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Dos tontos todavía más tontos cartel reducidoDos tontos todavía más tontos(Dumb and dumber to)
Dirigida por Bobby Farrelly, Peter Farrelly
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Los hermanos Farrelly han reunido a un grupo de profesionales de primera clase para hacer esta comedia, entre los que están el director de fotografía MATTHEW F. LEONETTI (Los tres chiflados, Amor en juego); el diseñador de producción AARON OSBORNE (Kiss Kiss Bang Bang, Yo soy Sam); el montador STEVEN RASCH (las series "Larry David" y "Modern Family"), y la diseñadora de vestuario KAREN PATCH (School of Rock/Escuela de rock, Los Tenembaums: Una familia de genios). La música original es de EMPIRE OF THE SUN.

Basado en los personajes creados por BENNETT YELLIN (Dos tontos muy tontos, Pegado a ti) y por Peter & Bobby Farrelly, el guión es de SEAN ANDERS (Somos los Miller, Jacuzzi al pasado) & JOHN MORRIS (Somos los Miller, Los pingüinos del Sr. Poper), así como de Peter & Bobby Farrelly, y Bennett Yellin & MIKE CERRONE (Los tres chiflados, Yo, yo mismo e Irene).

Los socios habituales de los hermanos Farrelly, CHARLES B. WESSLER (Algo pasa con Mary, Dos tontos muy tontos) y BRADLEY THOMAS (Algo pasa con Mary, Pegado a ti) producen DOS TONTOS TODAVÍA MÁS TONTOS con Bobby y Peter Farrelly, y RIZA AZIZ, de Red Granite (El lobo de Wall Street, Horns), y JOEY McFARLAND (El lobo de Wall Street, Un plan perfecto/Amigos con hijos).

La producción ejecutiva corre a cargo de BRAD KREVOY, STEVE STABLER, MARC S. FISCHER, DAVID KOPLAN, DANNY DIMBORT Y CHRISTIAN MERCURI.


A por todas, compañero: Empieza la producción de Dos tontos
El estreno de Dos tontos muy tontos fue algo único en la historia del cine. Recaudó casi 200 millones de dólares y se convirtió en un auténtico éxito de taquilla, pero también está considerada como un clásico de culto. La comedia pasó a ser una habitual en las colecciones familiares y en los canales por cable, lo que no solo le permitió conservar a los fans del estreno en cine, sino conquistar a otra generación de "Chuchos chachis" que siempre querían oír más frases célebres de los dos amigos en su largo viaje.

Aunque el equipo creativo que dio a luz a la primera película consideró, reflexionó y pensó en un siguiente capítulo para los inesperados héroes, pasarían un par de décadas antes de que una conjunción estelar idónea permitiera empezar la preproducción.

Jeff Daniels reconoce que el éxito de la primera entrega le dejó atónito, pero que también se lo esperaba. "Dos tontos muy tontos no era para todo el mundo", explica el actor, "pero todo el mundo la vio. Cuando la rodamos, estábamos convencidos de que los catorceañeros estarían encantados, pero nadie se imaginaba que abarcaríamos edades comprendidas entre los 8 y los 80 años. Todavía se me acercan hombres de negocios en los aeropuertos para decirme que es su película favorita, y creo que se debe al hecho de que los hermanos Farrelly supieron plasmar la inocencia de Lloyd y de Harry".

Volviendo atrás 20 años, Jeff Daniels está de acuerdo en que los hermanos Farrelly, Jim Carrey y él dieron en el clavo con la primera película, pero ninguno estaba dispuesto a hacer una secuela si no era el momento apropiado y sin una historia perfecta. "Pete y Bobby no se equivocaron con la primera", sigue diciendo el intérprete, "y ahora saben perfectamente lo que hace gracia, lo que funciona y por qué funciona".

La idea cobró más fuerza cuando Jim Carrey volvió a ver la comedia hace unos años en un hotel. "Había visto trozos de Dos tontos muy tontos unas cuantas veces", explica, "pero entonces decidí sentarme y verla entera. Me morí de la risa. No podía creer las cosas que hacíamos, como capturar un rayo en una botella".

