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Into the woods cartel reducidoInto the woodsDirigida por Rob Marshall
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Cuidado con lo que decís, los niños estarán escuchando. Cuidado con lo que hacéis, los niños estarán mirando. Y aprendiendo. Cuidado con lo que deseáis, los deseos son niños. Cuidado con el camino que tomáis... Los deseos se hacen realidad, pero no salen gratis... - Finale/Children Will Listen


Dirigida por Rob Marshall, nominado al Oscar® y ganador del DGA Award, y producida por el ganador del Emmy® y nominado al Globo de Oro® John DeLuca, p.g.a., Rob Marshall, p.g.a., Marc Platt, p.g.a. y Callum McDougall, "Into the Woods" lleva a la gran pantalla el musical clásico ganador del Premio Tony® y canciones tan memorables como "Children Will Listen", "On the Steps of the Palace", "No One is Alone" y "Agony". La película está basada en la producción musical del compositor y letrista ganador de ocho Tony, del GRAMMY® y del Oscar, Stephen Sondheim, y del ganador del Tony, James Lapine, que también escribió el guión.

El admirable equipo de talentos creativos incluye: a Dion Beebe, ACS, ASC, ganador del Premio de la Academia®, como director de fotografía; a Dennis Gassner, ganador del Oscar®, como diseñador de producción; a la diseñadora de vestuario Colleen Atwood, ganadora de tres Oscar; al montador Wyatt Smith, nominado a los Emmy®; al ganador del Oscar Peter Swords King como diseñador de maquillaje y peluquería; a Mike Higham, ganador del Emmy, como productor musical; al ganador del Tony® y del Emmy Paul Gemignani y a Mike Higham como supervisores musicales; y al ganador del Emmy, Matt Johnson, como supervisor de efectos visuales.


Los Príncipes esperan ahí, en el mundo, eso es cierto. Eso es cierto, pero los lobos y los seres humanos también... - "Stay With Me"


El inicio de rodaje
Hace 12 años, después del descomunal éxito de la adaptación a la gran pantalla del musical "Chicago" (que ganó seis Premios de la Academia®, incluyendo él de Mejor Película), el director Rob Marshall se reunió con Stephen Sondheim y le comunicó que estaba interesado en dirigir una versión cinematográfica de una de las legendarias producciones teatrales del compositor. La favorita de la lista de Sondheim era "Into the Woods", uno de sus trabajos más aclamados y conmovedores. Además estaba convencido que encajaba a la perfección con Marshall.

Marshall y John DeLuca, su socio de producción, se convirtieron en fans del famoso musical de Sondheim y James Lapine desde que se estrenó en Broadway en el Martin Beck Theatre en 1987. Al describir la obra, Marshall afirma: "La historia entrelaza perfectamente la partitura emotiva, divertida y brillante de Sondheim con el intrincado y magistral libreto de Lapine, que es una versión moderna de varios entrañables cuentos de hadas, y es entretenido, además de abordar temas complejos como las consecuencias de los deseos, de las relaciones entre padre e hijo, la codicia, la ambición, la pérdida y quizás lo más importante, el amor incondicional y el poder del espíritu humano".

Después, en 2011, en el décimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre, Marshall escuchó al Presidente Obama dirigirse a las familias de las víctimas. Obama intentaba consolarlas y dijo: "No estáis solos... Nadie está solo". La frase "Nadie está solo", que también es una de las canciones más conmovedoras y memorables de "Into the Woods", causó un gran impacto en Marshall, y en ese momento supo que había llegado la hora de llevar el entrañable musical a la gran pantalla.

"Creo que en muchos sentidos 'Into the Woods' es un cuento de hadas del siglo XXI, de la generación posterior al 11 de septiembre", dice Marshall. "Sondheim y Lapine se adelantaron a su tiempo cuando la escribieron. La reconfortante idea de que no estamos solos en este inestable mundo nos ofrece a todos un rayo de esperanza".

Parar Sondheim, "'Nadie está solo'" era una canción con un mensaje para el público. "Creo que Arthur Wing Pinero dijo que cuando escribes una obra, cuentas al público lo que vas a hacer, lo haces y después les dices que lo has hecho. Si les dices que lo has hecho, entonces tu mensaje ha llegado", afirma.

"'Nadie está solo' les dice que lo hemos hecho", explica Sondheim. "Y de esto trata el espectáculo. Nadie está solo: todos estamos conectados de una forma u otra y todos somos responsables de los actos de los demás. Es algo en lo que creo firmemente y merece la pena escribir sobre ello".

Marshall y DeLuca llevaron su apasionado proyecto a Disney, y supieron inmediatamente que habían encontrado la compañía perfecta para hacer realidad el musical. "Nos impactó la forma en la que la compañía acogió el proyecto", dice Marshall. "Les interesó muchísimo la idea de ampliar el significado de un 'cuento de hadas moderno'".

El productor Marc Platt, que se unió al dúo para hacer el film, dice: "Disney es una compañía cuya tradición es llevar al cine los cuentos de hadas clásicos, así que también debe ser la compañía que encuentre formas nuevas, contemporáneas e inesperadas de contar esas historias".

Así que después de 27 años, el muy esperado clásico se puso en marcha para iniciar su andadura. "El Bosque de nuestra historia representa un concepto universal y puede significar muchísimas cosas", dice Marshall. "Es un lugar al que vas a buscar tus sueños, enfrentarte a tus miedos, perderte, encontrarte, crecer y aprender a avanzar. Todo forma parte de la vida. Así que todos vamos una y otra vez 'Into the Woods'...".


En el bosque puede ocurrir cualquier cosa... - Any Moment


Reuniendo a un reparto inolvidable
"Into the Woods" es una versión contemporánea de los cuentos de hadas clásicos, pero con la peculiaridad de que la historia cuenta con un número considerable de protagonistas. En realidad se trata de un reparto coral. Pero a los realizadores no les faltó donde elegir dado el gran número de talentos interesados en el proyecto.

El productor Marc Platt, cuya lista de créditos incluyen "Wicked" de Broadway y varias películas que van de "Una rubia muy legal" a "Drive", explica: "Lo cierto es que fue bastante fácil reunir a este magnífico grupo de actores porque todo el mundo quería formar parte de esta película. La oportunidad de actuar en 'Into the Woods', con la música de Sondheim y el libreto de Lapine, es un regalo del cielo, y si a eso le añades la oportunidad de trabajar con Rob Marshall en un musical, fue un verdadero imán para los actores".

Meryl Streep, que ganó su último Oscar® por su interpretación de Margaret Thatcher en "La Dama de Hierro", fue la primera actriz en subirse a bordo. Streep, que había rechazado papeles similares en el pasado, no dudó en encarnar en "Into the Woods" a la Bruja que se muere por recuperar la belleza y la amistad. Al hablar de por qué esta Bruja es diferente a otras anteriores, la actriz afirma: "Cambié de opinión cuando surgió la posibilidad de hacer este papel porque esta Bruja es bastante diferente. En primer lugar, se transforma. Su único objetivo es revertir una maldición que le han echado; pone en marcha todo tipo de argucias y crea auténticos terremotos en las vidas de todos".

"Es un musical muy inteligente", afirma. "Y no podía ser menos porque sus autores son Sondheim y Lapine. Es muy divertida en el plano visual y también emotiva, pero además tiene ese otro elemento que atrae a nosotros los actores y nos impulsa a darlo todo".

James Corden, cuyos trabajos incluyen la película "Begin Again" y "One Man, Two Guvnors" de Broadway, fue contratado para el papel del Panadero, el personaje desesperado por acabar con la maldición. Para este papel, Rob Marshall buscaba a alguien que fuera relativamente desconocido para el público norteamericano, alguien que pudiera representar a un hombre común. "James es un actor extraordinario y tiene un talento impresionante", dice Marshall. "Tiene un sentido del humor increíble y un don para la comedia física que todos conocíamos por su gran trabajo en el teatro, pero no sabía la enorme profundidad que tiene como actor... además sabe cantar".

