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Arizona Baby

En verano de 2003 comienza la andadura de Arizona Baby, una banda de rock que se mueve entre el folk americano de Johnny Cash , Credence Cleawater Revival, Violent Femmes o Leadbelly y la psicodelia de grupos como Love o The Doors.

Conscientes de sus orígenes y siguiendo la estela de maestros como Ennio Morricone, Arizona Baby crean un imaginario propio en el que mujeres despechadas se vengan de un marido infiel mientras un alucinado predicador evangeliza a una caravana de gitanos en pleno desierto. Recreando esa América romántica y desolada en pleno valle castellano, Arizona Baby muestran sus colores con orgullo mientras dejan bien claro que lo suyo no se basa en la imitación, sino en la renovación de mitos y leyendas a través de un cancionero totalmente único y personal en el que incluso se aprecian algunas sonoridades mediterráneas.

Javi Arizona (Voz y guitarra acústica), Rubén Arizona (Guitarra acústica y slide) y Marcos Arizona (Percusión y coros) han movido temporalmente su centro de operaciones a Londres y Madrid a lo largo de los últimos cinco años, por lo que han recorrido escenarios y festivales de países como España, Gran Bretaña, Italia y Grecia. Su rudimentaria instrumentación y su cruda energía en directo sorprende a todo el que acude a sus conciertos. Dado que son capaces de liberar mucha más intensidad que una banda eléctrica al uso, Arizona Baby son a menudo comparados con artistas contemporáneos como White Stripes, Violent Femmes o Seasick Steve.

Su primer disco, Songs to sing along (Arizona Baby Music, 05), es una colección de canciones íntimas y refrescantes, en su sencillez instrumental, con el desamor como hilo conductor. Sólo disponible en los conciertos de la banda, se han vendido más de 2000 copias hasta la fecha. En verano de 2007, crítica y público votaron a Arizona Baby como "Mejor banda de rock de Castilla y León".

Su segundo disco, que llevará por título "Second To None", fue grabado en primavera de 2008 en los estudios que Paco Loco, el reputado productor independiente, regenta en el Puerto de Santa María, Cádiz. Nathan James, que ha trabajado con Blondie, Moby y Peter, Paul & Mary entre otros muchos, ha sido el encargado de masterizar el nuevo disco en los estudios The Vault de Nueva York.


Por j. maria rey
Eh!!. Ya era hora. Por fin algo grande. Distinto. En formato y en música.

La gran sorpresa del año dispara balas acústicas y filosofía básica. Se llama Arizona Baby, un trío de freaks audaces que han revuelto el panorama con una irresistible aventura de raíces profundas, épica del desierto y fantasías evocadoras, llamada Second to none. Un disco de belleza polvorienta y austeridad espartana. Clint Eastwood, el Forever changes de Love y Calexico en un complot salvaje de canciones sin tiempo ni corsé.

Si, las más singular revelación de 2009 tiene formato acústico. Pero no. No es lo que imaginas. No es una banda folk, ni country, ni de americana. Es un trío de rock acústico que se come literalmente a la mejor banda eléctrica. Y con una imagen que impone. Como sus congéneres americanos, Fleet Foxes, Two Gallants, Devendra Banhart, etc.: pinta total de últimos buscadores de la Fiebre Del Oro. De hecho, el misterio acerca de su origen hace que en todas partes los tomen por guiris y les entren directamente en inglés.

Boca-oreja, blog a blog. Mas de 80.000 entradas en su Myspace sin disco publicado. La sensación casi unánime en los foros de los festivales por los que han pasado (Sonorama, Dia de la Música, Cultura Quente, PalmFest, Ebrovisión, etc…). Y artículos de referencia en la prensa generalista: El Mundo (El efecto Vetusta) o El País, sobre una banda desconocida. Todo, en apenas ocho meses, con el único apoyo de Radio 3 y su mejor reclamo: su demoledor directo. El más auténtico y salvaje que uno ha visto en años.