Últimamente, muchos adolescentes se acercaban a felicitar a los dos actores por su trabajo en la película que habían descubierto por sus padres. "La gente no ha olvidado a Lloyd y a Harry, y estaban más próximos a mí de lo que creía", sigue diciendo. "Es fantástico descubrir lo muy queridos que son los dos personajes, se han convertido en un mueble más en los hogares. No hace falta explicar a nadie quiénes son".

El productor Charles B. Wessler, que lleva más de veinte años trabajando con los hermanos Farrelly en películas como Algo pasa con Mary, Pegado a ti y Los tres chiflados, explica por qué la primera entrega llegó a tanta gente: "El concepto básico de Dos tontos muy tontos, y por el que funcionó tan bien, es que Lloyd y Harry son demasiado mayores para ser tan estúpidos y conseguir sobrevivir en un mundo como este".

Hace dos décadas, cuando empezó el rodaje de Dos tontos muy tontos, el productor Bradley Thomas vio lo que el público descubriría unos meses después: "Una de las mayores inquietudes de un productor es la química entre dos actores. Estábamos convencidos de que funcionaría con Jim y Jeff. Cuando vimos la primera toma, supimos inmediatamente que eran Harry y Lloyd".

Peter Farrelly explica el gancho de los personajes y por qué nos parecen tan divertidos: "Lloyd y Harry viven con ganas, ¿y a quién no le gusta ver algo así? A pesar de que siempre intentan culparse mutuamente, se quieren y no tienen a nadie más. Todo lo anterior hace que sintamos un auténtico afecto por ellos".

Peter y Bobby Farrelly nunca dejaron de hablar de una posible secuela, pero los dos tenían muy claro que no lo intentarían sin un guión perfecto. Más aún, todos los que participaron en la primera entrega estaban de acuerdo en que veinte años era la fecha ideal para intentarlo de nuevo, pero los cineastas siempre entendieron por qué la primera película fue tan querida y no querían, de ningún modo, deslustrar la experiencia de los seguidores.

Peter Farrelly se puso en contacto con Bennett Yellin, el guionista que colaboró con los dos hermanos en la primera entrega, y le habló de una trama en la que Harry y Lloyd empiezan a buscar a una hija desconocida porque Harry necesita un riñón urgentemente. Entre Bennett Yellin, Sean Anders y John Morris, que habían escrito la película familiar más reciente de Jim Carrey, Los pingüinos del Sr. Poper, y Mike Cerrone, con el que habían colaborado en Yo, yo mismo e Irene y Los tres chiflados, la historia empezó a cobrar forma. El equipo básico volvía a estar junto, encabezado por los productores Charles B. Wessler y Bradley Thomas.

Los hermanos Farrelly decidieron que lo más sencillo era que la historia empezase exactamente veinte años después del fin de la primera, con ellos dos veinte años más viejos e igual o más de estúpidos. "Con lo que Jim y Jeff consiguieron en la primera película, sabíamos que el listón estaba muy alto, por eso pasamos mucho tiempo trabajando en el guión. Una vez acabado, pedimos a unos amigos que nos echaran una mano puliéndolo, y al final lo repasamos con Jim", dice Bobby Farrelly. "La clave está en que el espectador sepa que Lloyd y Harry siguen siendo dos buenazos. Desde que los dejamos, no ha habido ninguna mejoría mental, no han crecido. Pero se tienen el uno al otro, y eso les basta para enfrentarse a la vida".

Jim Carrey habla del periodo de preproducción: "Pete y Bob forman un equipo increíble. Nos reunimos para dar los toques finales al guión y me sorprendió haberme olvidado de lo bien que me lo paso trabajando con ellos. Los tres decidimos que debíamos dedicarnos únicamente a eso, fue fantástico".

El guionista Bennett Yellin, que también coescribió la primera entrega, ofrece una analogía muy apta: "Al igual que un buen fino, un buen pepinillo o un buen queso, esta película tuvo que esperar y madurar hasta estar en su punto. El tiempo que nos llevó desarrollar y escribirla trabajó a nuestro favor".

En pleno proceso de desarrollo, el guión gustó a Riza Aziz y a Joey McFarland, de la productora Red Granite Pictures, que vieron la oportunidad perfecta para involucrarse en una comedia clásica. La primera entrega fue distribuida por New Line Cinema, pero esta vez Universal Pictures decidió hacerse cargo del lanzamiento mundial. "DOS TONTOS TODAVÍA MÁS TONTOS no ha perdido el ADN de la primera, pero los hermanos Farrelly han añadido piezas que realzan el concepto original", dice el productor Riza Aziz. "No intentamos hacer creer al público que seguimos en 1994. En la película, como en la vida real, han transcurrido veinte años".

