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El regalo cartel reducidoEl regalo(The gift)
Dirigida por Joel Edgerton
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Gordo: "Te has olvidado del pasado, pero el pasado no se ha olvidado de ti".


El regalo, de STX Entertainment y Blumhouse Productions, es un vertiginoso y controvertido thriller psicológico de los productores Jason Blum y Rebecca Yeldham, y del actor, guionista, productor y aquí también director debutante, Joel Edgerton ("El gran Gatsby", "La noche más oscura", "Warrior"), que responde a la pregunta: ¿Y si alguien a quien dañaste hace mucho reaparece en tu vida en un encuentro fortuito?

Simon (Jason Bateman) y Robyn (Rebecca Hall) forman un matrimonio joven cuya vida se desarrolla según lo planeado hasta que un encuentro fortuito con un antiguo compañero de clase de Simon en el instituto hace que su mundo se vaya horrorosamente al traste. Al principio, Simon no reconoce a Gordo (Joel Edgerton), pero tras una serie de encuentros inesperados y regalos misteriosos que se evidencian inquietantes, un horrible secreto del pasado se desvela transcurridos más de veinte años. Cuando Robyn se entera de la perturbadora verdad acerca de lo que ocurrió entre Simon y Gordo, empieza a preguntarse hasta qué punto se conoce realmente a los más cercanos, y si los tiempos pasados han sido alguna vez de verdad pretéritos.

Reconocido por su larga carrera frente a las cámaras, Edgerton comenzó de hecho como cineasta en Australia al fundar el Film Collective Blue Tongue Films en 1996 junto con otras mentes creativas. El equipo, también integrado por los directores David Michôd y Nash Edgerton, escribió, dirigió y produjo cierto número de títulos prestigiosos, como "Animal Kingdom", "The Square" "Wish You Were Here", "Hesher", y "The Rover". Con el equipo, Joel escribió y dirigió algunos de los cortos del sello, y escribió asimismo "The Square" antes de hacer lo propio con "El rastro del delito", dirigida por Matthew Saville, que también protagonizó y produjo.

EL REGALO significa el debut como director de cine para Edgerton. Anhelando de hace mucho poder dirigir, era importante para él desarrollar un proyecto para su debut fuertemente aferrado a los personajes y atractivo para un reparto sólido e inteligente, además de sustentar ideas y temas sustanciosos. Admirador de hace mucho de las películas de género inteligentes, el intrincado argumento también resultaba reminiscente de los thrillers y filmes de suspense fundamentados en buenas interpretaciones que habían dejado huella en su adolescencia.

La carrera cinematográfica de Edgerton sigue ascendiendo con varios otros proyectos de guión en desarrollo en los Estados Unidos. Junto con Edgerton, los productores Rebecca Yeldham ("Cometas en el cielo", "Diarios de motocicleta", "En la carretera") y Jason Blum ("Insidious", "Paranormal Activity", "Whiplash"), lideran un equipo creativo de increíbles colaboradores: el director de fotografía Eduard Grau ("Un hombre soltero", "Buried", "La maldición de Rookford"); el diseñador de producción Richard Sherman ("Hermosas criaturas", "Kinse", "Cosas que perdimos en el fuego"); y el montador Luke Doolan ("Animal Kingdom"), todos al unísono crean un thriller estilizado y lleno de suspense, a un tiempo ingenioso y comercial.


Sobre la producción
"Para mí, EL REGALO empezó con una simple premisa: ¿Qué pasaría si un abusador de instituto se topara con su víctima unos quince años después? ¿Cuáles serían o podrían ser los efectos? ¿Cómo podría afectar el pasado sobre el presente? ¿De qué modo ese pasado silenciado o irresoluto podría quebrar la situación presente?" - Joel Edgerton.

