¿De verdad ha muerto el formato físico para el cine?

Los más cinéfilos seguro que todavía recuerdan el gran debate surgido tras la aparición del Blu-ray. Todo el mundo pensaba que este nuevo formato de vídeo acabaría por eliminar por completo el DVD del mercado, gracias a la mayor calidad de imagen que ofrecía. Sin embargo, las cosas han cambiado mucho desde aquellos tiempos, con los servicios de streaming amenazando con hacer desaparecer por completo el concepto de soporte físico dentro del mundo del cine. ¿Cómo hemos llegado a este punto?.


¿Qué es un servicio de streaming?
Entendemos como servicio de streaming aquel que permite a sus usuarios reproducir contenido audiovisual empleando, para ello, una aplicación o plataforma digital sin que ello requiera de una descarga previa del contenido a consumir. Su funcionamiento requiere que el usuario ingrese en una plataforma web que proporcione dicho servicio de streaming como, por ejemplo, Netflix, HBO o Hulu. Una vez registrado, y normalmente previo pago, el usuario podrá iniciar su sesión a través de un dispositivo compatible, echar un vistazo al catálogo y elegir el contenido que desee reproducir. 

Desde la aparición de los servicios de streaming para música y cine, el uso de formatos físicos para ver películas ha ido en decadencia, tal y como indican las cifras recabadas sobre la venta de DVD. Según un estudio publicado por la Motion Picture Association of America en 2019, la venta de DVD y Blu-ray se redujo, en cinco años, a la mitad. Sin duda, un claro descenso que muestra los efectos de la aparición de los servicios de streaming en las ventas del formato físico.


Impacto de los servicios de streaming sobre el mercado físico
En la actualidad, esta tendencia no ha hecho más que acentuarse. El impacto generado por la crisis sanitaria en 2020 terminó por afianzar la ya importante posición del formato digital sobre el físico, haciendo así que este se apodere de la gran mayoría de espacios de reproducción de películas y series.

Es mucha la gente que da salida a sus DVD y Blu-ray recurriendo a páginas como momox, especializadas en la compra y reventa de productos. No obstante, el formato físico aún consigue mantenerse con vida gracias a las constantes mejoras en la calidad de imagen y de sonido que está alcanzando.

Además, aún es posible encontrar una comunidad de usuarios que muestra bastante apego al soporte físico y que no quiere pagar ninguna suscripción para ver películas. Por todo ello, hoy en día encontramos aún numerosos establecimientos que siguen ofreciendo a sus clientes numerosas películas en formato DVD. 

Algunas de las tendencias de las grandes productoras dejan entrever un futuro algo preocupante para los fanáticos del formato físico. Entre ellas destaca Disney que, según cuentan fuentes internas, pretende abandonar parte de la venta de contenidos en 4K en formato físico para películas y series de imagen real. ¿Será esta una señal de la inevitable transición a un modelo de consumo puramente digital? El tiempo nos lo dirá.