El productor Joey McFarland dice que el equipo nunca olvidó por qué los protagonistas eran tan adorables y absurdamente tontos. "Harry y Lloyd no tienen nada de políticamente correcto, son torpes y nadie duda de que son tontos", dice, "pero todo se resume en una inocencia a la que se agarran porque no tienen ni idea de cómo vivir de otra manera".

En ningún momento se habló de superar a la primera película; la única premisa era estar a la altura de ella y de las legiones de fans, razón por la que los hermanos Farrelly tardaron más tiempo de lo habitual en pulir el guión. "Siempre supimos que debía ser algo especial", dice Bobby Farrelly. Los hermanos aprecian la incombustible fuerza cómica de Jim Carrey. "En realidad, Jim nunca está satisfecho. Piensa constantemente en cómo sacar algo más a lo que le hemos dado", sigue diciendo el director.

Jim Carrey explica de dónde proviene su energía: "Mi ética profesional nace de mi desesperada necesidad de que ocurra algo interesante en cada escena. En esta película tengo muchos cómplices, sobre todo Pete y Bob, que pertenecen a otra raza. Son los líderes más raros que uno puede imaginar, pero son amables y buenos con todo el mundo".

Jim Carrey también encontró en Jeff Daniels al compinche ideal para la comedia, un hombre metódico que se empeñó en crear una lógica para un personaje que, reconozcámoslo, carece totalmente de sentido lógico. "En realidad, me limito a seguir y a responder a Jim y a su brillante mente cómica, y pasa exactamente lo mismo con Lloyd y Harry. Este siempre va con medio segundo de retraso comparado a Lloyd, y funciona de maravilla", explica Jeff Daniels. "Hay química entre los dos personajes porque somos amigos en la vida real, nos caemos bien, y eso se nota cuando la cámara está en marcha".

Jim Carrey tampoco se queda corto hablando de su compañero de reparto: "Lo maravilloso de Jeff es su total entrega, no le asusta ir más lejos. En una película como esta, es tremendamente importante porque no solo pasan cosas, llevamos lo que pasa hasta las últimas consecuencias para que el público piense: 'No puedo creer que estén haciéndolo'".


Premios Nobel y perversos sexuales: Los papeles secundarios
Además del indiscutible atractivo de los dos protagonistas, los hermanos Farrelly querían que los actores de reparto no se limitaran a servir de excusa para las locuras de Lloyd y Harry. En la primera película se hablaba muy de paso de una tal Fraida Felcher, pero en DOS TONTOS TODAVÍA MÁS TONTOS, "la chica de Cranston" cobra vida gracias a Kathleen Turner.

De hecho, el guión había llegado a manos de la actriz antes de que los hermanos Farrelly se pusieran en contacto con ella. "Alguien que había leído el guión me dijo que había un personaje descrito como ‘un estilo Kathleen Turner informal’, y pensé que no se me daría mal hacer de Kathleen Turner, aunque fuera informal", dice la actriz, riendo. "Así que llamé a mi agente. Me toca estar entre Lloyd y Harry, y creo que debo ser la única conexión con la normalidad de toda la película".

Peter Farrelly habla en nombre de todos cuando dice lo muy honrado que se sintió al contar con una actriz de su calibre. "Es la Kathleen Turner que nadie ha visto antes. Se entregó completamente al papel y es hilarante", dice, entusiasmado. "Hablo en serio cuando digo que nunca pensamos que aceptaría el papel cuando escribíamos el guión, solo era nuestra forma de describir el personaje. Nos quedamos asombrados al enterarnos de que quería hacerlo".

DOS TONTOS TODAVÍA MÁS TONTOS también significó el reencuentro profesional de Kathleen Turner y Jim Carrey desde que los dos rodaron hace casi treinta años Peggy Sue se casó. "Me quedé atónito cuando me dijeron que quería estar en la película", dice Jim Carrey. "Jeff y yo trabajamos de forma diferente a la mayoría de actores, pero se adaptó inmediatamente y estaba dispuesta a todo".

