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Heidi cartel reducidoHeidiDirigida por Alain Gsponer
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Las montañas son tu mundo (El comienzo del proyecto)
Sería difícil encontrar a alguien sin ningún tipo de relación o recuerdo vinculado a Heidi. A algunos les recordará a la canción de Gitti y Erika, quien acompañó la emisión de la serie japonesa de Hayao Miyazaki en los años setenta: "Deine Welt sind die Berge!

A otros les vendrá a la cabeza nombres como Pedro, Almöhi o la Señorita Rottenmeier. También están aquellos que recordarán con fascinación las novelas de Johanna Spyri, quien trajo a Heidi al mundo en la segunda mitad del siglo XIX.

Esta multitud de diversas ideas y sentimientos hace que cada uno de nosotros tenga su propia percepción y opinión sobre Heidi como personaje.

Aunque por otro lado el factor de reconocimiento puede ser una bendición: no tener que explicar a nadie quién o qué es Heidi; la historia es como es y el tema no ha perdido ningún tópico. Qué es también la razón principal por la cual las aventuras de la niña huérfana que vuelve de las montañas de Grisons para ir a vivir a una mansión en Frankfurt, puede ser contada una y otra vez.

"Como muchos suizos, conozco la historia de Heidi muy bien, pero nunca había leído los libros antes", admite el productor Lukas Hobi. "Nuestra generación está familiarizada con otro tipo de historias". Después de leer la novela me quedé profundamente enamorado de ella. Tenía la impresión de no haber visto en la película lo que realmente estaba leyendo. Con este descubrimiento fue como empezó el proyecto.

Reto Schaerli añade: "Nosotros los suizos diferenciamos entre las adaptaciones suizas y aquellas que no se han rodado en Suiza. El escenario en el cual se rueda la película es increíblemente importante para nosotros. La última adaptación clásica suiza de Heidi se hizo hace mucho tiempo. Se creó a principios de los 50 y se filmó en blanco y negro. Así que no teníamos la sensación de que se hubieran hecho muchas adaptaciones."

Schaerli admite: "Nos preguntamos a nosotros mismos como podíamos diferenciar el proyecto de todos los demás. Estuvimos discutiendo este asunto con la guionista Petra Volpe, quien estuvo involucrada desde el primer momento y quien tuvo gran influencia en la visión de la película. Al poner las ideas en común, nos dimos cuenta que todos apostábamos por el mismo enfoque: queríamos intentar hacer justicia de la novela. Lukas Hobi añade: "era nuestro propósito hacer la película como Johanna Spyri hubiera querido. Si estuviera aquí para verla diría: 'Exactamente esto. Ni un solo cambio'. Este era nuestro principal deseo. La primera adaptación suiza es de 1952 y estaba totalmente influenciada por la post-guerra y como Suiza veía el país."


La adaptación de la novela (Petra Volpe y Alain Gsponer)
Petra Volpe empezó a escribir a principios de 2009. Estudiar todo el trabajo de Johanna Spyri era esencial para empezar a trabajar con el material. "Al principio, cogí las dos novelas - 'Heidi Lehr - y Wanderjahre' - de 1879 y 'Heidi Kann Brauchen was es galernt hat' de 1880 - como base para la película", recuerda. "Después encontramos al personaje de Heidi: salvaje, inadaptada, increíblemente interesante. Y no la perdimos de vista para escogerla en el casting. No quisimos escoger a una niña mona y dulce, queríamos a alguien más salvaje. Heidi es una muchacha con un carácter único que resiste a estructuras y jerarquías."

En este punto, Claussen Putz se unió como coproducción alemana. Ya habíamos tenido trato cooperando para Das Kleine Gespenst (2013), y nos dimos cuenta que tirábamos hacía la misma dirección. Hobi argumenta: "Nos dimos cuenta muy rápido que Heidi no podía ser financiada sólo con capital suizo, porque el mercado suizo es demasiado pequeño y por lo tanto los posibles patrocinadores se quedarían por debajo de nuestras expectativas. Así que buscamos una solución para presentar y producir la película desde una concepción internacional pero sin perder el control en ningún momento".

Su compañera Uli Putz añade: "De todos modos siempre nos tomamos la adaptación de clásicos literarios muy en serio. Es una alegría producir una película que será vista y recordada durante mucho tiempo. Con el suficiente potencial para convertirse en un clásico. Heidi nos ha generado gran satisfacción. Obviamente es muy difícil cumplir las expectativas de la audiencia porque ésta exige mucho".

