran Norte. Todo es muy colosal, exuberante e impresionante, y se trata de encontrar un equilibrio entre un lugar que sería muy duro si vivieses allí, y otro que te entren muchas ganas de visitar, sólo porque sabes que la sensación de estar allí, en esas colinas barridas por el viento, con el mar rugiendo, sería algo increíble. Es un sitio como mágico y lleno de energía".

La directora artística Kathy Altieri y un equipo viajaron desde el extremo norte de la costa del estado de Washington, y siguieron por la costa hasta llegar al norte de California. Tomando fotografías por el camino, sobre todo de Cannonball Beach en la costa de Oregón: "Lo estupendo del paisaje de esa zona es que es muy volcánico, con unas grandes chimeneas en el mar, y las reproducimos en nuestra película, aunque a mayor escala. Hay playas de arena negra con unas duras y pesadas rocas negras que utilizamos como referencia para el hogar de los dragones. Y las variaciones de color que hay en las colinas de alrededor son sencillamente fenomenales. Es un material que uno no hubiera podido imaginar ni utilizando la parte más salvajemente creativa de su mente".

Sanders y DeBlois tuvieron la suerte de recibir una gran cantidad de toda clase de dibujos, desde los impresionantes paisajes hasta los personajes. Gran parte de esas primeras entregas resultaron ser unos sólidos cimientos sobre los que construir el mundo de los vikingos de su película. "Con toda esa increíble cantidad de dibujos, nos dimos cuenta del tamaño y la escala de la película y de lo colosal que era todo, desde una mesa hasta una torre de combate, así que había que encontrar un ritmo de vida muy visceral y emocionante para esos vikingos", recuerda DeBlois.

Para Jay Baruchel, incluso después de haber estado dos años grabando a Hipo, ver juntos al personaje y su entorno fue muy esclarecedor: "Quisiera creer que, después de casi dos años interpretando a Hipo, le conocía como la palma de mi mano. Dicho esto, al ver el producto final y acabado del aspecto que iba a tener Hipo, se me puso la carne de gallina. Me sentí radiante de orgullo".

Sin duda, parte de lo que Baruchel encontró impresionante fue el detalle con el que el software de animación patentado de DreamWorks Animation fue capaz de producir cosas en áreas largo tiempo consideradas "problemáticas" en la animación generada por ordenador.

"Quisiera creer que he llegado a saber que, en el mundo de la animación, cosas como el pelo, las pieles o el agua son muy difíciles de reproducir de una manera convincente", dice Sanders. "Estos vikingos son prácticamente todo pieles y todo barbas. La barba de Estoico es impresionante porque es enorme, igual que él. Se mueve de una forma muy convincente, y de vez en cuando atrae nuestra mirada, porque uno se siente atraído por ella debido a su aspecto y al modo en que se mueve. Las pieles que lleva puestas son una gran innovación, y desafío a cualquiera a no sentirse fascinado por ellas en algún momento de la película. De hecho, todos los materiales, las píeles, el metal, el cuero, la textura y la iluminación son sencillamente increíbles".

El supervisor de efectos de los personajes, Damon Crowe, concuerda: "Este proyecto es único por la cantidad de pieles que tenemos. Tenemos barbas en todo el mundo. Todos los héroes llevan algo de pieles en sus ropajes. Tenemos que controlar la interacción con esa piel cuando a los personajes les tocan, o cuando simplemente se tocan ellos mismos en alguna parte, y además las barbas tenían que interactuar con las ropas. Intentamos dar con una solución realmente buena para hacer más eficiente el procesado de las pieles en los efectos de los personajes, y en esta casa contamos con un software patentado para que nos haga ese trabajo realmente bien y que llevamos utilizando desde ‘Shrek 2’. Creo que esta película es lo más lejos que hemos llegado hasta ahora en nuestra capacidad para hacer que la piel y el pelo interactúen mejor con los personajes".

