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Monsters cartel reducidoMonstersDirigida por Gareth Edwards
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Notas de producción
Monsters, escrita y dirigida por Gareth Edwards, ganador de un BAFTA y nominado a los EMMY como animador de efectos CGI (Computer Generated Image: todas aquellas imágenes creadas por ordenador), está protagonizada por Scoot McNairy y Whitney Able.

Edwards explica: "Al existir tanta competencia en la industria del cine y habiendo tantos candidatos a director nunca creí que fuera a tener una oportunidad como realizador. No quería tener que esperar a que alguien me diera el dinero o el permiso para ver realizado mi sueño de dirigir una película. Pensé en una idea que pudiera autofinanciar y llevar a cabo por mi mismo, sin la necesidad de contar con un enorme equipo de personas".

Estando de vacaciones en las Maldivas, Gareth vio algo que le hizo pensar en lo que terminaría convirtiéndose en su opera prima. Observando a un grupo de pescadores imaginó que se encontraban luchando con un enorme monstruo con tentáculos sobre la superficie del agua. Así surgió Monsters. "Me senté y vi a otros pescadores riéndose de un pobre chico que estaba peleándose con la red y pensé que sería brillante si un tentáculo gigante le estuviera atacando. Si hubiera tenido mi cámara lo habría grabado todo".

Por aquella época, el agente de Edwards visitó Vertigo Films con varias ideas. Allan Niblo y James Richardson comprendieron rápidamente que tenían ante sí una buena idea y la oportunidad de producir una gran película.

El propio Richardson explica que: "El representante de Gareth nos había enviado algunos ejemplos de su trabajo entre las que se encontraban imágenes de desastres naturales, como huracanes, inundaciones, etc… y un cortometraje de un minuto que había hecho para el canal Sci-Fi. Era evidente que Gareth tenía mucho talento y una gran capacidad para manejar el drama y construir una atmósfera increíble".

"Lo que nos convenció aún más", continúa Niblo, "no fue que hubiera sido capaz de incluir todos esos efectos sino que lo había hecho desde su propio portátil. Detrás de eso no había ningún estudio involucrado ni grandes herramientas de postproducción; era algo increíble. Después de ver algunos trabajos suyos le preguntamos si quería dirigir su primera película con nosotros".

Edwards recoge el testigo: "Tras haberme inspirado con los pescadores de Maldivas, más que desarrollar una trama específica, escribí cómo afrontaría el rodaje, y a Vertigo Films le encantó mi planteamiento. Los tres meses siguientes estuvimos desarrollando la historia hasta que todos quedamos satisfechos".

Habiendo crecido con películas como Parque Jurásico, ET y otros clásicos de Spielberg, Edwards deseaba hacer: ‘la película de monstruos más realista hecha nunca’. También quería hacer una historia de amor que no fuera eclipsada por los elementos de ciencia ficción y en donde la premisa fuera totalmente increíble.

"Investigué un poco sobre "Europa", una de las lunas de Júpiter, que, según afirman los científicos, tiene la posibilidad de vida más alta. La NASA quería enviar una sonda para traer alguna prueba de vida. Pensé que si ellos lo hacían, yo también podía y, además, de un modo mucho más fácil".

"Quería que Monsters se desarrollara en el espacio de tiempo en el que normalmente terminan las películas de monstruos", explica Edwards. "Seis años después, cuando la vida transcurre tranquilamente, estas criaturas han infectado una parte del mundo. Hay un problema estacional que tiene que ver con la migración y que adelanta las estaciones en este año en particular".

Para el fotógrafo Andrew Kaulder (Scoot McNairy) esta era la gran oportunidad que tanto tiempo había esperado. Ahora sólo debería fotografiar a alguno de los monstruos. Sin embargo, cuando Sam (Whitney Able), la hija de su jefe, queda atrapada en la zona infectada, su jefe le pide que la lleve de vuelta a casa sana y salva.

Lo que empieza como un sencillo encargo, se va complicando hasta llegar a convertirse en una road movie a través de la cual nos dirigimos hacia el corazón de la zona infectada en un desesperado intento por regresar a EE.UU".

Dado que prácticamente todo el peso del filme recaía sobre los dos protagonistas, Edwards hizo mucho hincapié en el proceso de casting: "Para interpretar a los protagonistas quería una pareja normal, que también fuera pareja fuera de la pantalla. Cuando comenzamos el rodaje Scoot y Whitney eran novios y unos meses después de terminar el rodaje se casaron. "Tener química en la pantalla es más fácil y natural que si tienes a dos personas que no se conocen y fuerzas la situación tratando de crear una tensión y una química que no existe". Para Scoot y Whitney el hecho de hacer este papel suponía un enorme reto".