Emily Blunt ("La Joven Victoria", "El diablo se viste de Prada"), interpreta a la Mujer del Panadero. "Mi personaje ansía tener un hijo", dice Blunt. "Debido a la maldición que sufre su familia, debe internarse en el Bosque para recoger una lista de ingredientes y dárselos a la Bruja. Así que se convierte en ese tenaz y decidido personaje dispuesto a cualquier cosa por conseguir lo que quiere".

La actriz continúa diciendo: "Llega a convertirse en alguien diferente. Es una buena persona por naturaleza, pero se deja arrastrar por el Bosque y lo que conlleva".

En "Into the Woods", el papel de Cenicienta, que desea asistir a la Fiesta del Rey, es más moderno, complicado y menos perfecto que el emblemático personaje que conocen los públicos de todo el mundo. A Anna Kendrick, cuyos créditos incluyen "Dando la nota" y "Up in the Air" y que fue elegida para interpretar a Cenicienta, le atrajo el papel porque no se parece al retrato arquetípico del personaje de cuento de hadas. "Lo que es original en esta historia de 'Cenicienta' proviene directamente de la versión de los Grimm en la que el árbol en la tumba de su Madre le regala el vestido y los zapatos que lleva en la Fiesta", dice la actriz, "Así que en cierto sentido consigue servirse de la magia cuando más lo necesita".Kendrick continúa diciendo: "Después se casa con el Príncipe y es cuando la cosa se pone interesante: Cenicienta empieza a descubrir su personalidad y reniega de lo que creía querer y reconoce que cometió un error. Pero no es una víctima inocente; tiene que admitir que no había pensado en lo que realmente necesitaba a pesar de lo mucho que luchó por conseguirlo".

Al hablar sobre cómo concebía el papel, Marshall afirma: "Buscaba algo muy concreto, que fuera una combinación de humor, personalidad muy afirmada y una sensibilidad moderna. En muchos sentidos, Cenicienta es el personaje más complejo de toda la obra porque no logra tomar decisiones, está siempre dudando de lo que quiere, y Anna hizo gala de una enorme vulnerabilidad y profundidad. Está impresionante".

Chris Pine fue elegido para encarnar al Príncipe de Cenicienta que sueña con encontrar una novia con la que casarse. El actor, más conocido por el público por su papel del Capitán James T. Kirk en "Star Trek", describe así su personaje: "El Príncipe es uno de esos personajes que todos creemos conocer. Pero en realidad no sabemos mucho de él".

Continúa diciendo: "Una de mis frases favoritas del guión es cuando Cenicienta le dice que necesita estar a la altura y ser un buen Rey y él responde que le educaron para ser encantador no para ser sincero. Y eso resume a la perfección lo que es en realidad".

Cuando James Lapine escribió el papel, su intención era que el Príncipe fuera el personaje habitual del cuento de hadas. "Le han educado para ser un Príncipe, y eso es lo único que conoce... la vulnerabilidad no forma parte de su naturaleza porque está acostumbrado a conseguir todo lo que quiere", explica Lapine. "Así que cuando le rechazan su vulnerabilidad sale a la luz y pasa de ser un personaje de cuento de hadas a adoptar una naturaleza más humana".

Cuando Pine leyó por primera vez el papel, Marshall no tenía ni idea de sus amplias dotes interpretativas. "No sabía que cantaba, no sabía que era tan divertido, no tenía ni idea", afirma. "Sólo sabía que era un actor maravilloso, muy inteligente y un hombre increíblemente guapo. Y no tardé en darme cuenta de todas esas cosas, y de mucho más".

A Kendrick le sorprendió gratamente ver el enorme talento cómico de Pine. "Es evidente que es encantador y muy atractivo, pero me encantó que interpretara al Príncipe con ese humor tan fino", añade. "Al principio se rebota cuando las cosas se tuercen, pero después saca a relucir a un Príncipe con una voz y unos gestos muy amanerados, y es tremendamente divertido".

Cuando llegó la hora de elegir a los actores que interpretarían a Jack y a Caperucita Roja, Marshall quería que fueran niños (lo que no ocurre en el teatro), ya que la historia trata sobre todo de padres e hijos. Daniel Huttlestone, que cautivó al público interpretando a Gavroche en el oscarizado musical "Les Misérables", fue elegido para encarnar a Jack, el despreocupado chico que busca vivir aventuras.

Al referirse a sus elección, Marshall afirma: "Daniel tenía 13 años cuando llegó a la audición y cantó 'Giants in the Sky' con una nota muy alta ya que todavía no había cambiado la voz. Fue absolutamente maravilloso y apabullante".

Tracey Ullman, la célebre artista multimedia que ha protagonizado películas como "Plenty" y "Balas sobre Broadway" y que encarna a la pobre y exasperada Madre de Jack que sueña con salir de la pobreza, también se mostró entusiasmada con la interpretación de Huttlestone. Lo explica así: "A pesar de su edad, Daniel tiene una ética de trabajo increíble y una gran madurez a la hora de comprender lo que está haciendo y eso se nota".

El otro miembro joven del reparto, la niña de 12 años Lilla Crawford, que ha había aparecido en Broadway en "Annie", debuta en el cine con el papel de Caperucita Roja. La actriz fue elegida después de una búsqueda por todo el país. Marshall dice: "John DeLuca y yo habíamos visto a Lilla en la producción de 'Annie' de John Lapine, y estaba fantástica. No nos podíamos creer que alguien tan joven pudiera protagonizar un espectáculo, pero ella era una cantante, actriz y cómica extraordinaria, muy adelantada para su edad, y así es como debe ser exactamente Caperucita Roja".

"Caperucita Roja es una adolescente inocente que lleva una capa roja, que en mi opinión representa su paso a la edad adulta. Hasta que aparece el Lobo, cree que todo y todos son buenos y que hay que confiar en todo el mundo", dice Lapine. "Después sufre una gran decepción al comprender que no se puede confiar en todo el mundo. Es difícil y triste enseñarle eso a los niños, enseñarles que deben tener cuidado".

Cuando Marshall contactó con Johnny Depp ("Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet", "Alicia en el País de las Maravillas") para que encarnara al personaje depredador del Lobo, el actor no tardó en aceptar. Depp trabajó con Marshall en "Piratas del Caribe: En mareas misteriosas", y comparte una sensibilidad parecida con el director, y afirma: "Recitaría el listín telefónico si Rob me lo pidiese. Es el tipo más auténtico que conozco".

Al referirse al personaje del Lobo, Lapine dice: "El Lobo es la criatura salvaje de la narración. Es la presencia indómita, asilvestrada que encarna Johnny Depp y que también es seductora. Es la seducción de lo salvaje".

Christine Baranski, que ya había trabajado tanto con Sondheim ("Sweeney Todd" en el Kennedy Center y un concierto de "A Little Night Music" en la Roundabout Theatre Company) como con Marshall ("Chicago"), no se lo pensó dos veces a la hora de aceptar interpretar a la malvada Madrastra de Cenicienta. "Es maravilloso que esta obra se haya convertido en un musical cinematográfico porque estamos ante un universo de cuento de hadas con unas posibilidades visuales extraordinarias", dice Baranski. "No me puedo imaginar un director mejor que Rob Marshall para acertar con la concepto visual de esta película, con la fantástica música y letras de Sondheim, y los fantásticos actores que aportan una increíble profundidad psicológica a los papeles".

Para los papeles de las malvadas hermanastras de Cenicienta, Florinda y Lucinda, que interpretan Tammy Blanchard ("Life with Judy Garland: Me and My Shadows") y Lucy Punch ("Bad Teacher"), los realizadores buscaban actores que fueran atractivos pero también divertidos y que pudieran aportar cierta oscuridad a sus personajes.