La gente entiende su pasado a través del prisma de su propia experiencia individual. Lo que una persona puede recordar como una broma inofensiva, otra puede interiorizarlo como una profunda e hiriente violación. En cualquier caso, la mayoría de la gente sigue adelante con sus vidas al enterrar los agravios pasados bajo capas de experiencias y lecciones de vida. Pero, ¿y si usted hizo algo a alguien incapaz de pasar página, una persona a la que se le han fosilizado y curtido sus acciones sobre ella, usted ajeno, sin remordimiento alguno?

¿Y si alguien de su pasado le obliga a enfrentarse a algo que usted ha estado ocultando... incluso de usted mismo?

Los hay a los que les es imposible olvidar una afrenta, y dejan que el odio y la rabia les vayan carcomiendo hasta estallar. EL REGALO explora el impacto del pasado común de dos personas sobre el presente, y los daños colaterales que se derivan.

"Me interesaban las consecuencias de ese tipo de daños. ¿Es bueno o malo hurgar en el pasado?" —plantea el guionista y director Joel Edgerton—. Ése es el auténtico punto de partida para la historia." Edgerton se sintió intrigado por la idea de unos agravios del pasado que permanecen dormidos y la posibilidad de un encuentro fortuito que puede volver a hervir la vieja mala sangre. Particularmente, esta película ofrece la oportunidad de explorar cómo se desenvuelven estos dilemas a través del prisma del thriller psicológico.

Esencialmente, la película habla de las consecuencias, la culpabilidad, y la asunción de responsabilidades por los propios actos. En lo más profundo, EL REGALO es un relato admonitorio acerca de lo que ocurre cuando no nos hacemos responsables.

"Hay una mujer casada —destaca el productor Jason Blum—, y las cosas parecen ir bien hasta que el personaje de Joel, 'Gordo', se mete en sus vidas. El hecho es que Gordo y el personaje de Jason Bateman, 'Simon', fueron juntos a la escuela hace ya mucho. Gordo se muestra relativamente afable, aunque hay algo extraño… y a medida que avanzamos en la historia, resulta que nada de lo que pensamos al principio era cierto."

EL REGALO se inicia amablemente, el centro es una pareja manifiestamente en la cúspide de sus éxitos profesionales y personales: Simon sube sin esfuerzo por el escalafón, y junto a Robyn acaba de instalarse en la casa de ensueño de ambos.

"Comienza como historia simple, sin malicia —nos dice la productora Rebecca Yeldham—, hasta que el terror y el malestar se van deslizando dentro progresivamente, generando en el público creciente nerviosismo en torno a lo que va a ocurrir."

La elegancia sencilla del terror gradual del relato es una muestra del guión brillante de Edgerton. Experimentado guionista y narrador desde hace casi dos décadas, cuando integraba el colectivo creativo australiano Blue Tongue Films, Edgerton nunca ha rehuido los personajes complejos y el relato absorbente. Contrariamente, este nativo australiano se enfrenta a temas e ideas que no conducen fácilmente a resoluciones límpidas, sino más bien al examen de las cuestiones morales más incómodas y vagas a las que toda persona se enfrenta en un momento determinado.

"No hay solución fácil" —opina Rebecca Hall, quien encarna a 'Robyn'—. No hay tal cosa como chicos buenos, chicos malos o víctimas."

"Las cosas se tuercen y toman direcciones impensadas de un modo muy realista" —comenta Jason Bateman, quien encarna a 'Simon'—, y acabas por preguntarte quién es el malo y quién la víctima, si ciertos personajes se merecen lo que les pasa o no".

"Todo el mundo muestra versiones distintas de sí mismo —sigue Hall—, según con quien se habla o qué se quiera expresar. Lo que me parece de verdad interesante en Robyn es que sabe que su marido oculta algo, y resuelve descubrir qué es."

"Joel es un guionista y narrador muy poderoso. Me encantó el guión; me sentí empujado a involucrarme en el proyecto —comenta Yeldham."

"No se trata de un film de miedo sin más —añade Blum—, del tipo al que se está acostumbrado. Es un guión muy original, muy compacto. Me encantó; me pareció una novela".