Scoot explica: "Vertigo Films parece ser la única compañía que tiene el valor y el coraje necesarios para hacer los films que otros jamás harían. Nos dieron total libertad para rodar una película en América Central. Pensamos que era una oportunidad única y no pudimos rechazarla. Además, por aquel entonces, buscábamos un proyecto en el que poder trabajar juntos, así que era la oportunidad perfecta. Cuando vimos el corto de Gareth, llamado Factory Farm, llamó muchísimo nuestra atención".

Edwards voló a EE.UU. para reunirse con Scoot y Whitney y asegurarse de que había encontrado a la pareja ideal para el filme. Pasó 3 semanas junto a ellos en un camión 7 días a la semana durante 24 horas.

Whitney explica así el trato que hicieron con el director: "Gareth nos presentó una idea tentadora e irresistible. Una historia emocionante y completa con clips e imágenes. Nos dijo que planeaba venir a EE.UU. para que nos viéramos los tres. Le pedimos que no reservara hotel, que se alojara en nuestra casa. Si íbamos a pasar semanas en un pequeño estudio en situaciones íntimas, queríamos asegurarnos de que podríamos convivir al menos una semana con él.

Juntos desarrollamos la historia personal de cada personaje y empezamos a dar forma a un dibujo sólido de todo lo que vendría después. Al final, supe que seríamos capaces de trabajar, divertirnos y hacer juntos algo realmente interesante.

Scoot estaba cada vez más entusiasmado con la premisa del filme, el guión improvisado y el estilo de rodaje que Edwards tenía en mente"
. El propio Scoot aclara: "Mi pensamiento inicial fue ¡esto nunca funcionará! Creo que eso incluso me animo aún más a hacerlo".

Fue algo escandaloso. Envié de vuelta un email a Vertigo Films diciendo algo así…

"… algo cercano a una experiencia mortal, con un equipo de pocas personas, posible riesgo de secuestros, lidiando con los peligros de la jungla en medio de la noche, e improvisación… –suena como el proyecto de tu vida. Definitivamente estamos dentro".

Un elemento importante que se demandaba a la pareja era mostrar aspectos reales de su propia historia. "En cierto sentido, la historia comienza a la mitad", dice Whitney, "la gente ya está acostumbrada a que hay unas criaturas que ocasionalmente surgen a su alrededor. La palabra ‘criatura’ o ‘extraterrestre’ es habitual dentro de cualquier conversación cotidiana. Ese es el mundo en el que está viviendo esta gente".

La improvisación fue una de las claves para mantener el diálogo realista. Gareth nos dio algunas claves de lo que ocurriría en cada escena y qué tipo de desarrollo tendría el personaje en determinadas partes de la historia pero después nos daba total libertad… Esto provocó que en ocasiones estuvieran improvisando y rodando hasta 40 minutos para lograr lo que Gareth buscaba.

"Por la mañana teníamos algunas páginas del guión", explica Whitney, "y a veces, mientras tomábamos un café rápido, hablábamos sobre como iba a ser el rodaje ese día. Lo habitual era que en lugar de tener un guión cerrado tuviéramos un planning con los elementos clave. Sabíamos que para que la historia avanzara era necesario que metiéramos algunas cosas en el diálogo, pero por lo demás teníamos total libertad para jugar con el entorno. El hecho de que no hubiera más actores con nosotros nos daba mucha libertad en nuestras conversaciones".

"La improvisación fue para mí uno de los retos más importantes", dice Scoot. Cuando improvisaba una escena estaba un rato haciendo cosas hasta que empezaba a salir lo que buscaba. Entonces Gareth decía "corten" y se giraba hacia mí para pedirme que lo repitiera de nuevo: "Necesito conseguir una mayor cobertura de eso, así que repítelo exactamente igual a como lo acabas de hacer". Por supuesto, no tenía ni idea de qué contestar porque había estado improvisando durante 10 minutos, así que le pregunté qué parte quería que le repitiera y él dijo: ‘¡Todo!’. Esa parte fue un poco una pesadilla pero lo hice otra vez, por él".

Edwards no podía estar más feliz con la interpretación de sus protagonistas. "Ahora cuando veo la película me doy cuenta que no es la que yo inicialmente me propuse hacer. Creo que es mucho mejor porque, con sus improvisaciones, Scoot y Whitney llevaron el proyecto mucho más allá de lo que yo inicialmente había imaginado".

Verlos en acción, atrapados en ese interesante mundo, es algo fascinante. He visto la película miles de veces y aún no me he cansado porque son muy carismáticos".