"Kathleen pertenece a la realeza de las intérpretes estadounidenses", afirma Jeff Daniels. "Y ahí estábamos los dos, haciendo los idiotas delante de ella. Pero estoy muy orgulloso de la escena en la funeraria, donde conseguí que se riera delante de la cámara. Fue una victoria personal".

El cómico Rob Riggle interpreta un doble papel en la película, el de Travis Lippincott y del capitán Lippincott, dos hermanos gemelos que son los malos de la historia. "Ninguno de los hermanos es buena persona, pero eso es lo mejor", dice el actor. "Lo digo en serio, habría hecho cualquier papel que me ofrecieran Peter y Bobby. Dos tontos muy tontos ya forma parte del vocabulario estadounidense. Todo el mundo cita frases de la película, me parece muy especial estar en la segunda".

La primera toma que rodó con Jim Carrey y Jeff Daniels no salió del todo como quería. "Ahí estaba yo en un coche con ellos dos y pensaba: ‘Estoy en una escena con Jim y Jeff…’ Hubo que repetir un par de veces hasta que conseguí concentrarme".

"El talento de Rob es engañoso, tiene una amabilidad inherente y cuesta dirigir a un actor así", dice Bobby Farrelly. "Los Lippincott no son buena gente, pero gracias a Rob no se llega a odiarlos".

Ambos Lippincott están irremediablemente unidos a Adele Pinchelow, encarnada por Laurie Holden, conocida sobre todo por su papel como la dura Andrea en "The Walking Dead" y que ya había trabajado con Jim Carrey en The Majestic. "Me lo pasé muy bien haciendo de Adele, en especial por su inclinación hacia actividades sexuales algo alocadas", dice la actriz, riendo. "Es un personaje muy… especial".

Peter Farrelly y sus hijos son acérrimos seguidores de "The Walking Dead", por lo que el director conocía el trabajo de la actriz. Sin embargo, cuando se pusieron en contacto con Laurie Holden, no estaba disponible para las fechas estipuladas. "Era un papel difícil", explica el director, "y no sabíamos por dónde tirar hasta que Laurie volvió a ponerse en contacto con nosotros y dijo que podía hacerlo. Siempre realizamos una prueba a los actores, pero con ella no fue necesario".

Laurie Holden y Rob Riggle tienen escenas que no olvidarán durante mucho tiempo. "Pocas personas llegan a tal nivel de intimidad como nosotros… por suerte", dice la actriz, riendo.

Rob Riggle no duda en revelar el secreto. "Me chupa el dedo gordo del pie", dice. "Fue muy valiente".

No cabe duda de que Penny, la donante potencial de riñón, es la hija biológica de Fraida, pero no hay un veredicto final en cuanto a la identidad del padre. Dado que su inteligencia deja algo que desear, las posibilidades han quedado reducidas a dos candidatos. Rachel Melvin encarna a la más tonta de los Pinchelow.

Consiguió el papel cuando conoció al director de casting RICK MONTGOMERY durante el rodaje de un anuncio en Los Ángeles. "Me dijo que tenía otro papel para mí", recuerda la joven actriz. "Me preguntó si quería hacer una prueba para DOS TONTOS TODAVÍA MÁS TONTOS, de los hermanos Farrelly. Y añadió: ‘Tienes pinta de frívola y de saber divertirte, creo que les caerás bien’. Lo mejor de todo es que no tenía ni idea de lo que significaba la palabra ‘frívola’. Creo que estaba destinada para el papel".

Rachel Melvin vio la primera película para absorber el aura de Lloyd y Harry. "Mis padres son dos enamorados de Dos tontos muy tontos", dice. "Mi momento favorito es el final con las chicas hawaianas".

Jeff Daniels se complace en haber podido ayudar a sus compañeros de reparto. "No solo hicimos reír a mucha gente en la primera película, también dimos la información necesaria para que los otros actores sepan cómo ser perfectos estúpidos", dice.