Y de hecho, Jakob Claussen al principio tenía sus dudas porque él era de la opinión que había muchas cosas que podían ir mal en una adaptación. Pero al mismo tiempo fue atraído por el material. "Vi que la idea era brillante. Hay tan pocos mitos en el mundo que se han conseguido establecer en tantas generaciones y son universalmente tan conocimos cono Heidi".

Cuanto más no adentrábamos en la novela de Spyri más nos dimos cuenta que se trataba de una historia atemporal. Porque realmente es un arquetipo sobre las emociones y los patrones de relación que afectan a las personas. Hablamos del hogar, de la amistad, del amor, de la familia y de la independencia incluso con gente tan joven. Grandes emociones, lealtad y vínculo familiar. Todos estos temas pertenecen a nuestra generación al igual que hace 100 años.


En búsqueda de lugares intactos y vírgenes (La localización de la película)
Lukas Hobi: "El punto clave de la localización que buscábamos en Suiza era encontrar una cabaña en lo alto de la montaña. Queríamos rodar en la región de la cual proviene Heidi, y esto era en el Cantón de los Grisones o en Bad Ragaz, comuna suiza del cantón de San Galo, ubicada en el distrito de Sarganserland. Realmente buscamos en muchos lugares diferentes. Nuestro guía se ha convertido literalmente en un experto en cabañas situadas en lo alto de los Grisones. Pero al mismo tiempo también nos guiamos y orientamos eligiendo, por ejemplo, el mismo pueblucho que se utilizó en la versión de 1952 - ya que por un lado la gente lo recordará y por otro porque el pueblo de Latsch se ha conservado en su totalidad.

Un reto especial fue que la supuesta idílica Suiza, intacta por la mano humana, no era realmente tan intacta como uno quisiera creer. "Es realmente increíble" anota Hobi. "Paseas por las montañas suizas y disfrutas de un panorama increíble, pero cuando miras la grabación de la película es sorprendente la cantidad de alambres, pistas de esquís, telesillas y calles que aparecen por el fondo..."

Por lo tanto, había una cantidad de cosas considerables a eliminar. Uli Putz añade: "A día de hoy la audiencia no quiere ver ningún tipo de error; estamos acostumbrados a las grandes producciones americanas. Así que Heidi tiene una gran cuota de efectos especiales: nadie se dará cuenta porque no son efectos en el sentido tradicional, pero evita cambiar tejados, fachadas y quitar cables de ferrocarril".

La búsqueda de localizaciones en Alemania también se llevó a cabo con la misma meticulosidad. "En las novelas de Johanna Spyri la villa de los Sesemann está en Frankfurt", dice Jakob Claussen. "Pero a día de hoy Frankfurt no presenta un paisaje que se corresponda porque ya habíamos grabado en Quedlinburg y en Wernigerode para Das kleine Gespenst y sabíamos que había un montón de estructuras históricas restauradas en Saxony-Anhalt y en Thuringia fuimos capaces de aproximarnos a nuestra búsqueda de un lugar histórico. "El equipo de la película tuvo éxito en Quedlinburg, Halberstadt y Altenburg."

Gran cantidad de energía y pasión fue lo que se invirtió en la elección de las localizaciones. "Autenticidad era la máxima prioridad no solo en la adaptación, sino también, lógicamente, en el plató, en el vestuario y en el maquillaje", resalta Lukas Hobi. "A pesar de que Johanna Spyri no especifica una fecha, nosotros sabemos que fue durante las vacaciones en Bad Ragaz entre 1850 y 1860 donde adquirió su primera impresión. Es por ello que nos hemos cuidado y asegurado que todo aparezca en pantalla como si estuviéramos en el siglo XIX. "Cada detalle fue considerado y tenido en cuenta por los productores. En el pueblo de Latsch, por ejemplo, pusimos todo nuestro empeño en eliminar todo elemento moderno que significara proximidad al siglo XX. La audiencia debe tener la impresión y el sentimiento de que se les está permitiendo viajar en el tiempo a las montañas Suizas y a Frankfurt."


La propiedad de Heidi (Del personaje de la novela a una marca internacional)
"¡Heidi es mejor que el chocolate suizo y mucho más famosa que nuestros bancos!" dice Bruno Ganz. Johanna Spyri creó a la niña más famosa de las montañas: Heidi. Se ha consagrado como un mito cultural en Suiza. Y como marca es ideal para representar las montañas, la naturaleza virgen y el estereotipo suizo. Pero ¿qué había antes de todo esto?