Salvo los protagonistas, el resto del reparto fueron personas de la zona. Lo normal era que no supieran, hasta unos 20 minutos antes de comenzar el rodaje, que iban a participar en el film. "Fue estupendo, únicamente tenía que decirles qué cosas no debían hacer y qué era lo que necesitaba de ellos".

"Era muy reacio sobre ir a esos lugares y encontrar allí a gente para participar en la película", reconoce Scoot. "No estaba seguro de cómo iba a funcionar. Pensaba que tendría mucha presión al realizar una escena con personas que no eran actores. Al final resultó que trabajé con gente increíble; eran abiertos y serviciales. Me encontré con personas fantásticas, personas que nunca pensarías encontrarte en la selva. A través de esta experiencia descubrí una nueva imagen de las personas y del comportamiento humano. Me interesaba mucho la historia de cada uno y poder conocerles a fondo".

Con un equipo técnico formado por 4 personas y un ayudante, viajamos por Guatemala, Belice y México, buscando localizaciones y rodando en todos esos lugares mientras pensaban en cómo hacer el plan de rodaje. Como aclara el propio Edwards: "Cada vez que veíamos un lugar asombroso valorábamos la posibilidad de usarlo para rodar una escena. Decidimos afrontar ese reto y a menudo rodamos en lugares remotos porque queríamos que el viaje de nuestros protagonistas se fuera complicando cada vez más. Así la gente podría empatizar fácilmente con ellos, durante su viaje de regreso a casa. Un viaje en el que la tensión iría in crescendo hasta llegar a convertirse en algo inesperado".

"La película nos llevó a realizar un viaje increíble", explica Whitney, "haciendo caminatas selva a través, escalando cimas de ruinas increíbles, montando en barcos, coches, trenes… El escenario a nuestro alrededor cambiaba continuamente, situándonos continuamente ante nuevos retos en nuestro viaje de vuelta. Nos encontramos con mosquitos, lagartos, serpientes… además de zonas extremas, lugares en llamas y otros completamente secos y áridos. En una ocasión, cuando el sol ya se había puesto, tuvimos que atravesar la selva; era la única forma que teníamos de continuar nuestro viaje y estaba segura de que nos iba devorar una pantera".

Por supuesto, también tuvimos que afrontar otro tipo de dificultades como, por ejemplo, las inclemencias metereológicas. En este tipo de lugares no es fácil predecir la lluvia. Las previsiones normalmente son bastante imprecisas: ‘Sí, hoy podría llover. Todo era muy emocionante y saboreé cada minuto. Tuve la oportunidad de disfrutar de lugares a los que como turista nunca hubiera llegado".

Después de finalizar el rodaje, los meses que pasó Edwards en la sala de montaje, e inmerso en la postproducción de la película, fueron los mas difíciles.

Edwards confiesa: "¡Pasé casi un año trabajando en lo que sería la película y tenía cientos de dibujos y bocetos con ideas! Finalmente me centré en el diseño para hacer la película visualmente más atractiva e interesante, casi hermosa".

Después de muchas deliberaciones, esta era una de las partes que los productores, habían decidido dejar en manos de Edwards. Según explica Niblo: "el aspecto que iban a tener los monstruos, era algo que marcaría el filme, y que volvió loco a Edwards durante el montaje".

"Fue absolutamente increíble", continúa Richardson, "vino con cerca de doscientos cincuenta dibujos de monstruos y, para ser honestos, todos eran sorprendentes. Al final de la jornada ahí era donde menos involucrados como productores estuvimos, ya que esa era claramente su especialidad. Sabíamos qué era lo que quería y qué estaba intentando lograr así que para él era muy importante tener los diseños y decorados adecuados".

Además de los aspectos visuales de la película, la banda sonora también jugó un papel importante, creando la atmósfera adecuada, como explica Edwards: "Al editar usas diferentes músicas como referencia. Nosotros usamos fragmentos de las mejores bandas sonoras. Por eso, llegué al final del montaje pensando que nunca podríamos mejorarlo y que nadie podría componer una banda sonora tan buena como la que habíamos usado de referencia. El supervisor musical de Vertigo Films conocía a Jon Hopkins, un joven compositor, y el protegido de Brian Eno. Había trabajado y co-escrito algunos de los temas del último álbum de Coldplay y hecho la música para The Lovely Bones, de Peter Jackson. La gente le ponía por las nubes así que cuando me encontré con él simplemente le dije, aquí tienes. ¡Hazlo!".