Dean DeBlois se apresura a atribuirle también el mérito al director artístico, Pierre-Olivier Vincent (apodado P.O.V.). "Enseguida nos dimos cuenta de que este mundo iba a ser algo con un cierto nivel de caricatura, pero que tenía que ser reflejado de un modo muy realista. Y nuestro equipo de dibujantes lo captó perfectamente. Las texturas son muy ricas, el detalle es fabuloso. Hay un rico sentido de los ambientes (bosques brumosos, costas batidas por las olas, casas hechas con enormes troncos y con grandes almenas. Todo tiene un aspecto increíble y colosal, muy del estilo ‘Pierre-Olivier Vincent’: sus dibujos son fabulosos y exquisitos. Complementan realmente a la gente que vive ahí, esos vikingos gigantes, y acentúan lo aislado que se siente Hipo en ese entorno, en su casa, en el pueblo y en la isla en general. Desde el principio me encantó el contraste visual: ese diminuto personaje, nuestro protagonista, contrastando con ese fondo gigantesco".

El director artístico Altieri se concentró en captar el espíritu de la energía vikinga, con su "testosterona": son unos tipos grandes, fornidos y enérgicos, y están acostumbrados a que combatir sea su modo de vida habitual. Esa clase de energía debería hacerse patente en los efectos visuales que tenemos en la película. Hay casas sólidas y fuertes, construidas para resistir cualquier cosa. Además de tener asperezas y zonas rocosas, los paisajes están retorcidos y caricaturizados de una manera que no se parece a nada de lo que hayamos creado previamente".

En la batalla final, y clímax de la película, vemos a Hipo y Desdentao ascendiendo verticalmente hacia el cielo, en medio de la mayor batalla de la historia de Isla Mema: su escala es probablemente la mayor que se haya hecho nunca en DreamWorks Animation. Durante el ascenso de nuestro héroe, es propulsado por una inmensa columna de fuego, "que debe tener el tamaño de un estadio de fútbol en la vida real, es enorme. Y cuando Dean y yo lo vimos por primera vez, nos pusimos a chillar como niños pequeños, y en 3D es aún peor, o sea mejor", dice Sanders.

No sólo se cuenta la historia de Hipo y Desdentao en 3D, sino que la impresionante iluminación, los movimientos de cámara y los ángulos han sido posibles gracias a uno de los más consumados y aplaudidos directores de películas de acción real: Roger Deakins, nominado ocho veces al Óscar por su fantástica fotografía en películas como "La duda", "No es país para viejos" y ‘O brother’. Tras ser Deakins invitado por el estudio, Sanders y Deblois le mostraron el proyecto y, para gran alegría suya, accedió a participar en el proyecto, ejerciendo de asesor de Kathy Altieri (directora artística), Craig Ring (supervisor de efectos visuales) y Gil Zimmerman (encargado del diseño). Según Deblois: "Roger influyó en la elección de las lentes, el trabajo de la cámara y también la iluminación: su sofisticación con ricos tonos negros e iluminación minimalista o natural no es algo que se haga muy a menudo en animación. Así que el efecto acumulativo que eso produce se traduce en que la película parece (y hasta respira y vive como una) una película de acción real, en el mejor sentido posible. Y una que además ha sido enlucida por esa clase de poética simplicidad que sólo Roger sabe aportarle a la mezcla".

Y donde hay dragones, hay fuego: montones y montones de fuego. Dice Matt Baer, el encargado de efectos: "En esta película, teníamos lo que llamábamos un ‘día de los efectos’, en el que venían todos los equipos de efectos de Redwood City y Glendale. También contratamos a un pirotécnico cinematográfico clásico, y nos veíamos con él en el parking de la parte de atrás. Y para todos los proyectos que estaban desarrollándose, incluido el del "Dragón", le pedíamos que nos mostrara los efectos reales de lo que estábamos intentando crear. Y así se pasaba todo el día haciendo toda clase de explosiones, creaba fuego rojo y fuego azul, junto con distintas explosiones de fuego, volando cristales y ese tipo de cosas. Y lo más genial es que lo rodamos con unas cámaras que captaban entre cuatrocientos y mil fotogramas por segundo. Así que, una vez que lo tuvimos todo digitalizado y en estéreo, fue de una gran ayuda para que todo el mundo llegara y viera realmente las difere