"Lo que hace que un thriller así resuene entre el público es la idea de que hay circunstancias extraordinarias que se ubican enteramente en el reino de lo posible. El miedo surge de la condición relatable de la situación: es fácil percibir a Simon, Robyn y Gordo como gente que conocemos y con quien nos encontramos a diario, e incluso como gente cuyas vidas no son tan distintas de las nuestras. Esta premisa provee de miedo más intenso con sutilidad más sofisticada y espeluznante que el film de terror al uso".

"Una simpática pareja abre un poco la puerta a un extraño —explica Edgerton—, quien a continuación siembra el caos en sus vidas. Así empezamos, pero sin duda no es donde acabamos".

"Se trata de un guión muy bien escrito —informa el director de fotografía Eduard Grau—, todos los personajes cambian y afectan a los demás de un modo sobrecogedor que se nos antoja común y personal".

"El relato es de lo más fascinante —conviene Yeldham—. Crees penetrar un mundo de lo más normal y familiar, y entonces, paso a paso, la tensión aumenta. Incluso cuando lo lees, te sorprendes al borde de la silla". "Joel ha concentrado a un equipo de artistas, el súmmum de la creatividad, capaces de elaborar el tipo de thriller sofisticado y elegante que queríamos realizar —sigue Yeldham—. Algo de gran dimensión y alcance, y con auténtico clasicismo".

"Ha querido realizar una película que capta esa sensación clásica del thriller psicológico" —opina Grau—, "sin dejar de ser contemporánea".

Uno de los aspectos más intrigantes de la historia, y factor mayor en la tensión casi masticable que impregna la cinta, es la idea de que creemos manejar nuestras vidas ignorantes de que podría haber una fuerza oscura en marcha. Durante todos esos años en que Simon se forjaba una vida y devenía adulto, Gordo estaba ahí…


Escenario para la venganza
Localizar el marco perfecto como hogar de Simon y Robyn en la película era esencial en el logro del tono y la atmósfera propicios para ese trasfondo amenazante.

"De noche, estar solo en casa oyendo cosas extrañas, me aterroriza" —confiesa Jason Blum—. El hogar es donde uno se siente a salvo, así que si sentimos una amenaza en ese entorno, realmente es pavoroso".

"Estuvimos mirando todo tipo de casas para la historia —informa la supervisora jefe de localizaciones Kandice Billingsley—: casas tradicionales, estilos American Craftman, Tudor... Finalmente, Joel decidió una casa Midcentury Modern."

"La localización que encontramos finalmente para la película —recuerda Yeldham—, no tenía nada de lo que Joel escribió inicialmente. Tenía en mente una casa muy tradicional, pero en cuanto dimos con esa increíble casa de paredes acristaladas, vimos que daba mucho en términos de vulnerabilidad, de incrementar el terror y el suspense, dado que Simon y Robyn básicamente ¡viven en una pecera".

La característica que hacía la casa tan atractiva creativamente: las paredes de vidrio, también generó un desafío extremo al equipo técnico, particularmente en iluminación y cámara en lo que atañía al control de reflejos. Pero finalmente los cineastas vieron los reflejos de los vidrios como una ventaja añadida al permitir explorar toda otra vertiente creativa, la que incorporaba los reflejos en ciertos planos de alto suspense y sentido premonitorio.

"Sencillamente se convirtió en otro regalo que la localización daba a la historia —comenta Yeldham—; así que fue fantástico".

Sobre su colaboración con Grau, Edgerton comenta: "Tuve ocasión de conocer a Edu hace un par de años. Consciente de que buscaba un look clásico y elegante para la película, ardía en deseos de colaborar con él en este proyecto. Ha aportado sofisticación y lucimiento a la vida residencial de esta película".

"Pese a plantear un gran reto —admite Grau—, la casa era una parte muy especial. En sí misma, es un personaje de la película, así que era importante que tuviera personalidad. Nos gustaba ese pasillo largo y todas las ventanas. Mi sección sufrió en ciertos aspectos debido a la decisión, pero hicimos que funcionara; empleamos muchas imágenes dobles".