MacKenzie Mauzy, que apareció en "Next to Normal" en Broadway, fue elegida para interpretar a Rapunzel, la joven encerrada que aspira a conocer el mundo que hay fuera de su torre. Según Lapine: "Muchos cuentas de hadas abordan el tema de la entrada en la edad adulta. Rapunzel represente a la adolescente que quiere irse de casa y vivir su propia vida, fuera del control de sus padres".

Continúa diciendo: "Muchas veces, los adolescentes que ya han superado la pubertad se sienten asfixiados... creen que son adultos aunque en realidad no lo son. Y quieren hacer cosas de adultos, así que este argumento sigue estando de plena actualidad en el mundo de hoy".

Billy Magnussen que hizo "Vanya and Sonia and Masha and Spike" en Broadway, encarna al deslumbrante Príncipe de Rapunzel. Magnussen, el hermano pequeño del Príncipe de Cenicienta, se divirtió muchísimo con el papel y comprendió las contradicciones de su personaje. "Mi personaje quiere ser galante y encantador, pero está un poco chiflado, lo que es muy divertido", afirma el actor. "Pero está seguro de sus sentimientos. Quiere sacar a Rapunzel de su torre y ser felices juntos".

Lapine añade: "Rob Marshall comprendió muy bien la importancia de que el reparto coral encajase a la perfección. Todo el mundo estaba encantado de trabajar con Rob y con este material, y creo que eso se ve en la pantalla. Se percibe el amor y la pasión que sienten por lo que hacen y por la historia que están contando".


Las Brujas pueden tener razón, los Gigantes pueden ser buenos. Tú decides qué es lo correcto, Tú decides lo qué está bien... - No One is Alone


El significado de los cuentos de hadas
Cuando Stephen Sondheim y James Lapine se reunieron por primera vez para hablar de "Into the Woods", su intención era crear un musical provocativo basado en un mundo de fantasía en el que los personajes se embarcaban en una búsqueda. El dúo, que ya había colaborado en el musical ganador del Pulitzer "Sunday in the Park with George", empezó con algunos cuentos de hadas tradicionales, combinándolos con una historia nueva sobre un Panadero y su Mujer. El resultado final es maravilloso, una historia entrañable con temas actuales que se narran a través de personajes clásicos como Cenicienta, Jack y las judías mágicas, Rapunzel y Caperucita Roja. Todos ellos exploran juntos lo que ocurre después de "fueron felices y comieron perdices".

Los cuentos de hadas se remontan a los primeros tiempos de la narrativa y desde entonces se han transmitido de generación en generación. Aunque a primera vista sólo parecen una manera de entretener a los niños, también conforman una herramienta educativa y emocional muy importante ya que ofrecen una visión de la aventura de la humanidad. El psicólogo Bruno Bettelheim escribió sobre su repercusión psicológica en su libro titulado "The Uses of Enchantment: The Meaning and Importance of Fairy Tales", donde reivindica el poder de los cuentos de hadas para ayudar a los niños a tener sus propios criterios.

Meryl Streep se hace eco de esta filosofía y afirma: "Al principio, los cuentos de hadas servían de advertencia. Se contaban a los niños para prevenirles de los peligros que encontrarían en la vida y para animar a las jóvenes a casarse con hombres ricos. Se animaba a todo el mundo a encontrar un príncipe y vivir felices para siempre. Pero a veces no salía bien".

Situar los cuentos de hadas en un escenario realista, que era uno de los primeros objetivos de Sondheim y Lapine, fue uno de los aspectos que más atrajo a los actores. Anna Kendrick explica: "Es lógico que en muchos institutos sólo se represente el primer acto, porque el primer acto acaba bien. Pero es el segundo acto el que hace que la historia sea creíble, que tenga peso y fundamento".

Johnny Depp está de acuerdo: "Me gustó la idea de reunir todos esos cuentos de hadas con los que crecimos y hacer un gran musical. Nos permite conocerlos mejor. Y lo cierto es que son más espeluznantes y divertidos de lo que habíamos imaginado, así que es una idea fantástica. Y están maravillosamente bien ensamblados".

Sondheim añade: "James Lapine hizo algo con la historia de 'Cenicienta' que nadie había hecho en 500 años. Hace que pierda el zapato a propósito, lo que es muy ingenioso porque así es la forma de saber si el Príncipe la quiere de verdad".

Chris Pine, que interpreta al Príncipe que enamora a Cenicienta, no conocía "Into the Woods" como musical teatral, pero después de leer el guión de la película se sintió inmediatamente fascinado por los temas de Lapine y Sondheim

y sus técnicas. Lo explica así: "Han tomado los cuentos de hadas, que se presentan al principio de la historia, y han creado una amalgama con todos sus mundos e historias, y a partir de ahí todo se complica y se vuelve más complejo. En muchos sentidos esta película aborda el tema de hacerse mayor y los personajes aprenden lo maravillosa que puede ser la vida en todos los aspectos. Descubren el mundo".


Creí que uno bastaba. Pero no es verdad: hacen falta dos... - It Takes Two


La colaboración de Stephen Sondheim y James Lapine
"Into the Woods" se estrenó en Broadway el 5 de noviembre de 1987 en el Martin Beck Theatre. La producción, que puso en cartel 764 funciones, ganó los Premios Tony® a la Mejor Partitura (Stephen Sondheim), al Mejor Libreto de un Musical (James Lapine) y a la Mejor Actriz de un Musical (Joanna Gleason en el papel de la Mujer del Panadero). Entre otros premios, el musical recibió cinco Drama Desk, incluyendo al Mejor Musical y un Premio GRAMMY® a la Mejor Grabación del Reparto Original.

Desde entonces, "Into the Woods" se ha representado en todo el mundo, incluyendo una gira por Estados Unidos en 1988, una producción en el West End en 1990 y reposiciones en Broadway y Londres, además de una producción televisiva de PBS y un concierto en su décimo aniversario.

Crear una obra teatral tan compleja como "Into the Woods" fue una tarea tremendamente ardua. Sondheim lo explica así: "Te sientas a hablar sobre el espectáculo con quien lleva muchas semanas escribiendo el guión, y decides cómo se va a contar la historia. Lo más importante es que los dos tenéis que escribir el mismo espectáculo. Tus actitudes sobre la historia y sobre los personajes necesitan ser las mismas".

A Lapine siempre le habían interesado los cuentos de hadas y la psicología de Jung, y la idea de convertir un cuento de hadas en un musical era tremendamente atractivo para Sondheim y para él mismo. "Decidí escribir un cuento de hadas original, pero como los cuentos de hadas son cortos por naturaleza, enseguida me di cuenta que ampliarlo para convertirlo en un espectáculo completo desvirtuaba el concepto", explica Lapine. "Entonces se me ocurrió la idea de coger varios cuentos de hadas y reunirlos para formar un cuento original. Así fue como nació nuestra historia del Panadero y su Mujer".

El marco de referencia de Lapine fueron las historias de los Hermanos Grimm y de Perrault. Como Sondheim estaba más familiarizada con ellas por las películas animadas, Lapine escribió la primera escena, que entrelaza tres de esas historias, y le dijo a Sondheim que sería prácticamente imposible ponerle música. "A nadie le gusta más un desafío imposible que a Stephen Sondheim, así que fue la mejor manera de convencerle", dice Lapine. "No dudó en lanzarse de cabeza y escribió un maravilloso número de apertura. Había comenzado nuestra aventura".

Durante el proceso de desarrollo, Sondheim y Lapine hablaron mucho sobre cuál debía ser el mensaje central, pero no tardaron en darse cuenta de que podía haber múltiples mensajes. Sondheim dice: "No nos sentamos y dijimos: 'esto es lo que vamos a decir'. Pero si me cuentas lo que te ha pasado esta mañana en el autobús, seguro que puedo sacar alguna moraleja. Se puede aprovechar cualquier historia, cualquier cosa que te pase. Una historia no tiene que demostrar nada, pero debe tener un propósito".

