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Qué difícil es ser un dios cartel reducidoQué difícil es ser un dios(Trudno byt bogom)
Dirigida por Aleksei German
¿Qué te parece la película?

Qué difícil es ser un dios es la obra póstuma del cineasta ruso Aleksei German. La película, en la que trabajó durante 13 años, ha recorrido festivales de todo el mundo y es considerada una película de culto. La obra de German fue recompensada con un premio honorifico en el Festival de Roma de 2013. En España, la película ha podido verse en el Festival de Las Palmas 2013 y en el Festival de Sitges en 2014, en la sección Seven Chances.


Aleksei German
Aleksei Yuryevich German nació en Leningrado en 1938. Su padre, Yuri P. German, escritor soviético, "humanista" preciado y amigo del director teatral Vsevolod Emilievich Meyerhold, le convence para estudiar en el Instituto Teatral de Leningrado. Tras haber obtenido su diploma, German colabora con Georgy Tovstonogov, figura clave del teatro soviético de los años 50 y 60. En 1964, empieza a trabajar con Lenfilm, el estudio de cine más antiguo de la Unión Soviética, convertido en la cuna del cine de autor. En 1967 realiza junto a Girgori L. Aronov su primera película, Sedmoy sputnik (El séptimo compañero), inspirado en una novela de su padre. La película, ambientada en la Segunda Guerra Mundial, es inmediatamente prohibida por deformación de hechos históricos, y no volverá a ser difundida antes de 1985. En 1977, dirige Dvadsat dney bez voyny (Veinte días sin guerra), inspirada en la novela de Constantin Simonov, célebre escritor del Partido que defenderá la película ante los responsables del Comité Central y permitirá su distribución.

En 1984, German realiza su película más conocida, una nueva adaptación de una novela de su progenitor, Moy drug Ivan Lapchine (Mi amigo Ivan Lapchine), situada en los años 30. El retrato de la historia soviética trazado por German irritará al Partido y su film será inmediatamente retirado de las salas cinematográficas. Para ganarse la vida, German escribirá guiones en colaboración con su mujer, Svetlana Karmalita, firmándolos, en ocasiones, con el propio nombre de ella. En 1988, durante el periodo más grande de inactividad cinematográfica, German conseguirá sin embargo, junto a Svetlana, dirigir los estudios Lenfilm, con el objetivo de promover la experimentación y los jóvenes realizadores.

German producirá ocho películas de largometraje y también cortos y películas de animación.

Con el film ¡Khrustalyov, mi coche! (en competición en el Festival de Cannes en 1998), German llega a la conclusión de que después de los horrores de la era estaliniana, el arte no puede continuar siguiendo más las normas y sus formas habituales.

En el año 2000, el realizador, recompensado y reconocido, al fin, como uno de los grandes maestros del cine ruso, empieza a trabajar en Qué difícil es ser un dios, proyecto épico inspirado en la célebre novela homónima de los hermanos Strugatski y que dará lugar a trece años de intenso trabajo. Esta obra, auténtico retrato de una civilización, abraza la historia de la humanidad con gran compasión y despiadada precisión.

Aleksei German muere el 21 de febrero de 2013. La película sería acabada por su compañera Svetlana Karmalita y su hijo Aleksei A. German.

Filmografía
1967 - Sedmoy sputnik (La séptima compañía) co-realizada con Grigori Aronov
1971 - Proverka na dorogakh (Control en los caminos)
1976 - Dvadtsat dney bez voyny (Veinte días sin guerra)
1984 - Moy drug Ivan Lapchine (Mi amigo Iván Lapshin)
1998 - Khroustalyov, machinou! (¡Khrustalyov, mi coche!)
2013 - Trudno byt’ bogom (Qué difícil es ser un dios)


Entrevista con Aleksei German por Tatiana Nikichina
Julio 2002 – Extractos obtenidos de MK Boulevard / Suplemento semanal del Diario Moskovski / Komsomoletz N°30 (268) 22-28 julio de 2002 PP.8-12

P: ¿Por qué ha decidido enfrentarse a los hermanos Strugatski?

R: En Qué difícil es ser un dios, el pasado y el presente existen conjuntamente, no en paralelo ni uno dentro del otro, sino simultáneamente. Ya había intentado en dos ocasiones adaptar el libro de los Strugatski pero sin éxito. La primera vez en 1968, pero las tropas soviéticas entraron en Checoslovaquia y me fue prohibida su adaptación, pues habían encontrado una asociación con la "armada gris" de la novela de los Strugatski. Y en la época de la Perestroika, nosotros mismos abandonamos la idea comprendiendo que el tema no estaba entonces de actualidad. A principios de la época de Gorbachov no era difícil ser un dios, o en cualquier caso así nos lo parecía. ¡Ayer dirigías un laboratorio y hoy eres dios! Teníamos entonces la impresión de que estábamos constantemente cerca de construir un paraíso en la tierra. Hoy en día, el tiempo ha vuelto de nuevo.