Johanna Spyri: Una mujer anterior a su tiempo
Escritora suiza y creadora de Heidi, relato mundialmente famoso. Nació el 12 de junio de 1827 en Hirzel, un pueblo suizo cerca de Zurich. Estudió varios idiomas y gracias a su gran afición por la música, estudió primero piano y después arpa. Sus otras dos pa-siones eran la naturaleza y la lectura. Su casa, en una pequeña aldea en plena naturaleza, parece salida de un cuento aunque en realidad, fue su casa, su aldea, su montaña, sus bosques, sus flores...los que inspiraron historias como la de Heidi. Con sólo 25 años, en 1852 conoció a Berhand Spyri, un amigo de su hermano que sería el amor de su vida y con el que pronto contraería matrimonio. Él era editor de un importante dia-rio y este trabajo les llevó a ubicar su residencia en Zúrich, lo que provocaría en la es-critora una inmensa nostalgia por su pueblo natal. Esta nostalgia sería la misma que vivió Heidi, cuando la niña ha de dejar Suiza para instalarse en Frankfurt.

Intentando superar su nostalgia y soledad, intentó participar, junto con algunas ami-gas, en actividades musicales y literarias, pero aquello no fue capaz de librarla de una profunda depresión, que sólo superaría con el nacimiento de su hijo Bernhard en 1855. Bernhard heredaría el gusto musical de su madre convirtiéndose en un fantástico y reconocido violinista.

Dedicada a la literatura infantil, su primera novela vio la luz en el año 1870, pero su producción continuó durante varios años. Entre ellas están, Heidi y Otra vez Heidi. Es-tas dos historias fueron las más populares traducidas a más de 50 idiomas. Se han he-cho siete adaptaciones para el cine y muchas más para el teatro, radio y televisión.

Johanna Spyri escribía también para recaudar fondos para la Cruz Roja Internacional, como por ejemplo el libro Una hoja en la tumba de Vrony. En 1884 mueren su marido y su hijo. Viuda y sola, se muda a otra casa y vive con su pequeña sobrina, para la que sigue creando cuentos del mismo modo que lo haría para su hijo. Escribiría hasta el fin de sus días, legándonos 50 bellas historias como Grittli, La pequeña salvaje, El lago de los ensueños y Sin patria.

Johanna llegó a hacerse muy popular, y críticos, público y editores la solicitaban cons-tantemente, aunque ella hacía todo lo posible por evitarlo. Agotada, a principios de 1901 viaja a los Alpes y el norte de Italia. Murió el 7 de julio de 1901 en Zúrich.

Todos los suizos están orgullosos de su escritora, a la que han homenajeado en mu-chas ocasiones. El de Johanna Spyri, no obstante, es uno de esos casos en que el per-sonaje creado, Heidi, eclipsa la vida, la fama y la luz de su creador.


Heidi en números
El libro ha sido traducido a más de 50 idiomas y se han vendido más de 50 millones de copias en todo el mundo. Esto convierte a Heidi en la novela suiza más famosa. "Heidi hizo un gran avance en la versión traducida de los Estados Unidos en 1899. Desde ese momento la popularidad del libro se ha mantenido a flote ya que no ha estado fuera de impresión desde entonces." La popularidad de las novelas llevó a Heidi a reinterpretar nuevas impresiones.

Heidi es especialmente querida en Japón. Existen como mínimo 123 diferentes edicio-nes de los libros de Heidi, 21 mangas, 28 fotos de los libros y varias adaptaciones con dibujos animados.

500 niños suizos hicieron la prueba para el casting de Heidi y Peter. Hay más de 500 extras en la película, entre comerciantes y alumnos. Rodar toda la película duró 45 días en el Cantón de los Grisones, Suiza, Munich, Thuringia y Saxony-Anhalt. Veinticinco personas estuvieron tres semanas en la localidad de Latsch trabajando para devolver la apariencia del paisaje al siglo XIX, hasta el punto de plantar jardines nuevos en medio del pueblo, pintar las fachadas, y traer extras como la silla de ruedas de Clara, material escolar para los niños, herramientas e instrumentos y mucho más. Siempre había tres trajes más de sobras por si alguien se ensuciaba o simplemente se estropeaba.

Al acabar el día de rodaje los diseñadores de vestuario se encargaban de perfilar el uniforme y sacar los restos de chocolate y caramelo que acostumbraba a dejar Anuk (Heidi) en sus bolsillos.

La cabaña de Almöhi situada en las Montañas Suizas a 1900 metros de altura. El cama-rógrafo Matthias Fleischer subía cada día a las 6:00 de la mañana a lo alto de la mon-taña para comprobar el tiempo ya que los cambios temporales diarios suponían un desafío especial para el rodaje: unos días sol, otros una niebla muy espesa, otros frío y granizo...