Para Sondheim, la historia trata el tema de la responsabilidad de la comunidad. Al principio de la historia los personajes sólo piensan en sí mismos y el resultado es un desastre. Pero a medida que la historia avanza todo el mundo comprende que debe unirse para formar una comunidad y corregir sus errores, y para Sondheim, ese mensaje es universal. Para Lapine, está el hecho de que lo bueno y lo bonito no siempre van juntos, y hay que tener cuidado con lo que se desea.

"No pensamos con detenimiento en lo que queremos... Sabemos que queremos X, Y y Z, pero no pensamos en por qué lo queremos y cómo van a cambiar nuestras vidas si logramos conseguir esas cosas", dice Lapine. "La historia habla sobre las consecuencias de nuestros actos, por muy pequeños que sean".

A partir de ese momento, el tema de discusión fue si la historia debía ser un musical o no. Algunas historias no exigen necesariamente música, y para Sondheim, todas las canciones tienen que ser imprescindibles. Y en muchos musicales, las canciones permiten al público conocer a los personajes. Lapine lo explica: "Para Stephen es muy importante que su música y las letras se conjuguen con los diálogos y la historia que se cuente. Tiene una capacidad extraordinaria para meterse dentro de la cabeza de los personajes y hablar a través de sus voces; apropiarse de los diálogos y los monólogos y convertirlos en canciones".

Según Sondheim, cuyos prestigiosos trabajos incluyen musicales tan legendarios como "Company", "A Little Night Music", "Pacific Overtures" y "Sunday in the Park with George", un musical es un buen musical si, al quitarle las canciones, se queda cojo. "A menudo, no sabes explicar por qué algo debe ser un musical, pero lo que sí sé es que si las canciones no estuviera en 'Into the Woods,' no sería un espectáculo demasiado bueno", dice. "No tiene nada que ver con la calidad de las canciones, sino con el hecho de que estos personajes son gente que canta".

La combinación infalible de las canciones de Sondheim con la historia de Lapine es una de las razones del éxito del musical a través de los años. Así que cuando se empezó a hablar de llevar el musical al cine, para los realizadores era muy importante mantener esa colaboración. Por eso recurrieron a Lapine para adaptar su historia a la gran pantalla. El productor John DeLuca afirma: "La voz de Stephen Sondheim está tan inextricablemente unida a la palabra de James Lapine que sabíamos que le necesitábamos para crear la película. Y se incorporó al proyecto con la actitud más abierta que jamás he visto en un guionista".

Marshall afirma: "Ha sido maravilloso trabajar con James porque hace años que admiro su trabajo y además era el autor de la obra teatral. Estaba convencido que era muy importante trabajar con los creadores originales de la obra para mantener su integridad y su esencia, aunque como es lógico había que convertirla en una película. Me impresionó lo abierto que se mostró James a la hora de intentar cosas nuevas y cómo comprendió de forma instintiva que lo que funciona en el teatro no funciona necesariamente en una película".

Marshall continúa diciendo: "Por ejemplo, 'On the Steps of the Palace' de Cenicienta, se escribió originalmente como una canción de presentación en la que el personaje habla directamente al público, explicando lo que le ha pasado. Es evidente que eso no se puede hacer en el cine, así que rediseñamos la canción para que todo ocurra en el momento en el que Cenicienta se queda atrapada en el alquitrán de los escalones. Tiene un segundo para tomar una decisión, así que congelamos la acción para que todo tenga lugar en ese segundo y la canción se convierte en un monólogo interior. Después, Stephen Sondheim adaptó maravillosamente bien la letra para que todo se desarrolle en el presente".

Igual de importante fue la aportación de Sondheim como letrista y compositor. Marshall lo explica: "A los actores les encanta cantar su material porque en cierto sentido él también es un actor, ya que escribe para y sobre el personaje (sus deseos, sus necesidades, sus miedos, su vulnerabilidad y sus alegrías). Lo maravilloso de una canción de Stephen Sondheim es que nunca es una canción sobre algo genérico, es algo muy concreto, y las cosas cambian durante la canción. El principio de la canción no es lo mismo que el final de la canción... es un suerte de viaje, y por eso las canciones no se desentienden de la escena sino que viven dentro de la obra de forma indisoluble, y eso forma parte de la genialidad de su obra".

Hace mucho tiempo que Anna Kendrick, que encarna a Cenicienta, es fan de Sondheim, y explica por qué su trabajo es una fuente de inspiración fascinante. "Sondheim es un sueño para los actores porque la interpretación está escrita en la música. Eso no quiere decir que tengas libertad. No se trata de sacrificar la honestidad y la interpretación por la belleza de una canción", afirma la actriz. "'On the Steps of the Palace' es un magnífico ejemplo del genio del trabajo de Sondheim. Se ve cada pensamiento que pasa por la cabeza de Cenicienta y lo que siente. Todo está escrito en la melodía, el ritmo y la letra".

Johnny Depp está de acuerdo y añade: "El trabajo de Stephen es simplemente espectacular... es una leyenda viva. Sus composiciones y su capacidad para traducir en canciones lo que siente los personajes es algo milagroso. Su material es muy complicado de leer y muy complejo de cantar. Si no tienes formación de cantante te ves obligado a buscar muchísimo para encontrar esas cosas que ayudan a sentir y comprender el significado de cada letra. Pero ponerte a prueba y ver si puedes llegar a ese lugar es un trabajo apasionante".

Según Sondheim, una de las cosas que siempre resultan muy difíciles en un musical es responder a la pregunta que formula el público: "¿Quiénes son esas personas?" El número de apertura es la parte más importante de cualquier musical porque establece las normas básicas para el público. "Tienes que presentar a los personajes más importantes; el público tiene que intuir el tipo de espectáculo que va a ver", explica.

Por esta razón, fue especialmente difícil escribir el número de apertura de esta película porque exigía contar tres historias y presentar cada historia al público. Lo explica así: "Sería tremendamente aburrido empezar una escena con el Panadero y su Mujer y que se pusieran a cantar una canción. Después otra escena en la casa de Jack en la que cantan una canción. Y después una escena en la casa de Cenicienta en la que cantan una canción. A esas alturas ya te has olvidado de quién era el Panadero. Tienes que contarle al público que esa es la gente que va a ver toda la tarde, y que todos tienen la misma importancia. Cada uno tiene una historia totalmente independiente". Y continúa diciendo: "La música puede rellenar vacíos rápidamente porque puedes hacer una transición desde un tema a otro en dos compases; de lo contrario se necesitarían cinco líneas de diálogo.

Así que 'Into the Woods' es una compresión: cuando se termina el número ya conoces a todos los personajes principales. Además, quieres que el público sepa que va a ser divertido y que se lo pasará muy bien. Están al borde del trampolín y listos para saltar".

El productor Marc Platt añade: "Cuando combinas las letras increíbles, sofisticas y emotivas de Stephen Sondheim con el libro conmovedor y muy ingenioso de James Lapine y les das forma de cuento de hadas con música y comedia y alegría, el resultado es una experiencia cinematográfica maravillosa, satisfactoria y provocativa".

Continúa diciendo: "Además al tratarse de un mundo creado en el Bosque, confiábamos en crear una gramática cinematográfica que pudiera transmitir la esencia del material tal y como se vio en el escenario teatral, pero introduciendo una experiencia cinematográfica que fuera única pero también muy fiel al sentido y a la fuerza del material original".

"La obra de Stephen Sondheim va a seguir viva durante mucho tiempo porque siempre ofrece aspectos complejos e interesantes. Y no sólo lo hace con sabiduría e inteligencia, también entran en juego los sentimientos", dice Lapine. "Lo que hace tiene sentido del humor per también una pasión que llega a la gente".

Continúa diciendo. "La música llega a la gente de forma inefable. No se puede describir con palabras el efecto que hace la música en nosotros, y Stephen aporta a cada partitura ese elemento de emoción y alegría, de dolor y misterio".