P: ¿Es un presentimiento?

R: Un artista no puede no presentir. No soy solamente yo, puedo asegurarle que Putin también lo siente así. No se puede no sentirlo así en la actualidad. La fascinación es una cosa fácilmente comprensible. En Rusia, la gente gritaba "¡Hail!" aunque los alemanes consideraban a los eslavos como una raza inferior, una nación de esclavos que no tenían derecho a multiplicarse, ¡ni tan sólo a aprender a leer! De hecho, una vez más, me obligo a no asombrarme. La situación en este país y el mundo es muy peligrosa y es por ello, según nuestra opinión, que realizar un film así es necesario.


P: En sus películas, usted reproduce con una gran exactitud el decorado de una época determinada. Para Khroustaliov, machinou!, usted buscó durante mucho tiempo un Packard de Stalin. ¿Con qué dificultades se confronta usted actualmente?

R: Actualmente, tengo un problema con los caballos, por ponerle un ejemplo. No paran de enviarme pura sangres de las caballeriza de los "Nuevos Rusos", cuando lo que yo necesito son caballos antiestéticos parecidos a los rocinos de la Edad Media. Los caballos de la Edad Media (basta con sólo mirar las pinturas de época) tienen la espalda hueca. La última ha sido en República Checa donde me han traído unas bestias panzudas, nada que ver con caballos de carreras, pero hemos acabado descubriendo que se trataba de yeguas rechonchas. Los caballeros de los siglos XIII a XIV enfundados en sus armaduras pesaban muchísimo. No podían subir por sí mismos sobre sus caballos. Tanto es así que los enganchaban a una cuerda que hacían deslizar sobre una rama para levantarlos y hacían avanzar al caballo hasta situarlo debajo. ¿Se imagina usted a una de esas pobres yeguas galopar con un caballero armado o luchar en una batalla?


P: ¿Aparecerá en la película el helicóptero en el que los investigadores terráqueos se desplazan?

R: No.


P: ¿Por falta de presupuesto?

R: No se trata de un problema económico. En el libro todo es divertido porque es una novela para niños. Los Strugatski imaginaron la Tierra como un lugar remarcable. Tal vez la Tierra sea un lugar distinguido, en comparación al planeta donde se encuentra Rumata, pero con toda certeza no se trata de un lugar remarcable en líneas generales. En un lugar transcendente, no habría tribus degolladas ni horribles bombardeos.


P: Dicen que trabajar con German es como ir al presidio…

R: No es más que parcialmente cierto puesto que el núcleo duro de mi equipo trabaja conmigo desde hace muchos años. Me enfado, me reconcilio y ellos vuelven. El operador Vladimir Iline trabaja conmigo desde hace 12 años y el sonidista Kolia Astakhov desde cerca de 20 años; mi asistente Félix Eskine lleva conmigo desde 1969. Muchos tienen la misma actitud: no importa cómo sea German, rodemos como él diga. Yo me esfuerzo por hacer como es debido. Quien es exigente consigo mismo y con su trabajo está conmigo.


P: ¿Rueda usted en blanco y negro con la misma película Kodak?

R: Sí. Pienso que todavía no se han explorado todas las posibilidades de la película. La lógica comercial quiere volver todo obsoleto. Así, hubo un cine mudo pero con la invención del sonido todo el mundo se lanzó rápidamente al cine sonoro. El sonido, es una cosa buena pero las posibilidades del cine mudo no habían sido todavía ni mucho menos explotadas. Es únicamente en la actualidad que nos damos cuenta del valor del cine mudo. Lo mismo sucede con el blanco y negro. Fui uno de los primeros en volver a utilizarlo. Un par de años después también Spielberg se ha encaprichó con este cine.

El cine en blanco y negro permite obtener matices que ninguna película en color podría soñar alcanzar. Si miramos una buena copia de Khroustaliov, machinou!, vemos unos manteles blancos luminosos: desde mi infancia guardo el recuerdo de esos manteles almidonados y son imposibles de reproducir en color. Además, en el cine en color, los rostros son rosas y me parece imposible obtener un buen retrato. Una major americana me propuso hacer una película sobre el asedio a Leningrado. Las conversaciones fluían hasta que un desacuerdo surgió entorno al uso del color. El asedio en color, para mí, habitante de Leningrado, habría sido una traición. Bastaba imaginar el rostro de los escritores Granine, Konestki o de los vecinos de mi edificio…


Entrevista con Svetlana Karmalita co-guionista de Qué difícil es ser un dios, declaraciones recogidas en abril 2014

P: Los hermanos Strugatski escribieron el libro en 1964. ¿Por qué Aleksei German quiso adaptarlo desde el momento de su publicación?

