
La magia del flamenco bajo tierra: el arte que sigue vivo en las cuevas de Granada
Andalucía recibió el año pasado la visita de más de 13,5 millones de turistas que la convirtieron en el cuarto destino preferido por los viajeros. Esta tierra de poetas como Machado y Bécquer es también la cuna del tablao flamenco en Granada, ciudad célebre por albergar en sus fronteras la Alhambra (Patrimonio Mundial, 1984).
Desde los miradores del Albaicín, el barrio más antiguo de la ciudad, se puede contemplar la belleza de este conjunto arquitectónico. También en sus inmediaciones (en el n.º 7 de la Carrera del Darro), el viajero puede disfrutar de una experiencia sin igual en la Cueva Flamenca La Comino. Según Statista, los espectáculos de flamenco en vivo que se realizan en esta clase de espacios han sido los terceros en recaudar más ingresos: atraen tanto público que generan más de 7 millones de euros.
Tal es la importancia del tablao en el folclore de la región que la comunidad autónoma cuenta con un Instituto Andaluz del Flamenco. Sin más dilación, explicamos el origen de esta tradición que, aún hoy, se puede vivir prácticamente en primera persona. Enseguida, explicamos cómo.
Lo que las cuevas tienen en común con los bailaores
El tablao, como se le llama comúnmente al tablado, es el escenario sobre el que se representan los espectáculos de flamenco, que combinan cante y danza. Desde el siglo XVIII hasta nuestros días, hay pruebas documentales del flamenco como género musical y estilo de danza bien definidos.
Su origen se debe a la influencia de muchas civilizaciones: fenicios, cartagineses, griegos y sirios aportaron su granito de arena. Por supuesto, los árabes también dejaron su huella en el arte del flamenco.
De la intimidad del hogar al mundo entero
Al principio, sólo se podía disfrutar del flamenco en las reuniones familiares y en el trabajo. Sin embargo, con el tiempo, se comenzó a extrapolar a las tabernas (núcleos sociales de la época) y a las fiestas del pueblo. De este modo, saltó a la vida pública y, en la actualidad, lo podemos encontrar en espacios tan especiales por su excepcionalidad como las cuevas de Albaicín.
Un escenario de la Edad Media con flamenco del s. XXI
Aparte de las civilizaciones que hemos comentado antes, también influyeron en el flamenco los sonidos procedentes de ultramar, los ritmos que —cuando España entró en contacto con el continente americano— llegaban desde aquellas otras culturas que se extendían al otro lado del Atlántico.
En cuanto al escenario en sí mismo, los músicos, cantantes y bailaores de la Cueva Flamenca La Comino representan su espectáculo en un aljibe árabe original. En su momento, esta clase de cisternas almacenaban agua potable (normalmente, de la lluvia).
El Albaicín, sus cuevas y sus aljibes son, junto al barrio del Sacromonte, un punto clave más en la historia del pueblo gitano en Granada.
Una experiencia sensorial vibrante
De sus espectáculos de flamenco, las más de 830 personas que ya han pasado por La Comino destacan lo siguiente:
· El acogimiento de la cueva, que hace del espectáculo de 70 minutos una experiencia musical cercana.
· La proximidad con los artistas. El público se sienta en torno al escenario, al tablao propiamente dicho, pudiendo rozar con sólo alargar sus manos al propio bailaor. Así de breve es la distancia.
· La implicación personal de los músicos y bailaores, que viven el espectáculo con intensidad, transmitiendo la emoción a su vez en cada gesto.
· El enfoque del espectáculo, abierto a todos los públicos (niños, jóvenes y adultos sin importar la edad), lo que convierte al tablao en un plan perfecto para parejas, pero también, para familias con niños de 7 años.
Por todo lo anterior, La Comino se convierte en un complemento imprescindible para complementar el viaje a Granada.
La calificación final que le otorgan los clientes así lo respalda: 4,8/5 puntos.
Planificando la visita a un tablao flamenco
Por último, conviene resaltar el papel tan importante que la cueva juega en los tablaos flamencos en Albaicín. Estos espacios naturales ofrecen una buena acústica: los sonidos se magnifican. De este modo, es posible entender la letra de las canciones perfectamente, sin perder ni un solo detalle del espectáculo.
Además, todos los días se realizan espectáculos y, en la sección de programación, se especifican los nombres de los cantaores, bailaores y tocaores. Los toques forman la parte instrumental, las guitarras flamencas cuyos ritmos acompañan al bailaor y dotan de fuerza al tablao.
Por 25 euros, es posible disfrutar de pases a las 18:30, 20:00 y 21:30 h. Quien prefiera tomar unos snacks en lugar del menú completo dispone de opciones tan apetecibles como:
· patatas fritas con mejillones en escabeche,
· patatas fritas con boquerones en vinagre,
· cucuruchos de jamón, chorizo o salchichón ibérico,
· cucuruchos de queso curado o semicurado,
· cucuruchos mixtos (combinan varios ingredientes).