No te puedes limitar a actuar, tienes que escuchar. No te puedes limitar a actuar, tienes que pensar... - Finale/Children Will Listen


La dirección visionaria de Rob Marshall
Desde que "Into the Woods" debutó en los escenarios teatrales, todo el mundo esperaba que algún día se convirtiera en una película. Pero se necesitaba a un director experimentado como Rob Marshall para conjuntar todos esos elementos tan complejos y complicados en una película musical y saber trasladar la historia a la gran pantalla. Según James Corden: "Esto es una obra coral y cada historia de los personajes tiene un inicio, un desarrollo y un final. Hay que crear un entorno mágico, de fantasía que también es un maravilloso y enorme musical. Así que necesitas tener un talento especial para fundir esos mundos".La lista de créditos de Marshall como director incluye las películas "Chicago", "Nine", "Memorias de una Geisha" y "Piratas del Caribe: En mareas misteriosas". Pero también es un excelente director teatral y un coreógrafo ganador del Emmy®. Esas credenciales lo convirtieron en el director más idóneo para llevar "Into the Woods" a la gran pantalla. Stephen Sondheim lo explica: "Rob Marshall tiene un background teatral, y eso es muy importante. También es coreógrafo lo que también es crucial ya que este tipo de música necesita un director que sepa cómo funcionan los números de un musical".

Continúa diciendo: "Las canciones de 'Into the Woods' forman parte del contexto, del argumento, del ambiente y de la textura. Pero cuando la acción se detiene para dar paso a la canción, es decir cuando Cenicienta describe su experiencia en el baile, o Caperucita cuenta su experiencia en el estómago del Lobo, entonces hay que utilizar la imaginación para poner esos números en escena. Rob es uno de los pocos directores que pueden hacer tan bien ese tipo de cosas".

Marshall, que siempre había admirado la producción teatral original, se enamoró inmediatamente del proyecto. "Siempre me ha gustado esta obra, desde que la puso en escena la compañía original en 1987", dice. "Era una obra preciosa, magnífica, importante, y recuerdo que me subyugó. Era una combinación única de personajes que creaban un tapiz de historias clásicas dotadas de una naturaleza increíblemente profunda, explorando lo que ocurre después del 'y fueron felices y comieron perdices' de los cuentos de hadas".

Añade: "Es genial desear, querer, esperar y soñar, pero esta obra se enfrenta a la realidad del mundo y a las luchas y penalidades que nos encontramos por el camino. Y creo que es importante que la gente de hoy, sobre todo los niños, lo entiendan".

James Lapine estaba encantado de que Marshall se pusiera al mando al afirmar: "Tuvimos la inmensa suerte de contar con un director de cine que es genio tanto en el plano técnico como creativo. Y al mismo tiempo comprende la emoción que transmite una obra teatral y sabe contar una historia musical".

"'Into the Woods' es una historia que necesita conmover... es un musical sobre una búsqueda. Los personajes van detrás de algo que desean con todas sus fuerzas. Así que hay que mantener la tensión, el suspense y la energía", dice Lapine. "Y creo que lo entiende muy bien. Sabe cómo combinar tomas cortas, escenas cortas y momentos que llevan a otros momentos de forma la suma de todos ellos lleve a un final sorprendente".

Cuando el productor Marc Platt leyó las primeras 20 páginas del guión de Lapine para "Into the Woods", fue fácil visualizarlo cinematográficamente, y la forma en la que Rob Marshall lo filmó superó sus expectativas. Lo explica así: "El prólogo tiene una duración de unos 16 minutos. Sólo hay música pero aun así consigue que el público conozca a todos los personajes, sus conflictos que se verán en la película. Empieza con gente viviendo su vida cotidiana en el pueblo y termina con los protagonistas dirigiéndose 'Into the Woods,' para emprender su aventura. Rob has construido una aventura cinematográfica perfecta".

Para Marshall, una de las mayores alegrías de trabajar en una película musical es la etapa de ensayos. En "Into the Woods" hubo seis semanas de ensayos antes de que empezara el rodaje, y la troupe se formó durante ese periodo de tiempo. Afirma: "Dado que esta película es una obra coral, era muy importante que todos trabajaran juntos para crear un conjunto coherente".

"Rob viene del teatro musical y llegó muy bien preparado para el proyecto", explica Tracey Ullman. "Durante los ensayos todos nos sentamos, cantamos y leímos el material que es lo mismo que haces en una obra teatral. Así que cuando tuvimos las localizaciones ya conocíamos los timings y podíamos rodar directamente la escena".

Añade: "Al ser un musical, cada escena estaba coreografiada en un menor y mayor grado. Hay una línea muy fina. Tiene que ser naturalista para poder filmarlo pero con más fuerza porque se trata de un musical y la interpretación exige mayor intensidad. Algunos momentos están más coreografiados que otros pero con un estilo fantástico y realmente interesante. No es una obra teatral filmada, en absoluto; es un flujo de movimiento con música".

Según el productor John DeLuca, el periodo de ensayos no consistió tanto en bloquear los movimientos de los actores, sino en conocer el texto y dar a los actores la oportunidad de conocerse y sentirse seguros de cara al viaje que emprende el personaje. "Llegó un momento en el que todo el mundo pudo experimentar con sus personajes y lanzar ideas diferentes para ver cómo encajaban", afirma.

Y el reparto estaba admirado ante el estilo de dirección de Marshall. Meryl Streep afirma: "Rob tiene un sentido muy rítmico del movimiento, como un director de orquesta. Lo lleva en la sangre".

"Fue bailarín así que para él es muy importante mantener el latido rítmico de cada número, tanto en el plano musical, emocional como visual", añade la actriz. "Es el hombre ideal para dirigir esta película. Está totalmente entregado a su trabajo y consigue lo que quiere".

Emily Blunt también se deshizo en alabanzas hacia el realizador: "Rob es un director que no se va por las ramas. Sabe exactamente lo que quiere y eso da mucha seguridad cuando se trata de un musical porque quieres a alguien que te diga cuando te pasas o cuando no llegas. Y además lo hace con una delicadeza extrema".

Johnny Depp añade: "Su enfoque es muy puro, y su visión del trabajo del autor y de las opciones que escogió eran maravillosas y muy emotivas. Comprende muy bien el subtexto y lo aborda de forma muy original. Sabe que a veces lo que no se dice es tan importante como lo que se dice en realidad".

Según Lapine: "Disfruté muchísimo escribiendo con él y haciendo realidad la visión del material que le gustaba. Tenía que contar esta historia y apropiársela. Creo que si escribes algo realmente potente, resiste a todo tipo de interpretaciones, y hacer la película fue una maravillosa oportunidad de verlo trasladado en otro medio".

Marshall también se ganó el respeto del reparto y del equipo de producción gracias a su excelente ojo y su atención al detalle. Platt explica: "Se preocupa de todos los detalles de la película, empezando con cada palabra y signo de puntuación del guión. Después se fija en el desarrollo visual de la historia desde el punto de vista del diseño, la iluminación, el vestuario y las interpretaciones".

Añade: "Además de todo eso, Rob disfruta muchísimo con su trabajo y su alegría es contagiosa. No sólo me contagió a mí sino al equipo de diseño, a nuestro maravilloso equipo técnico y a cada uno de los actores y por lo tanto a todas las interpretaciones. Cuando trabajas con Rob tienes que estar al 100% pero sabes que el esfuerzo, la pasión, la creatividad y la visión inundarán cada fotograma de la película".

"Rob es un protector nato y como director, es el padre perfecto para todos los que forma su equipo creativo, su equipo técnico y su reparto", dice DeLuca. "Sabe trabajar con todos los actores, ya sea de forma individual o colectiva, y les da toda la confianza que necesitan".