Creía que no lograría mejorar lo que habíamos hecho pero sí que lo hizo. Volvió a mí con unas composiciones preciosas y perfectas. Hay mucha emoción y corazón en la película y el trabajo de Jon ayudó mucho; su música es maravillosa.

Las partes de la película de las que más satisfecho se siente el director son de aquellas basadas en aspectos mundanos más que en los fantásticos. "Las escenas con las que más disfruté fueron aquellas que rodamos en el hotel y las de las conversaciones entre los personajes de Scoot y Whitney. Hay un momento en el que ella enciende la TV y aparecen unas imágenes de monstruos atacando la ciudad mientras Sam bosteza y se estira en la cama. Era como una película situada en Irak o algún lugar en conflicto, pero a pesar de la locura que nos rodea aún hacemos cosas normales Solo porque haya monstruos alrededor la gente no tiene que estar corriendo y gritando continuamente".

Para Scoot, sus escenas favoritas son las rodadas con las familias de la zona, especialmente con los niños. "Me encantó la escena con la familia que nos dio el mapa y nos dejó quedarnos en su casa a pasar la noche. Jugue con un niño de 2 años que estuvo restregándose su chupete por la cara durante unas 3 horas. Después hablé con él un poco de todo: de fotografía, de mujeres y sobre el hecho de hacerse mayor".

Whitney afirma que este rodaje fue la mejor experiencia de su vida y algo que, por diferentes motivos, nunca olvidará: "Reí, lloré, vi e hice; fue una experiencia verdaderamente enriquecedora, algo tan increíble que nunca antes había tenido ni a nivel personal ni profesional. Volvería a hacerlo de nuevo, especialmente si estuviera Scoot. Sabíamos que si superábamos esta experiencia podríamos hacer cualquier cosa juntos, así que me propuso matrimonio pocos meses después de terminar el rodaje. Seguro que en mi mundo fantástico ¡haremos una secuela!".

Estoy realmente orgulloso del resultado, dice Edwards. "Algunas veces pensaba que no podría sobrellevarlo pero ahora siento que hicimos algo grande, algo que querría ir a ver al cine. Creo que se trata de la primera película de monstruos que puede encantar a una chica o a un chico indistintamente. Otra cosa que me encanta de la película es que no se sostiene solo en los efectos especiales, sino que es más sobre un viaje hacia delante de dos personas que avanzan tanto literal como emocionalmente".

Allan Niblo y James Richardson están tan orgullosos y satisfechos con el resultado final que están pensando producir más películas de este tipo en el futuro. Niblo va más allá: "El hecho de que cinco personas y un director hayan hecho una película de monstruos que se ha vendido prácticamente en todo el mundo es algo sorprendente e inusual. Se mantiene como una historia de amor, como una película de monstruos, o como una road movie… y todo ello mezclado en una sola pieza. Y con un presupuesto que en Hollywood tan sólo daría para el catering de una jornada. Espero que este modelo revolucionario inspire a los estudiantes de las escuelas de cine que constantemente se preguntan cómo pueden competir con Hollywood; Monsters es un paso enorme hacia eso".


Festivales en los que ha participado
Festival de Cannes (Francia)

SXSW Festival (EEUU)

Taormina Film Festival (Italia)

Edinburgh International Film Festival (Escocia)

Los Angeles Film Festival (EEUU)

Astana International Action Film Festival (Kazajistán)

Puchon International Fantastic Film Festival – PIFAN (Corea del Sur)

Melbourne International Film Festival (Australia)

Locarno Film Festival (Suiza)

Toronto International Film Festival (Canadá)

Festival Internacional de Cine de Sitges (España)

Semana de Cine Fantástico y de Terror (España)


Declaraciones de Gareth Edwards extraídas de una entrevista con David Harley para Bloody Disgusting:

"Desde niño, siempre quise ser director de cine, quería hacer películas. Durante mi infancia, alrededor de los doce años, hice algunos cortos de terror, muy rudimentarios, con la videocámara de mi padre. Mi pasión por el cine me llevó a matricularme en la Escuela de Cine y desde ese momento mis grabaciones se hicieron más “formales”: pedía permisos al ayuntamiento, pagaba 500 dólares a los actores, metía los equipos en caravanas…"

"Estaba obsesionado con la idea de que nunca tendría la oportunidad de dirigir una película. Pensaba: ‘voy a dejar mi carrera como montador y creador de efectos digitales para ponerme a dirigir’. Ahorré un poco de dinero con el único objetivo de rodar algo. Intenté pensar en alguna idea que pudiera dar sus frutos, fuera viable y que me permitiera poner punto y final a los dos años que estuve encerrado en mi casa haciendo efectos digitales".