Completan el reparto Steve Tom, de la serie "Major Crimes", en el papel del Dr. Bernard Pinchelow, un brillante Premio Nobel y padre adoptivo de Penny; DON LAKE, de La gran revancha, como el Dr. Meldmann, uno de los invitados a la conferencia acerca del Nexo de Conocimientos de Ingeniería (KEN); TEMBI LOCKE, de la serie "Eureka", como la Dra. Barbara Walcott, la directora del congreso KEN, y PATRICIA FRENCH como la draconiana Srta. Malencarada, que respeta al pie de la letra las reglas del simposio e impide la entrada a Lloyd y Harry. Pero las reglas no suelen ser impedimento para esos dos.

Como en todas las películas de los hermanos Farrelly, abundan los cameos y las apariciones esporádicas de miembros de la familia. Un espectador avispado reconocerá al cantante SWIZZ BEATZ como el líder ninfa; al pitcher de los Texas Rangers DEREK HOLLAND como uno de los pacientes del manicomio; al receptor de los New England Patriots TROY BROWN como uno de los asistentes al congreso KEN; a la antigua estrella de la NBA JON BARRY como uno de los enfermeros de Urgencias; a JOHN P. IMLAY JR, uno de los dueños de los Atlanta Falcons, en el papel del granjero, y a MARIANN NEARY FARRELLY, la madre de los hermanos, como la granjera. En la fantasía de Lloyd, la mujer de Harry es JUNE SHANNON (la madre de Honey Boo Boo). Y por fin, el compañero de piso de Lloyd, el tal Ice Pick, es… bueno, ya lo verán en los créditos finales.


Dejemos la ciudad: El diseño y los decorados
El rodaje empezó en septiembre de 2013 en Atlanta, Georgia. El edificio donde vivían los chicos en Providence, Rhode Island, fue recreado en un solar vacío en la calle Pearl del barrio Cabbagetown, Atlanta. Sí, efectivamente, Billy del 4C (BRADY BLUHM) sigue viviendo allí y sigue habiendo problemas con sus pájaros.

Los cineastas encontraron a Brady Bluhm, que ahora enseña en una escuela del sur de California, a través de Facebook. "No tenía la menor idea de que las dos famosas frases me seguirían el resto de mi vida", dice, riendo con ganas. "Han pasado veinte años y la gente ya no me reconoce. Pero si se enteran de que yo era el chico con el pájaro, se ponen como locos".

El primer día de rodaje, Jeff Daniels tuvo que recurrir a un tipo de interpretación poco habitual para él. "Jim nunca ha dejado de hacer papeles cómicos", dice Peter Farrelly, "todo lo contrario de Jeff. De pronto, al cabo de veinte años, debía hacer algo absolutamente ridículo. Fue increíble y alucinante verlo, volvió todo de golpe, como si fuera ayer".

Solo 36 horas antes, el actor se encontraba en Los Ángeles para recoger un Premio Emmy por su trabajo en la serie "The Newsroom". "Gané el premio por interpretar a un hombre realmente inteligente, e inmediatamente me transformé en un tipo que debe tener un coeficiente mental no superior a 8", dice Jeff Daniels. "Me gustaría mucho ir a un restaurante donde estuvieran comiendo Will McAvoy y Harry Dunne, y escuchar qué le preguntaría Harry a Will".

Por un lado, el actor estaba encantado de reintegrarse al personaje con tanta facilidad, pero por otro, le preocupó ligeramente. "Me costó mucho más meterme en la piel de Will que en la de Harry, y me asusta un poco que sea tan fácil convertirme en Harry", dice, pensativo. "No presagia nada bueno para mis años otoñales".

Para Jim Carrey, volver a interpretar el personaje "fue algo muy parecido a meterme en la máquina del tiempo de H.G. Wells la primera vez que me puse la ropa de Lloyd", recuerda. "Probamos con cosas nuevas en el departamento de vestuario, pero protesté enérgicamente hasta que me dieron el traje de siempre. Era perfecto".

El guionista Bennett Yellin se asombró con la transformación de los dos protagonistas. "Para mí, el mejor momento era ver cómo la inteligencia desaparecía literalmente de la cara de Jim y de Jeff en cuanto se oía la palabra ‘motor’ y se transformaban en Lloyd y Harry", dice, riendo.

Aproximadamente a una hora en coche al suroeste de Atlanta se encuentra la pequeña ciudad de Grantville (donde se rueda "The Walking Dead"), que hizo las veces del campo de Kansas. Aquí se rodó el Museo Barbara Hershey, donde los chicos redescubren el vehículo "Chucho chachi" de la primera aventura. El pueblo de Monroe y Stone Mountain sirvieron de escenarios para el viaje de Lloyd y Harry desde Kansas a El Paso y el congreso KEN, la reunión de grandes lumbreras técnicas.