Una película tiene éxito cuando todos los elementos creativos encajan. Pero en una producción compleja como "Into the Woods", era necesario tener el máximo cuidado para que todos los elementos creativos y técnicos se fusionaran de forma coherente. Desde la integración perfecta de las imágenes rodadas en exteriores y en platós hasta la mezcla precisa de pistas musicales pregrabadas por los actores con las grabaciones en directo a la cámara... era fundamental que todos esos mundos diferentes se unieran sin problemas, y al mismo tiempo mantener al público sumergido en la historia en todo momento. Y todo esto fue posible gracias al incomparable talento de Marshall.

DeLuca afirma: "Creo que es instintivo en Rob. Es muy musical y tiene mucho ojo para el color, el ritmo y el diálogo. Tiene un oído espectacular... Yo me siento a verle, y aunque he ido al conservatorio, me alucinan las cosas que él oye y su forma de abordar la música. Es maravilloso poder presenciar ese milagro de primera mano".


Adéntrate en el bosque... ¿quién sabe lo que te espera a lo largo del viaje? - Prologue: Into the Woods


Recrear el bosque en la pantalla

Las localizaciones
Cuando los realizadores empezaron a hablar sobre dónde iban a rodar la película, llegaron a la conclusión que la historia bien conservada de Inglaterra y su maravillosa energía constituían el lugar perfecto para crear un mundo en el que los personajes de cuentos de hadas cobran vida. Además la abundante vegetación del país, los paisajes pintorescos, los castillos y las mansiones ofrecían un sinfín de posibilidades. Y Rob Marshall tuvo la impresión de que había que rodar lo más posible en las localizaciones.

En la historia, el Bosque es casi un personaje. Según Marshall, es la metáfora de muchas cosas de la vida: Es el lugar a donde vas a encontrar tus sueños, donde se cumplen tus deseos, donde te enfrentas a tus miedos, te pierdes, te encuentras a ti mismo, creces, aprendes y avanzas. "Es el ciclo de la vida en el sentido de que al crecer comprendemos que la vida no es como pensábamos, pero es algo que todo el mundo debe experimentar en carne propia... no hay atajo posible", dice el director. "Así que nos adentramos en el Bosque para encontrar todas esas cosas con la esperanza de que al salir seamos mejores personas".

El rodaje comenzó en las profundidades de un antiguo bosque de Ashridge Estate a la afueras de Berkhamsted, en septiembre de 2013. El bosque, que es una de las zonas de vida salvaje más antiguas e históricas de la región, se utilizó como escenario de la canción "Giants in the Sky", que interpreta Jack (Daniel Huttlestone), después de que su mísero puñado de judías produjera una vaina de judías mágicas.

El pueblo de Hambleden, cerca de Henley on Thames, sirvió para reproducir el pueblo del Panadero situado en la linde del Bosque.

Hace tiempo que Hambleden es una localización que gusta mucho a los realizadores que han acudido en masa al pueblo de Oxfordshire para filmar sus calles históricas y encantadoras.

Un granero de principios del siglo XX situado cerca del pueblo se convirtió en la destartalada casa de campo de Jack, su Madre (Tracey Ullman) y Milky-White. A Ullman le sorprendió la extraordinaria atención a los detalles que encontró en el plató de la localización y afirma: "El atrezzo era increíble. Había una silla preciosa en un rincón con el trabajo de punto de mi personaje al lado, notas diminutas dirigidas a mi atención en el escritorio, e incluso un espejo roto pequeño (como símbolo de la mala suerte), lo que dotó a nuestros personajes un mundo real en el que vivir".

Tal y como indica el título de la película, gran parte de la historia se desarrolla en el Bosque. Por esa razón el departamento de localizaciones pasó muchísimas horas recorriendo el campo inglés en busca de un gran abanico de exteriores en bosques. Afortunadamente, encontraron Windsor Great Park, en la frontera de Berkshire y Surrey, y pudieron aprovechar los cientos de acres de bosque que tiene el parque. De hecho, alberga unos robles impresionantes (cuyo aspecto es muy similar al árbol que se utiliza en el cartel del musical original de Broadway). Algunos tienen más de 800 años.

La zona llamada Bear Rails del parque se convirtió en el bosque que rodea la casa de la Abuelita, donde Caperucita Roja (Lilla Crawford) canta "I Know Things Now". Para las tomas exteriores de la casa de la Abuelita, y sobre todo la entrada, el departamento de arte creó una extensión con algunos de los troncos más gruesos de la zona y colocó una pequeña puerta. La Cascada que hay en el parque sirvió de escenario para la canción "Agony", interpretada por el Príncipe de Cenicienta (Chris Pine) y el Príncipe de Rapunzel (Billy Magnussen), como respuesta a sus fracasos amorosos.

Para las escenas que se desarrollan fuera de la torre sin puerta donde está encerrada Rapunzel (MacKenzie Mauzy), el equipo de producción construyó una estructura dentro de las ruinas de la Abadía de Waverley que data del siglo XVIII y que está en Farnham, Surrey. "Los platós eran como un cuento de hadas, pero al mismo tiempo eran muy reales y misteriosos", dice Mauzy. "Nuestros diseñadores de plató hicieron un trabajo fantástico. Resulta difícil ver la diferencia entre la torre de mi personaje y las ruinas de la Abadía. Te integrabas instantáneamente en ese mundo porque parecía tan real".

Byfleet Manor, situado en Byfleet, Surrey, hizo las veces del exterior de la casa de Cenicienta (Anna Kendrick). Es el lugar donde el Príncipe y su Guardia Real descubren que su pie encaja en la zapatilla dorada. Las escenas del Palacio del Rey, donde se celebra la boda de Cenicienta con el Príncipe, se rodaron en el Castillo de Dover, uno de los monumentos emblemáticos de Inglaterra. El majestuoso castillo alberga el Estrecho de Dover o de Calais, el punto más estrecho del Canal de la Mancha.

El diseño de producción
Para el diseñador de producción Dennis Gassner, que ganó un Oscar® por su trabajo en el drama de gánsters "Bugsy", "Into the Woods" encerraba dos retos. Primero había que fundir muchos cuentos de hadas y convertirlos en uno solo y en segundo lugar había que encontrar algo fresco y original que despertara el interés del público. Gassner se inspiró en el trabajo de Arthur Rackham, el aclamado ilustrador de libros inglés. Utilizó su estilo como punto de partida para elaborar sus diseños, combinando fantasía con realidad para crear un pronunciado surrealismo, y haciendo de la verdad la piedra de toque que se convirtió en el tono de la película. Esa piedra de toque fue el roble llamado Angel Oak que está en Carolina del Sur. Se trata de un árbol muy antiguo y reconocible que acabó convirtiéndose en la clave del estilo de la película. A partir de ahí, Gassner y su equipo empezaron a buscar localizaciones en el Reino Unido que tuvieran árboles similares y construyendo platós que encajaran con los árboles que encontraron.

Al hablar de su proceso creativo, afirma: "Mi trabajo es reforzar la historia con imaginería en cada escenario. Tengo que acertar con la filosofía de vida de los personajes y lo que desean y después encontrar la mejor forma de comunicar con el resto de los departamentos creativos. 'Into the Woods' trata sobre lo que más se desea en la vida. Luego los personajes descubren que el viaje que emprenden para conseguirlo es lo más importante y aprender a disfrutar de ese viaje".

Añade: "Cada personaje se interna en el Bosque a través de un arco de entrada natural que Rob llamaba la madriguera del conejo. Una vez que lo atravesado todo es diferente. Es mágico, aterrador, divertido, original, orgánico... y tiene vida propia". Según Stephen Sondheim: "Esa es la sensación que los realizadores querían reflejar en la película: la oscuridad del Bosque, y la sensación de aislamiento y oscuridad de un lugar en el que puede pasar de todo".