Y, claro, Second to none, la más insolente colección de genuinos singles tóxicos. De clásicos atemporales encerrada en un disco. En uno de esos álbumes que uno ya ni se imagina. Donde todo es nutritivo, emocionante. Canciones que disparan primero y preguntan luego. Con paisaje. De horizontes lejanos y western crepuscular con rattlesnake incluida (Ouch) a la niebla psicodelia de X’ed Out con esa hipnótica intro de tabla y sitar que en realidad es solo magia hecha con percusión y guitarra. Riffs inventivos, slides fogosos, ritmos cambiantes. Pop, swing, fox-trot, rockabillly (the Truth) o el western-swing de Dirge, con esa explosión claqué que indefectiblemente abre las bocas del público: Aaahhhhh. De brisas Beatles con estribillo californiano (Ballad of A) al eco soleado de la Ventura Highway de America que es Getaway. De melancolía folkie (Runaway) al fantástico solo de flamenco californiano que ilumina A tale of the west, un potencial superhit, candidato a Hotel California contemporáneo. Es decir, un disco inusual. Diferente y pletórico que hace palidecer a los grupos americanos del momento.

Por Second to none, su debut oficial, desfilan antihéroes de Sin Perdon, corazones desollados que aguantan el tipo. Sirenas del desierto (Shiralee) y forajidos con alas. Perdedores rebeldes (The truth), spaghetti-westerns e historias aciagas (Muddy river). Clásicos bíblicos como el bien y el mal, cara a cara en pleno relativismo indie. Recuperando conceptos remotos como la AUTENTICIDAD. Sin ambages. A pleno sol. Como el mítico predicador de la biblia. Como el jinete funesto en The Unforgiven de John Huston que anuncia la tragedia, las historias de Arizona Baby exhortan codigos de honor cerrados. Ética dura. ¿Recuerdas aquello de vuelve el hombre?. Pues eso. Pero en un álbum que se sale. Por todas partes. Canciones y emociones crudas. Candidato a mejor disco del año.Con permiso de sus amigos L.A.. Arriba las manos: esto es Arizona Baby.

Les descubrí en directo. Me habían invitado a pinchar con ellos y Dehra Dun en Salamanca. Llegué virgen. Ni siquiera me había oído su primer disco autoeditado –del que llevan mas de 2.500 copias, vendidas en conciertos- y mi shock fue brutal. La cara de imbécil que se me iba quedando canción a canción fue un poema. No podía creerlo. Ante mi tenía la banda mas sorprendente del momento. Y una epifanía de canciones inmaculadas, cabalgando del pasado al futuro en 3 minutos. Y todo con dos guitarras acústicas y una mínima percusión. Indescriptible...Mutaban de America a Fleet Foxes - antes de que estos se pusieran de moda-; del Forever Changes a Led Zeppelin; de Doors a Violent Femmes o Devendra Banhart, en piezas febriles y deliciosas melodías de resonancias clásicas y decorado inédito. Alternaban parte de su primer trabajo, Songs to sing along (2005) con lo que semanas después grabarían con Paco Loco -otro converso a su evangelio- ya como Second to None y que Nathan James (Blondie, Bravery, Garbage, etc) masterizaría en New York. El mismos que ahora ve la luz el 26 de Octubre (Subterfuge).

De puro retro eran/son lo más. Puro y rudo cine pop.

Protagonistas:

Arizona 1: Javier Vielba. El front-man. El predicador de la pradera. Entre Charles Manson y Norman Greenbaum. Visionario workaholic, su mente bulle sin pausa y es el responsable del concepto, letras, música, actitud y diseños del grupo. Un tipo con múltiples proyectos, del folk a la electrónica (El Meister, etc). No le gusta decirlo pero es doctor en filología inglesa y erudito en literatura y música americana. El genio inquieto tras Arizona Baby.

Arizona 2: Ruben Marron. El hombre tranquilo. Parece recien fugado de Fleet Foxes (Annie B Sweet tiene pruebas fotográfícas). Esconde un pasado increíble de adolescencia en Los Angeles, amigo de Gilby Clarke y el matrimonio Slash. Creo que le colaban a los conciertos de Guns’ n’ Roses. Si todo va bien, este angelito será portada de revistas como Guitar. Un monstruo. Posiblemente la mayor revelación a la acústica de los últimos tiempos.

Arizona 3: Marcos Ubeda. El espíritu disidente. Es naturalista y vocacional y huye del bullicio musiquero. Su destreza instrumental y espectacular presencia escénica hacen de él un elemento clave. No solo ejecuta ingeniosas pautas rítmicas sino que secunda a Arizona 1 con sus impecables armonías vocales, otro de los sellos de marca más vistosos de Arizona Baby.
Y no. No tienen el mismo nombre que la película de los Coen. Eso fue solo en España. El título original era Raising Arizona..

Se acabaron las tonterías: llega Arizona Baby