"Las casas Mid-century disponen de fondos integrados debido a todo el vidrio —comenta el diseñador de producción Richard Sherman—; aquí se mira hacia fuera y se ve bellos árboles y montañas, vistas de ciudades… y todo es gratis".

La producción estuvo tres semanas rodando en la casa del protagonista principal, localizada en un vecindario tranquilo de las colinas de Encino, sobre el Paso Sepúlveda. No se ha usado previamente para rodajes, en parte debido a su elevada vertiente.

"Las calles son estrechas —explica Billingsley—, y hay que tener los camiones de producción y los tráileres ahí arriba. Es un rompecabezas logístico, como intentar encajar un elefante en un estuche de anillo".

"Disfruté de verdad el rodaje en esa casa —rememora Bateman—. Es una gran casa, y está a quince minutos de donde vivo yo. No tengo queja alguna".


Perspectivas diferentes
Lo que separa burlarse de intimidar puede ser del grosor del papel de fumar, y fluctúa grandemente dependiendo del lado de la ecuación en que uno se halle. Lo que una persona puede considerar un acto inofensivo, otra puede interiorizarlo como un comportamiento profundamente hiriente. "Una cosa interesante en la intimidación —opina Blum—, es que la versión de cada uno acerca de los hechos a menudo difiere mucho".

"Las cosas se pegan —comenta Yeldham—, y poseen un efecto dominó".

"Por un lado —añade Edgerton—, podría tratarse de una de esas cosas que hiciste de niño, pero tanto si es eso como si es un acto deliberado y falaz, puede ir haciéndose una bola y tener un efecto muy dañino en la vida de otra persona".

Lo que hace que unos sean capaces de seguir adelante y dejen atrás los tormentos de juventud, y otros queden profundamente marcados es un misterio.

"Me siento igual que casi todo aquél que ha sufrido abusos en la escuela —dice Grau—, pero por malo que sea, es la naturaleza humana de los chicos que una vez fuimos".

"Esto explica el modo en que te comportas de adulto —añade Bateman—. Todas esas marcas y cicatrices acontecen es etapas tempranas. Y la verdad es que nunca te abandonan".

"Así que cuando escribí esto —explica Edgerton—, me preguntaba adónde había ido toda aquella gente que nos intimidó en el pasado, o la que intimidamos nosotros. Quería mantener el espejo en alto, a través de esta historia, en torno a responsabilizarse de nuestro pasado y nuestras acciones, pero con un auténtico sentido del misterio y la intriga".

Así, pues, ¿puede el pasado ser alguna vez realmente pasado? No sorprende que no haya verdadero consenso, incluso entre los realizadores de esta película.

"Ignoro si ello es posible —admite Blum—. Creo que es algo con lo que todos luchamos".

"No siempre es posible —Grau coincide—, pero deberíamos intentarlo. El pasado afecta cómo vivimos ahora, y no podemos rechazarlo. Contribuye a que seamos quienes somos, pero tampoco podemos aferrarnos a él".

"Perdonar, pero no olvidar —propone Bateman—. Creo que todos somos algo así, a menos que se sea felizmente ignorante y se posea la capacidad de olvidar. No se trata de acarrear resentimiento, pero ayuda redibujar límites y expectativas con la gente".

"Opino que es posible perdonar y olvidar todo" —dice Allison Tolman, quien encarna a 'Lucy'— si pones tu empeño en ello".

"Todos somos seres volubles —concurre Hall enfáticamente—. Tiene que ser posible. Creo que tenemos serios problemas si no somos capaces de superar Ias cosas malas que nos pasan".

Lo que EL REGALO aborda es lo que pasa cuando alguien se topa con una persona que no puede superar el pasado. ¿En qué momento desaparece el civismo en tanto el desasosiego ante la súbita reaparición de una persona del pasado da paso a una creciente sensación de terror?.