Además de la sensación envolvente de oscuridad que crea el Bosque, Gassner supo dotarlo de magia. Emily Blunt lo explica: "Dennis hizo un trabajo extraordinario en los platós utilizando matorrales y flores de verdad. Los añadió para que iluminaran los árboles y les dieran un aspecto encantado". "Into the Woods" ha sido la primera colaboración del diseñador de producción con Rob Marshall, y encontró que tenía una gran afinidad artística con el director. Gassner afirma: "A ambos nos obsesiona crear algo que sea original, único. Rob es como yo. No cejamos hasta encontrarlo".

Una buena parte de la película se rodó en localizaciones físicas, pero también se filmó mucho en los estudios. Eso hizo que los realizadores tuvieran que adaptar constantemente ciertos elementos ya que había que modificar los platós para que coincidieran con que habían visto en las localizaciones.

Según el productor John DeLuca: "Desde el primer día nuestra máxima inquietud fue rodar la película de forma que nuestras localizaciones en el bosque se fundieran a la perfección con los platós que habíamos construido. Necesitábamos que ambos mundos se fusionaran de forma que el público no se percatase de la diferencia. Así que nos reuníamos todos los días para perfeccionar estos dos mundos y que sólo fueran uno.

Marshall continúa diciendo: "Además, decidimos muy pronto que evitaríamos el uso de pantallas verdes en la medida de lo posible porque creo que para los actores es más difícil imaginarse a sí mismos en un mundo tan complejo cuando no puedes visualizar dónde estás. Así que la mayoría de nuestros sets fueron sets físicos".

La logística de rodar en localizaciones de Inglaterra en otoño exigió un planning muy meticuloso ya que los realizadores disponían de una ventana de tiempo reducida para rodar antes de que llegara el invierno. Como resultado, todo el trabajo en las localizaciones se programó para el inicio del plan de rodaje, cuando todavía había hojas en los árboles. El set del Bosque, que es la pieza central de la película, se construyó en el Plató H de los Estudios Shepperton a las afueras de Londres, cuyos platós han acogido películas que van de "Alien" y "Blade Runner" a la saga de "Harry Potter".

Marshall explica: "Necesitábamos que el Bosque tuviera varias zonas, así que trabajamos sin descanso para estudiar dónde se desarrollaría cada escena y averiguar cuál era el mejor escenario. Tuvimos que encontrar el tono estilístico del Bosque antes de que llegue el Gigante y lo destruya todo".

Y añade: "Logramos crear una combinación de bosques reales y ficticios e infundir una sensación de luz y magia a la iluminación y a los movimientos de cámara"."Los platós eran increíbles", dice Blunt. "Construyeron un plató enorme con árboles de verdad que parecían mágicos y sobrenaturales. Dion Beebe, nuestro director de fotografía, diseñó una iluminación asombrosa; hizo ue todo pareciera mágico y real al mismo tiempo... una auténtica hazaña".Los realizadores querían que la película tuviera un aspecto muy elaborado, pero con una textura y una sensación de algo real. Dice el productor Marc Platt, "La destreza del equipo de Dennis es extraordinaria. Han construido unos árboles imponentes y han reproducido hasta el último detalle la profundidad y el ambiente de un bosque de verdad".

Gassner añade: "Es una experiencia orgánica. La sensación de diseñar algo vivo es indescriptible porque crece y se manifiesta a muchos niveles diferentes, con todas las ideas que surgen de las historias y las canciones. Hemos recorrido un largo camino con Rob pero la experiencia ha sido absolutamente mágica".

La Fotografía
El director de fotografía Dion Beebe, que recibió recientemente un Oscar® por su trabajo con la cámara en "Memorias de una Geisha" de Rob Marshall, es muy conocido y respetado en el mundo del cine por su estilo imaginativo de manejar la cámara y su habilidad para crear lazos con los actores y hacerlos sentir a gusto en un plató. Para los actores es muy difícil decir sus diálogos delante de la cámara y el equipo técnico, así que él se siente responsable de ayudar a los actores a hacer su trabajo molestándoles lo menos posible. Así que planifica y coreografía la secuencia para dar al actor la mayor libertad posible.

Esto suele ocurrir durante los ensayos que se han convertido en la marca de la casa de todas las películas de Rob Marshall, algo que Beebe suele denominar el "intenso taller de la película".

"Independientemente de que se trate o no de un musical, Rob reúne a su equipo más cercano semanas antes del inicio del rodaje e identifica los movimientos con el reparto para que comprendan cómo funciona el plató", dice Beebe. "Cuando estamos rodando una secuencia que va a ser especialmente exigente para un actor, queremos que se sienta que tiene espacio suficiente para dejarse llevar por las emociones del personaje. Identificamos todos sus movimientos ante la cámara de forma que tenemos un plano muy claro de cómo es físicamente su viaje por esa secuencia. Tiene que ser una situación cómoda que les permita ser libres para trabajar con efectividad y adaptarse dentro de ese espacio".

Continúa diciendo: "Después podemos elegir qué cámaras y lentes vamos a usar y cómo vamos a colocar esas cámaras. De esa forma estamos preparados para capturar toda la cobertura que necesita Rob para esa escena concreta".Para los actores también es difícil trabajar dentro de los confines de una historia en la que la narrativa y la música están entrelazadas de forma tan creativa. En el trabajo de Sondheim, el poder de la música, de las letras y del mensaje que transmiten esas letras son un elemento fundamental en la narración de la historia, así que los realizadores necesitaban crear un mundo en la pantalla en el que el público pudiera aceptar las canciones como diálogos.

Por lo tanto, para Beebe y su equipo era importante que el trabajo de la cámara no eclipsara ninguno de esos elementos. Esto suponía un reto ya que no podía agarrarse a ninguno de los trucos de cámara tradicionales. "El reto de 'Into the Woods' es que teníamos actores que intercalaban diálogos en las canciones", dice Beebe. "Las transiciones eran inmediatas, es decir que un minuto estaba hablando y en el minuto siguiente ese personaje estaba en medio de una canción, así que tuvimos que ser creativos a la hora de rodar esas transiciones".

Según Marshall, que también trabajó con Beebe en "Chicago" y "Nine", un buen musical tiene que parecer una secuencia totalmente fluida para el público. Lo explica así: "No queríamos que la escena se detuviese antes de que la canción empezara, y mucho de eso tiene que ver con la forma en la que se mueve la cámara. Dion domina este proceso a la perfección. Es un pintor que maneja la luz y el movimiento. Hemos hecho muchas películas juntos y nos comprendemos muy bien, así que fue fantástico tenerlo a bordo".

Para explicar cómo funciona Marshall como director, Beebe dice: "Para Rob todo consiste en contar la historia con música, no en hacer un musical. Para él es importante que cada personaje tenga un desarrollo, así que mi trabajo como director de fotografía consiste en ayudar a crear un arco visual que complemente y realce ese recorrido".

Para Beebe, el viaje en el que se embarcan los personajes de "Into the Woods" tiene tres partes. "Primero vamos al Bosque, luego estamos en el Bosque y por último el Bosque aparece destruido y transformado y estamos en el escenario de lo que ocurre más allá del 'fueron felices y comieron perdices'".

Un aspecto fundamental del aspecto de la película era que todos los platós físicos, sobre todo los platós físicos, sobre todo los bosques reales, los castillos y las casas de los personajes, daban una sensación de deterioro. Eso significaba que el trabajo de cámara de Beebe no podía parecer demasiado reluciente o limpio. Lo explica así: "Rob quería que los platós tuvieran un elemento histórico para que el público no tuviera duda de que esas localizaciones llevaban mucho tiempo ahí. Era la forma de relacionar los cuentos de hadas con una época y un lugar que tenían una fecha precisa".

Esto se aplicaba también a los platós, ya que cerca del 70% de la película se rodó en el set principal del Bosque situado en el Plató H de los Estudios Shepperton.