R: La novela de Arcadi y Boris Strugatski fue acogida con un éxito instantáneo. La intriga, casi lista para ser adaptada al cine, prolija en combates, confrontaba a los lectores con personajes típicos de la Edad Media y, al mismo tiempo, semejantes a sus propios vecinos, amigos, compañeros de trabajo o conocidos. Es cierto que los autores no se privaron de poner de relieve la lucha eterna entre el bien y el mal. Todo en la novela era por tanto muy similar a la vida cotidiana de la gente corriente, contando además con una pincelada de romance y de valentía.

La intelligentsia de los años 60, que en esa época le había cogido el gusto a la forma seductora de las parábolas, encontró en la novela la encarnación de su concepción y su visión de la vida social en la Unión Soviética. Con las excelentes ventas desde el momento de su salida, el libro empezó a circular de mano en mano. Aleksei German pertenecía a esa parte de la intelligentsia ilusionada todavía con la posibilidad de una evolución liberal y democrática. Sin embargo, temía el retorno del terror que nuestro país había conocido, particularmente durante los años 30. Toda su vida tuvo miedo de que ese periodo volviera para revelar una vez más todo su horror.

La escritura del guión de la película, que había sido ya aprobada por los estudios Lenfilm, fue repentinamente interrumpida dos días después de la entrada de los tanques soviéticos en Praga. Las ideas que la intelligentsia discernía entre las líneas de la novela no habían pasado inadvertidas para los censores, quienes decidirían inmediatamente asociar la "armada gris" mencionada en el guión y los hechos que sucedían en aquel momento en Checoslovaquia. Finalmente, el 23 de agosto de 1968, Aleksei era informado de la prohibición de su guión. De manera general, el mes de agosto de 1968 puso fin a las ilusiones de los llamados "sesenteros".


P: En la película, la narración tiene una importancia secundaria. La cámara se posiciona para dar un punto de vista subjetivo que flota entre los personajes. Como en la pintura, numerosas acciones suceden al mismo tiempo a diferentes niveles. La cámara se encuentra en perpetuo movimiento…

R: A partir de su segunda película, Aleksei se fue interesando cada vez más en describir el mundo que rodea a los protagonistas. Él siempre pensó que un personaje no podía ser comprendido, sus razones y el origen de sus acciones y sentimientos, sin inclinarse hacia el entorno y la realidad que le rodean. Para Aleksei, la cámara debía ser la herramienta itinerante de un artista, capaz de revelar las diferentes facetas de un mismo fenómeno. Efectivamente, si distinguimos diferentes intrigas en la película, uno se da cuenta de que no sólo el personaje principal de Don Rumata está bien dibujado, sino también muchos otros roles secundarios. Aun cuando se diluyen en el interior de las secuencias del film, cada personaje conserva su propia naturaleza. La intriga principal es a menudo relegada al fondo de la escena, permitiendo al público tener la sensación de formar parte de una historia pan-humana. No obstante, muchas intrigas introducidas por el autor perseguían que el espectador, que pertenece a otra época, a otra civilización y que se aferra al mundo de manera diferente, pudiera sin embargo sentirse próximo a cuanto sucede en la pantalla. De aquí, la necesidad de disponer de multitud de intrigas desarrollándose al mismo tiempo.


P: Don Rumata es un noble que intenta salvar la cultura, el arte y los intelectuales, pero que no logra conseguirlo y acaba solo. ¿Aleksei German pretendía hacer una película apocalíptica?

R: Respecto al final existen dos puntos de vista diferentes. Habiendo participado en numerosos debates sobre la película, debo decir que no todo el mundo juzga el final como pesimista. Algunos espectadores han observado el hecho de que Rumata ordena que los esclavos sean descalzados. Además el último sonido de la película es el de la trompeta de un esclavo, que reverbera la improvisación musical de Rumata. Es evidente que no se ha alcanzado la armonía del mundo, pero queda la duda de si ésta podrá ser alcanzada en un futuro.

German cambió el final de la novela en lo que se refiere a su regreso a la Tierra. Rumata ha pasado gran parte de su vida en Arkanar. Allí se encuentran sus amigos, sus enemigos, su casa, la mujer que pronto amará. Marchar sería traicionarles a todos… Planteado de esta manera, el final de la historia tuvo una incidencia importante sobre el desarrollo de la intriga y supuso modificaciones durante el rodaje y, sobre todo, una atención más trabajada a las relaciones entre Rumata y su entorno.


P: Las caras del gentío y de los personajes secundarios son particularmente memorables. ¿Qué características se buscaban en los actores durante el casting?