Entrevista con el director Alain Gsponer

P: Heidi es una historia mundialmente famosa que se ha convertido en película en multitud de ocasiones. ¿Aceptó de inmediato cuando le propusieron dirigir el film?

R: Lo pensé mucho cuando me ofrecieron la oportunidad de dirigir la película. La marca de Heidi ha sido a menudo maltratada y me pregunté si se debería hacer otra película. Primero leí las novelas de Johanna Spyri otra vez y la verdad es que me enganché a ellas, especialmente a la primera. Hay mucho en ellas, sobre todo es un potente drama social. Un gran factor que me hizo aceptar la oferta fue mi padre, quien me dijo: "Recuérdalo, esto no es solo una cosa de niños. Es un drama de adultos". Tengo que añadir que mi padre era pastor de niño y creció en las montañas al igual que Pedro. Conoce bien la pobreza y sabe cuál es el fondo de Spiry. Por eso Heidi nunca fue un libro infantil para él sino un drama sobre una niña huérfana.


P: ¿Cuál es la relación que tiene Suiza con Heidi?

R: Como he dicho antes, estoy muy enfadado con el mal uso de Heidi. Es un material muy preciado y revela mucho sobre Suiza. Por un lado dice mucho sobre la gente y el confinamiento. Nos cuenta que Heidi fue abandonada por su tía Dete, quien es desesperadamente infeliz, después que sus padres murieran. Llega a un lugar en los Alpes en el cual florece en el aire libre. También tenemos a Almöhi quien tuvo que abandonar vivir en un pueblo lleno de aldeanos porque nadie le aceptaba y encontrar un lugar con espacio suficiente para él mismo. Y por otro lado tenemos a Clara, encarcelada en su mansión, la cual también irradia claustrofobia. Sebastián, el sirviente, que se siente oprimido por los Alpes cuando acompaña a Heidi. Así pues, vemos que siempre se trata de aislamiento y de encontrar el espacio para estar bien con uno mismo. Creo que es lamentable cuando el material se reduce a la idea de "Heidi en el mundo ideal" algo que sucede frecuentemente.


P: ¿Qué es exactamente lo que convierte a Heidi en intemporal o incluso contemporánea?"

R: Una historia que habla sobre romper con el aislamiento y las constricciones en las que uno se ve forzado y obligado, también sobre la búsqueda de un lugar en el cual uno pueda ser él mismo y llegar a desarrollarse. ¿Cuántas veces vemos a gente forzada a vivir en un lugar donde no quiere estar, determinada por otra gente y normas sociales? Esto es siempre relevante.


P: ¿En qué medida se vió involucrado en el guión?

R: Cuando me propusieron el proyecto, me gustó porque desde el primer momento tuve opción a opinar a pesar de que realmente no estaba muy involucrado. La estrecha cooperación con Petra Volpe llegó mucho más tarde. Lo que para mí realmente importaba en relación a este material ya estaba en el primer borrador del guión, después añadimos algunos aspectos adicionales. Hasta los pequeños detalles eran importantes para mí. Yo quería resaltar lo que es vivir en la pobreza o lo que significa la exclusión de la persona por parte de un grupo, o lo que supone pasar hambre o como en el caso de Pedro, perder a un padre. Quería tomarme los detalles muy en serio.

También nos cuidamos de ser precisos con los hábitos de vida en la Villa de Frankfurt, las reglas a la hora de comer en la mesa, el hecho de que la cubertería era diferente a la actual, como se servía la comida...

También pensé que era importante que en las escenas rodadas en la casa de los Sesemann se mostrara un estilo de vida sin aire fresco, siempre en el interior, como si estuvieran encarcelados. El tapiz de las paredes, los materiales - todo retratado con algo relacionado con la naturaleza: árboles, animales y plantas por todos lados. Este estilo consigue convertir la casa en una especie de jaula. Era muy importante para mi mostrar estos matices sociales.


P: ¿Cómo te preparaste para el rodaje?

R: Me preparé y me ocupé en gran medida de las ubicaciones, y cómo podríamos adornar todo ahí. Me fui a los Alpes, por supuesto, y traté de experimentar lo que significa no tener agua corriente y lo que es tener que recoger tacos de madera.

