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Música

¿Cómo se calcula la “edad musical”?: el algoritmo que sorprendió a todos en 2025

12/12/2025 | 20:20 CET2'

Cada final de año, Spotify logra meterse en la conversación social devolviéndoles a los usuarios un resumen de lo que más han escuchado. En 2025 la plataforma entregó un indicador nuevo, la "edad musical", y las reacciones no se hicieron esperar.

El número que vieron en la pantalla dejó ojipláticos a muchos. Jóvenes con gustos de sesentones y señoras que escuchan el último hit de moda en loop.

Las redes sociales se inundaron de capturas, bromas sobre “envejecer de golpe” y debates sobre si escuchar música de los años setenta convierte a alguien en una persona mayor.

Más allá del tono lúdico, el fenómeno deja al descubierto el poder de los algoritmos para medir cada movimiento del usuario, interpretar su nostalgia y arrojar sugerencias basadas en las preferencias únicas de cada persona.

El uso del big data no es exclusivo de la plataforma musical. Varios sectores del entretenimiento digital, incluido el online casino, donde plataformas como solcasino.es también integran referencias clásicas y estéticas familiares para conectar con sus usuarios.


El fenómeno de los “viejóvenes”: tienen 20, pero escuchan música del siglo pasado
Uno de los aspectos más comentados del Wrapped 2025 fue la cantidad de usuarios jóvenes que recibieron una edad musical muy superior a la que figura en el DNI. Personas de 20 o 25 años que tienen los mismos gustos que alguien que les duplique la edad.

Lejos de ser un error, la plataforma explicó que el cálculo está basado en el concepto del "golpe de reminiscencia", una teoría psicológica que sostiene que la música asociada a determinadas etapas vitales genera un vínculo emocional más fuerte.

Para calcular la edad musical, el sistema analiza el año de lanzamiento de las canciones más escuchadas y detecta el período de cinco años con el que el usuario interactúa de forma más intensa en comparación con otros oyentes de su misma franja etaria.

A partir de ahí, infiere una edad simbólica asociada a esos gustos y la devuelve en el informe "wrapped". El resultado no pretende ser una medición científica, sino una interpretación cultural de las preferencias musicales.

El fenómeno de los "viejóvenes" es posible gracias a la tecnología, ya que en la plataforma una persona sub-30 puede descubrir música de décadas pasadas con la misma facilidad que un estreno reciente.


No hay edad para el buen gusto musical, ¿o sí?
La edad musical no es siempre un fenómeno nostálgico, porque se trata de gustos que no siempre remiten a épocas pasadas vividas.

Por ejemplo, difícilmente las melodías de Billie Holiday le traigan recuerdos de una salida nocturna a un club musical a un veinteañero. Sin embargo, eso no quiere decir que no pueda conmoverse hasta el tuétano escuchando "Gloomy Sunday".

La nostalgia ya no pertenece solo a quien vivió una época, sino también a quien la adopta como parte de su identidad. Por eso, escuchar música de los años ochenta no te convierte en una persona mayor, del mismo modo que seguir artistas actuales no te mantiene joven.

Lo que revela el Wrapped es que el consumo cultural es cada vez más transversal y menos condicionado por la fecha de nacimiento.


Aprovechar la nostalgia para vender en la era del algoritmo
Aunque no hay edad para la música, lo cierto es que los gustos de la mayoría de los usuarios siguen un patrón, vinculado sobre todo a los eventos que vivieron en su adolescencia y adultez temprana.

Las edades comprendidas entre los 10 y los 30 años son clave para la formación de la personalidad, debido a la intensa actividad hormonal y la importancia de las decisiones en esa etapa de la vida.

Eso implica que el cerebro quede "anclado" a esos años y por eso recuerda desproporcionadamente bien el entorno, las películas y la música de ese momento. El fenómeno está estudiado y se llama "golpe de reminiscencia".

Los especialistas en marketing aprovechan este fenómeno para asociar sus productos a aquellos momentos de la vida que fueron gratificantes para su público objetivo. Por ejemplo, en el online casino es habitual ver temas de tragamonedas con personajes musicales o de películas de décadas pasadas.


La familiaridad como motor de confianza online
Aunque Spotify haya puesto de manifiesto cómo usa sus algoritmos para identificar los gustos musicales de los usuarios a través del "Wrapped 2025", no es ni por asomo la única empresa que mide el comportamiento de sus usuarios para generar una oferta adaptada a sus gustos y preferencias.

Cuando un usuario reconoce una estética, una mecánica o una referencia cultural, el umbral de alerta baja, por efecto de la familiaridad. Esto explica por qué los remakes triunfan en el cine, por qué los sonidos retro vuelven a las listas de éxitos y por qué las plataformas digitales recurren a formatos conocidos para presentar experiencias nuevas.

En el fondo no se trata solamente de canciones, sino de memoria, identidad y repetición. El algoritmo detecta aquello a lo que el usuario vuelve una y otra vez y lo convierte en un relato personal.

En la era del dato, vender (o conectar) ya no pasa únicamente por ofrecer algo nuevo, sino por saber interpretar lo que resulta emocionalmente apetecible.