"La cámara lúcida" es una producción de Anareira Films y el segundo largometraje de Carlos Cañeque (Barcelona 1957), profesor titular de teoría política en la universidad Autónoma de Barcelona, escritor (Premio Nadal 1997 por la novela Quién) y ensayista.

La primera obra de Carlos Cañeque en 2011 "Queridísimos intelectuales" (del placer y el dolor) (estrenada en cines y en el Festival de cine de Málaga 2011 y con muy buenas críticas por parte de la prensa) es un documental en el que encontramos a 10 personas filosofando sobre el placer y el dolor (www.queridisimosintelectuales.com). A pesar de que en esta segunda entrega participan casi todos los entrevistados de la primera y de que los temas abordados también giran en torno al placer y el dolor, La cámara lúcida no debe considerarse del todo una segunda parte de Queridisimos intelectuales, ya que la mitad del metraje transcurre en el terreno de la ficción.

Con la participación de Santiago Carrillo, Elena Ochoa, Fernando Savater y Román Gubern, entre otros.


Notas del director
"La cámara lúcida" es una "ficción- documental" en clave de comedia que tiene un claro antecedente literario (además del título tomado de un ensayo de Ronald Bartres). En su libro True Lies, el profesor norteamericano Samuel Amago dedica un capítulo a Quién en el que señala que la novela de Cañeque es una metaficción bipolar y dramática sobre el proceso de escribir una novela (en el dossier hay fragmentos de ese capítulo). En gran medida, La cámara lúcida es la continuación de aquel texto literario que ganó el premio Nadal en 1997. Los dos protagonistas (el de la novela y el de la película) sueñan con hacer una obra tan brillante y personal que les permita alcanzar el reconocimiento mundial. El delirante proceso para hacer la novela y la película son paralelos y tal vez confluyan en un mismo plano metaficcional, en una misma "novelícula".


"Se trata de una película "metaficcionada sobre el proceso creativo y el narcisismo extremo y delirante" Román Gubern (historiador de cine)

"Propuesta iconoclasta en estos tiempos, La cámara lúcida es un singular artilugio fílmico curioso y perturbador" (Lluís Bonet Mojica, LA VANGUARDIA)