En realidad, el parque West de El Paso es una zona del Glover Park de Atlanta, en la que nuestros dos bobos se pasearon en un alisador de pista de hielo Zamboni. Obviamente, el Zamboni no era tal, sino una creación del departamento del coordinador de transportes ROBERT FOSTER JR.

El primer encuentro entre padre e hija también se rodó en la plaza del parque Marietta, al lado de una fuente. "Soy muy sincera, siempre lo he sido, así que fui directamente a Jim y le dije: ‘Verás, estoy supernerviosa porque es mi primer día y soy una fan total tuya’", cuenta la joven actriz Rachel Melvin. "Había unas cien personas en la plaza, mirando y pidiendo autógrafos a gritos, pero al cabo de veinte minutos estaba totalmente relajada gracias a Jim. Es un hombre genial".

El diseñador de producción Aaron Osborne creó el Palacio de Congresos para el simposio KEN en tres localizaciones diferentes. El exterior corresponde al Centro de Artes Interpretativas Cobb Energy, y uno de los auditorios del Centro de Artes Interpretativas Gwinnett se utilizó para algunos interiores. Finalmente, la mayoría de los interiores se rodaron en la entrada del Centro Internacional de Convenciones de Georgia, donde cuatrocientos figurantes ayudaron a rellenar el amplísimo espacio,

La funeraria Felcher & Felcher se rodó en la funeraria Henry, del pueblo de Lithonia, Georgia, cuyos habitantes deben estar muy sanos, a menos que la funeraria desviase sus clientes a otro pueblo durante el rodaje.

En la secuencia clave de la ensoñación de Harry, donde él vive en una casa de una urbanización y Lloyd es un sin techo que rebusca en la basura, este último lleva un collar hecho de dientes y muelas. Jim Carrey decidió que Lloyd se había quedado sin un solo diente. El atrezista jefe MIKE SABO disponía de una tarde para conseguir un collar de dientes, ya que la escena se rodaba esa misma noche. Llamó a su dentista, que le puso en contacto con un cirujano dental de Atlanta que, por suerte, acababa de sacar toda una dentadura. Mike Sabo dispuso de dos horas para blanquearlas, hilarlas y colocar el collar alrededor del cuello de Jim Carrey, antes de que el director de fotografía Matthew F. Leonetti encendiera los focos.

En la escena en que Travis, el personaje de Rob Riggle, juega al "embudo de pelotas" con Loyd y Harry, los chicos aguantaron seis tomas mientras se les vertía hielo granizado medio derretido en los pantalones. "En la quinta toma, Pete me pidió que reaccionara con más energía, pero le contesté que ya no sentía nada ahí abajo", cuenta Jeff Daniels con una enorme sonrisa. "Todo estaba congelado".

Rob Riggle tuvo que someterse a dos complicadas sesiones de pintura corporal para unos gags protagonizados por el capitán Lippincott y, milagrosamente, no hubo que recurrir a los efectos digitales. El objetivo era conseguir que el personaje se fundiese en el decorado. La asesora de maquillaje CAROLYN ROPER, conocida en todo el mundo por sus dibujos corporales, se superó a sí misma. Después de ver esta película, muy pocas personas volverán a mirar una máquina expendedora de la misma forma.

Cuando no rodaba, Rob Riggle se ponía un body muy ajustado y ocupaba la misma posición que ocuparía durante el rodaje. Carolyn Roper empezaba por hacer dibujos y, poco a poco, crear cada detalle. El día del rodaje, el actor se sometió a una sesión de dos horas mientras le pintaba la cara, el cuello y las manos.

Por fin, el hotel donde Lloyd y Harry gastan la peor broma imaginable a Travis se rodó en un motel en la carretera I285, cerca de Decatur. El departamento de carpintería tardó tres semanas en construir y arreglar el motel para que se pudiera rodar la secuencia de Travis envuelto en llamas… cayendo a la piscina desde el segundo piso. El coordinador de especialistas TIERRE TURNER se encargó de que no se cometiera ninguna tontería aquel día.