R: Todos y cada uno de los figurantes fueron seleccionados por Aleksei. De hecho, el mismo nunca utilizó la palabra "figurante" y prohibió utilizarla a todos los miembros del equipo. En su lugar, él hablaba en términos de actores de primer plano, actores de segundo plano, actores de tercer plano, etc. Para encontrarlos se buscó en numerosas oficinas, hospitales, teatros, en la calle, en todos lados. A menudo realizaba llamamientos públicos. Según Aleksei, un actor sin experiencia capaz de expresar emociones humanas profundas ante la cámara es un actor por naturaleza que nunca se había dado cuenta.


P: ¿Dónde fueron construidos los platós? ¿Cuál fue el presupuesto de la película?

R: La mayor parte de imágenes grabadas en exteriores fueron rodadas en la República Checa donde numerosos castillos y construcciones medievales permitían recrear la puesta en escena necesaria al film. Muchas escenas fueron grabadas en Rusia, en San Petersburgo, donde los decorados y platós fueron construidos in situ. Los decorados fueron creados y fabricados en los estudios Lenfilm.

En lo que se refiere al presupuesto de la película, nunca entendí nada del asunto. Aleksei tampoco. Todo lo que sabíamos era que la película estaba financiada por una empresa privada. Mientras fuera posible conservar la complejidad y la mirada del proyecto, Aleksei pedía que el "dinero de los otros" fuera gastado con mucha precaución.


P: ¿En qué estado se encontraba la película cuando Aleksei falleció?

R: La película estaba prácticamente terminada. Aleksei había acabado el montaje, completado la post-sincronización y había elegido las músicas con el compositor Viktor Lebedev. El film estaba listo para la última etapa, la mezcla, donde todos los elementos de la película se juntan. Pero no pudo completarlo. Fuimos Aleksei German Jr. y yo misma quienes seguimos trabajando en ello. No hemos añadido ni suprimido nada. Puedo garantizar que nos hemos limitado a completar el trabajo de Aleksei exactamente como él lo había imaginado.


Encuentro con Leonid Yarmolnik (actor principal de la película)
Leonid Yarmolnik inicia su carrera actoral con algunos papeles destacados en el cine soviético de finales de los años 70. Rápidamente encumbrado en papeles cómicos, se convierte en un actor bien conocido y querido por el público ruso. A partir de 1993, a su carrera como actor se añade la de presentador televisivo, hecho que aumenta aún más su notoriedad. Aleksei German explicaba que la elección de Leonid Yarmolnik se debió a pruebas y ensayos muy satisfactorios, sin estar al corriente de su celebridad. El actor, por su parte, ha reconocido en más de una ocasión haberse sorprendido de ser elegido para una película tan seria. "Hasta que un día entendí la lógica; yo no era más que uno más de los bufones que German quería filmar fuera de sus registros: Rolan Bykov en Proverka na dorogakh, Youri Nikouline en Dvadtsat dney bez voyny, lo mismo sucedía conmigo." El trabajo agotador (7 años de rodaje) con Aleksei German ha transformado profundamente al actor: "Durante toda mi vida me enseñaron a ser un actor. German me enseñó a no serlo. Él quería que cada escena costase tanta energía y emoción al actor como si hubiera vivido realmente los eventos que sucedían." Actualmente, Leonid Yarmolnik es una estrella en Rusia.

Declaraciones recogidas por Eugénie Zvonkine el 15 de noviembre de 2014.


Han dicho
"Qué difícil es ser un dios es una película única no sólo por la increíble autenticidad con la que describe la realidad (por ejemplo, las espadas fueron creadas tal como se forjaban hace 700 años; la vida de una ciudad medieval fue reconstruida hasta el más mínimo detalle) ni siquiera por la increíble expresividad de los rostros conseguidos en el casting, buscados a lo largo y ancho de toda Europa. Lo que la convierte en una obra única es la manera como el proyecto en su totalidad ha logrado alumbrar una película donde cada migaja es portadora de una verdad artística. Ya nadie hace una película así; es altamente improbable que alguien consiga hacerlo en el futuro". - Aleksei German Jr.

"Figura controvertida para todos los regímenes, German no ha cesado de luchar contra la burocracia y la censura del sistema de producción soviética, sistema que persistió bajo el régimen de Brejnev. No solamente porque sus películas transgredían las reglas, desatendiendo voluntariamente las prácticas del realismo socialista tras el deshielo, sino principalmente porque si su cine hubiera conocido un éxito mayor, habría convulsionado las estructuras teóricas, éticas y estilísticas existentes. Así, fue necesario que su influencia explosiva fuera interrumpida. En 46 años de carrera como director, sólo se autorizó a German a realizar cinco películas y media, la "media" siendo una primera película co-realizada". - Marco Muller (director artístico del Festival Internacional de cine de Roma)


Reparto
Leonid Yarmolnik (Don Rumata)
Aleksandr Chutko (Don Reba)
Yuriy Tsurilo (Don Pampa)
Evgeniy Gerchakov (Budakh)
Natalia Moteva (Ari)