Nuestra familia tiene una cabaña en la montaña de Wallis, una región que actualmente se ha declarado parte del patrimonio mundial de la UNESCO, ésta fue construida en 1904. Hablé con muchas personas para que me explicaran como era la vida en la montaña. Afortunadamente, fui capaz de descubrir un montón de cosas hablando con mis parientes. A pesar de que Wallis no es Grisons, muchas de las cosas - como ordeñar a las cabras o tratar la leche - se parecía a los Alpes. Realicé una profunda investigación. A la vez, la era Guillermina en Alemania me fascina, primero porque vivo en un edificio construido en esos tiempos y en segundo lugar, porque me encanta la arquitectura. Me dí cuenta que el modo en el cual vivimos en estos edificios tan antiguos de las grandes ciudades no tiene nada que ver con el modo de vida de antaño. Por ejemplo, los grandes ventanales situados en los altillos solían estar cubiertos con grandes cortinas oscuras. Realizando mi investigación entré en edificios en los cuales era posible imaginar cómo era la vida en tales habitaciones a finales de siglo XIX. Encontré el estilo pintoresco relacionado con la naturaleza en un estudio de una casa muy interesante.


P: ¿Resultó fácil encontrar los lugares adecuados?

R: A parte de Maienfeld, Bad Ragaz y Frankfurt, no hay más localidades documentadas en la novela de Johanna Spyri. La cabaña de los Alpes está descrita "encima de Maienfeld". Esto podría significar un montón de cosas. Así que tuvimos que encontrar lugares que se correspondieran con la idea de lo que estaba descrito en el libro. No es fácil encontrarlo en Suiza. Estuvimos mucho tiempo buscando. Escogimos el pueblo de Latsch, el mismo que aparece en la adaptación de 1952. Para las escenas en Frankfurt tuvimos que buscar en la antigua Alemania Oriental porque Frankfurt ya no se ajustaba a nuestros requisitos. Los tiros históricos demostraban que el centro de la ciudad, dominado por casas con entramados de madera, era muy sucio.

Las áreas fuera del centro pasaron a denominarse "el nuevo distrito", donde decidimos que la familia Sesemann residiría: era lo suficiente grande y sobretodo limpia. Buscábamos este tipo de contraste. Quedlinburg era ideal para rodar en el centro de la ciudad, y Halberstad perfecto para la habitación. Encontramos la villa de los Sesemann en Altenburg.


P: ¿Cuáles fueron tus mayores retos durante el rodaje?

R: Las cosas físicas. Enfrentarse a los animales fue un gran reto: no puedes entrenar a una manada de cabras. El segundo gran desafío fue que la actriz principal, quien llevaba el cargo de la película, era una niña, una gran responsabilidad que supone mucho tiempo. Otro aspecto fue que la naturaleza parecía tomarnos el pelo, rodamos en verano, en teoría la época más calurosa, pero cuando todo parecía ir bien, de repente empezaba a nevar. Tuvimos que esperar bajo la nieve y a que ésta se deshiciera para poder proseguir con el rodaje. La pobre Anuk tuvo que interpretar el papel de Heidi como si el clima fuera caluroso.


P: ¿Cuál fue tu reacción al saber que Bruno Ganz iba a interpretar el papel de Almöhi?

R: Nosotros lo queríamos. Así que nos reunimos para ver si podría encajar, yo rápidamente lo vi muy claro. La cooperación fue algo especial. Bruno Ganz es muy bueno. Cuando fuimos a doblar la voz para la versión alemana nos dimos cuenta del poco texto que dice en su interpretación. Esto significa que su función se consigue con su presencia, el efecto de no hacer nada. Bruno Ganz consigue esta presencia, es un actor seguro de sí mismo. Fue brillante porque como director puedes hacer muchas cosas pero no puedes generar la fuerza expresiva de un actor, esto es algo que el actor ha de llevar de serie.


P: Niki Reiser, compositor de la música de Das kleine Gespenst también lo ha hecho para HEIDI

R: La cooperación con Niki Reiser fue muy cercana. Viajó a Berlín para verme y alquiló una habitación cerca de mi apartamento para componer la música allí. Al principio queríamos componer centrándonos en la música tradicional suiza, pero a medida que trabajábamos en ello fuimos avanzando con nuevos temas ya que para expresar las emociones de Heidi eso no funcionaba. Fue un proceso largo e insistente.


P: ¿Cómo se distingue tu película a sus previas adaptaciones?

R: Nos tomamos el tiempo en serio al igual que el libro. Evidentemente existe la idea de un mundo ideal cuando al final de la película Clara puede volver a caminar. Pero durante la historia enseñamos un mundo destruido como expresa Spyri en su novela. Trabajamos según la novela centrándonos en los aspectos más importantes.


P: ¿Cuál era tu adaptación favorita de Heidi antes de crear la película?

R: Había visto tres adaptaciones de Heidi cuando era niño: la serie de acción viva de los años 70, la serie anime y la película en blanco y negro de los años 50. Entonces no tenía sentido crítico. ¡Me gustaron todas!.