Al referirse al trabajo del director de fotografía Dion Beebe, Chris Pine afirma: "La estética visual de Dion es alucinante. Ha creado un mundo increíble en lo que se refiere a la luz y a los colores. En el plano visual es una auténtica hazaña, es tremendamente rico y repleto de color".

El Vestuario: Para la diseñadora de vestuario Colleen Atwood, que ganó Oscars® por "Alicia en el País de las Maravillas", "Chicago" y "Memorias de una geisha", la oportunidad de diseñar el vestuario de todos estos personajes de cuentos de hadas diferentes era impagable. Y el hecho de que "Into the Woods" fuera la cuarta colaboración de Atwood con el director Rob Marshall, fue la guinda del pastel.Atwood lo explica así: "Conecté con Rob desde que nos conocimos y desde entonces hemos desarrollado un sistema de trabajo fantástico. Rob se implica en el proceso de diseño pero al mismo tiempo no impone lo que quiere".La inspiración de todos los diseños de Atwood para "Into the Woods" y muchos de los trajes de los personajes incluían de alguna manera la textura de la madera. Por ejemplo, el traje de Bruja que lleva Meryl Streep, se hizo con diminutos trozos de cuero que se cosieron a la gasa y después combinado con cuero que parecía una corteza agrietada. Después, esas piezas se montaron en red para facilitar los movimientos de su personaje.

"Cuando trabajas con una actriz como Meryl, lo que estás haciendo es colaborar con lo que va a hacer vistiendo ese traje", explica Atwood. "El movimiento forma parte de su personaje, y ella supo desde el principio que la Bruja iba a estar en cuclillas, en una postura en la que era casi como una araña".

Continúa diciendo: "Cuando la Bruja se transforma en la película, cogí el mismo tema y lo pulí un poco con satén y telas más finas. Exageré los hombros, le di más volumen y lo hice en un color diferente".

Al hablar del trabajo de Atwood, Streep afirma: "Colleen es un tornado. Su trabajo es muy imaginativo, libre y dramático, y al mismo tiempo, es muy conocida por su atención a los detalles. Su trabajo está muy pensado y además es precioso y delicado".

"Me impresionó lo elaborado que es el trabajo de Colleen. Además todo estaba relacionado con el mundo natural de la tierra y el Bosque", dice el productor John DeLuca. "Siempre trabaja a partir del personaje y su imaginación es una fuente de inspiración inagotable para todos, incluidos los actores. Sin olvidar que tiene un gusto exquisito".

Había que crear un mundo de cuento de hadas totalmente original así que se decidió que la película no se refiriera a ninguna época en particular.

Por el contrario, tenía que aprovechar la mezcla de estilos de la obra en la que todos los personajes y las historias colisionan.

Cuando llegó el momento de crear el look del personaje de Johnny Depp, el Lobo, la musa de Atwood fue el mismo actor. Depp es un gran fan de Tex Avery, el animador que creó el famoso personaje del lobo vestido con un "zoot suit" (el traje zoot suit consiste en pantalones de cintura alta o de tiro alto, anchos y chaquetas grandes de solapa ancha) basado en los dibujos animados de MGM de los años 40 y 50. Y quería interpretar su papel vestido con este tipo de traje. ¡Menos mal que a los realizadores les gustó la idea!

Para explicar por qué quería que el personaje llevara ese tipo de traje, Depp afirma: "Cuando me contactaron por primera vez para el papel, tuve esa visión del Lobo. Lo imaginé llevando el zoot suit de los dibujos animados de Tex Avery: un lobo grande y malo con un sombrero de fieltro, un zoot suit y una cadena. Después, cuando se lo conté a Colleen, le encantó la idea. Empezó a trabajar a partir de esa idea y como siempre ocurre con ella, lo clavó".

Atwood habla del traje: "La idea del Lobo es que se trata del Lobo que imagina Caperucita Roja. Así que no queríamos ponerle a Johnny un traje de lobo o un cuello de pieles. Le enseñe una idea que consistía en bordar el patrón de piel en un trozo de lana muy fina que después serviría para hacer el zoot suit a medida".

Y añade: "Trabajé con una bordadora para conseguir la sensación de una piel que fuera rasa, que se moviera y que no fuera demasiado gruesa. Entonces vi una vieja peluca de los años 20 en la que me inspiré para la cola y el cuello del traje. Además quería que las orejas salieran del sombrero. Lo hicimos aún más divertido haciendo que las garras salieran de un par de guantes blancos y las botas se parecieran a las patas del lobo".

Para los personajes del Panadero y de la Mujer del Panadero, que encarnan James Corden y Emily Blunt, Atwood quiso que parecieran una pareja victoriana, pero la diseñadora tuvo mucho cuidado para que no fueran demasiado estirados. Blunt lo explica: "Era necesario que la Mujer del Panadero tuviera un aspecto ligeramente descuidado. Y Colleen no sólo hizo vestidos maravillosos sino que logró que no se notase que estaba embarazada durante el rodaje. Lo gracioso es que interpretaba a un personaje que quería desesperadamente tener un hijo mientras yo estaba embarazada".

Atwood también se inspiró en diferentes lugares y épocas, y en el caso de Jack (Daniel Huttlestone), y la madre de Jack (Tracey Ullman), se basó en gente de pueblo de principios del siglo pasado y víctima de la pobreza". Por otro lado, Cenicienta (Anna Kendrick) y el Príncipe de Cenicienta (Chris Pine) son lo que ella denomina "nuevos románticos". "El vestuario es precioso y con muchísimos detalles. En cierto modo es de época, pero con un estilo muy hermoso y tan detallado. En cierto modo es verdad período, pero con un toque novedoso, casi como un estudio sobre ropa de época mezclada con alta costura", dice Kendrick. "Estamos en un mundo musical, de fantasía, y cada personaje es de una época ligeramente diferente. Ha sido genial para nuestro equipo creativo ya que dio a todos una gran libertad para mezclar elementos de todo tipo de modas.

El personaje de la Madrastra, que interpreta Christine Baranski, viste algunos de los trajes más espectaculares de la película, y la actriz encontró en Atwood a la colaboradora perfecta.

"Cuando hablé con Colleen por primera vez, ambas teníamos la misma idea sobre la familia de la madrastra", dice Baranski. "Nos pareció que su hubiera sido una familia moderna hubieran tenido su propio reality en la televisión. Son lo más, tienen dinero, y están obsesionadas con el pelo, el maquillaje y la moda".

En el caso del personaje de Caperucita (Lilla Crawford), Atwood se inspiró se atuvo a los parámetros de las ilustraciones de los cuentos de hadas de finales de los años 30, pero para Rapunzel (MacKenzie Mauzy) y el Príncipe de Rapunzel (Billy Magnussen), se atrevió a imprimirles un aire más medieval y más oscuro. En palabras de Mauzy: "Mis trajes llevaban todas esas cuerdas que casi me aprisionaban; simbolizaban mi vida en la torre. Pero lo más importantes es que cuando me puse el vestido me sentí como Rapunzel".

Magnussen, que iba vestido de cuero de pies a cabeza está de acuerdo y afirma: "Me puse los pantalones de cuero y sentí inmediatamente que encajaban con mi personaje. Me encantaban. El trabajo de Colleen es fantásticos. Añade todas esas capas que me dan pistas y me ayudan a dar vida a mi personaje".

Peluquería y Maquillaje
Con un proyecto de este tamaño y envergadura, la peluquería y el maquillaje eran muy importantes para la producción. Y para el diseñador de peluquería y maquillaje Peter Swords King, que ganó un Oscar® por su trabajo en "El Señor de los Anillos: El regreso del Rey", esto significaba trabajar estrechamente con Colleen Atwood y su departamento de vestuario. Lo explica así: "Mi trabajo empieza cuando Colleen ha hecho todo el vestuario. Así veo qué estilo ha escogido. Es un trabajo de equipo, pero quiero asegurarme que no tenemos trajes del siglo XVIII con peinados del XIX".

Swords King,